Después de cinco años de arduo trabajo para conseguir la acreditación profesional de programas y servicios de la Universidad de Puerto Rico (UPR), hoy culminó el proceso con la celebración de los logros, en la Cumbre de Acreditación Profesional efectuada en el recinto universitario de Bayamón. Esta actividad contó con la presencia del presidente de la UPR, licenciado Antonio García Padilla, la vicepresidenta en asuntos académicos, Celeste E. Freytes González, y la vicepresidenta auxiliar de acreditación profesional, Consuelo Figueras Álvarez. Además, se dieron cita decanos, directores, profesores y rectores de las 11 unidades del sistema de la UPR. Aunque esta iniciativa había sido propuesta por García Padilla desde el 2001 para fortalecer los programas académicos por medio de la acreditación, no fue hasta el año académico 2003-2004 cuando inició el proceso. En ese momento la Universidad de Puerto Rico (UPR) estableció como política institucional que todos los programas y servicios susceptibles a la acreditación voluntaria (hay algunos programas que la acreditación es obligatoria) debían someterse a este proceso. A esta nueva estrategia se le conoce como Iniciativa Sistemática Emblemática de Acreditación Profesional, la cual está enmarcada en el documento ¨Diez para la Década: una agenda de planificación, 2006-2016¨. Para el 2004, la institución contaba con 107 programas completamente acreditados y 103 servicios sin certificación. La meta inicial era que para el 2013 todos los programas hubieran iniciado su proceso de acreditación. Ya para el 2007 el 100 por ciento de los programas había comenzado el proceso. La doctora Figueras Álvarez anunció que la UPR cuenta, actualmente, con 123 programas académicos y 43 servicios acreditados por las agencias privadas estadounidenses. Cada programa y servicio académico de la universidad tiene su respectiva entidad evaluadora, que asciende a 65 organizaciones. Entre los programas susceptibles a acreditación voluntaria se encontraban: la preparación de maestros, administración de empresas, química, tecnologías en ingeniería, ciencias de cómputos/sistemas de información, administración y sistemas de oficina, comunicación y programas únicos. Por su parte, entre los servicios académicos se incluían: bibliotecas, centros de consejería, revistas, museos y centros preescolares. La profesora Figueras Álvarez expresó, en comunicado de prensa, que “someterse al proceso de acreditación profesional incluye el escrutinio externo por los pares de las respectivas profesiones, quienes han desarrollado los estándares mínimos de calidad. Este ejercicio promueve la autoevaluación rigurosa, la actualización y la pertinencia de los programas académicos y de servicios”. Luego de culminar este proceso de autoevaluación y reconocimiento, el Presidente de la UPR expresó que con la acreditación “descubriremos un valor agregado a nuestros programas, al perfil de nuestros egresados, a la fortaleza de nuestra docencia y a nuestra inversión social, a una mejor calidad profesional en Puerto Rico o dondequiera los diplomados de esta casa pidan ejercer, dirigir o enseñar”. Para mantener esta agenda académica lograda luego de la acreditación, la doctora Freytes González aseguró que será necesario fortalecer esos nuevos contenidos relevantes que ayudarán a los egresados a enfrentarse con los retos de la vida laboral. Aunque para la profesora la UPR ha demostrado que es la mejor inversión que Puerto Rico tiene y que sus servicios son de primera orden, expresó que la institución educativa debe continuar los caminos que fortalezcan y adelanten la agenda académica. “La UPR demuestra su excelencia y determinación de convertir su agenda en realizaciones al nivel de las aspiraciones que también tienen las mejores universidades en los Estados Unidos y en el mundo”, destacó Freytes González.