Una investigación realizada por estudiantes e investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, encontró en la microbiota intestinal de un grupo de chilenos una cuantiosa bacteria llamada Akkermansia muciniphila, que tiene la capacidad de ejercer un efecto protector para mejorar alteraciones que pueden ocurrir en personas obesas o diabéticas.
La microbiota intestinal es el conjunto de bacterias que vive en el intestino humano, específicamente en el colon y que tiene un rol muy importante en la salud. Es un término desconocido para muchos, por lo que dicho estudio constituye una base importante que describe la composición de la microbiota de sujetos sanos, normopesos, y que facilita la caracterización de la disbiosis (alteraciones de la microbiota) en las principales enfermedades que afectan a la población chilena.
Las bacterias de la microbiota producen vitaminas, estimulan la maduración intestinal, regulan el almacenamiento de grasa y el desarrollo de procesos inflamatorios en el organismo. Además, ayudan a extraer la energía de ciertos alimentos y contribuyen a la estimulación del sistema inmune, protegiéndonos frente a microorganismos perjudiciales para la salud.
De acuerdo con estudios internacionales, la composición de la microbiota varía dependiendo de diversos factores como el modo de alimentación, la zona geográfica y los antecedentes genéticos de las personas, así como el consumo de antibióticos. Es por esto que hay una diferencia entre las personas que viven en zonas más urbanizadas con las que viven en zonas rurales. Por otro lado, las costumbres, condiciones de vida y accesos a los alimentos, también podría afectar la diversidad bacteriana de las personas.
Características de los chilenos
Sobre la microbiota de los chilenos hay poco conocimiento, la aportación de la investigación del INTA resulta ser el primer acercamiento investigativo a este grupo de microorganismos en los chilenos.
En la revista científica Frontiers in Microbiology se publicó el estudio realizado a 41 voluntarios sanos y con peso normal, femeninos y masculinos entre los 18 y 39 años de edad, que habitan la ciudad de Santiago. A los participantes se le tomaron muestras fecales para extraer el ADN con el fin de identificar los grupos bacterianos presentes.
Los resultados mostraron que la microbiota de los chilenos es similar a la de los argentinos y a un subgrupo de Estados Unidos. Se identificaron a los firmicutes y bacteroidetes como los dos grupos más abundantes de bacterias. Sin embargo, lo característico de los chilenos y que lo diferencia del resto de la población mundial, es que su tercer grupo más cuantioso (correspondiente a un 8.5%) es el grupo de las verrucomicrobias, y específicamente, la bacteria llamada Akkermansia muciniphila.
“Este estudio constituye una línea de base importante que facilitará la identificación de grupos bacterianos que puedan estar alterados en las principales enfermedades que afectan a la población chilena [como obesidad y diabetes tipo 2]. Esto permitirá, en un futuro cercano poder modular esta microbiota, mediante algún manejo nutricional, terapéutico o por nuevos probióticos, desarrollados en base a estas bacterias protectores”, agregan los profesionales.
El estudio fue realizado por la estudiante de Magister del INTA, Sayaka Fujio y la bioinformática Yessenia Vásquez, y dirigido por los investigadores Martin Gotteland y Paola Navarrete, en colaboración con el equipo de bioinformáticos liderado por el doctor Juan Ugalde de la Universidad de Chile.