Por: Wilson González-Espada, Ph. D.
En Puerto Rico, la cantidad de espacios para muchos programas universitarios es limitada. Con la intención de maximizar la posibilidad de que los estudiantes sean exitosos en las carreras que persiguen, se establecen criterios de admisión.
Estos criterios no son perfectos y no necesariamente predicen cómo se desempeñará un estudiante en particular. Desafortunadamente, algunas universidades usan los resultados de las pruebas estandarizadas como la medida principal para aceptar o rechazar estudiantes para ciertos programas académicos, aun cuando las organizaciones que las preparan son enfáticas en que los resultados de las pruebas deben ser uno de varios factores a usarse como criterio de admisión.
La científica Wendy Pacheco y la doctora Caroline Appleyard, junto a sus colegas de la Ponce Health Sciences University (PHSU), decidieron estudiar cómo diferentes criterios de admisión a su programa graduado -por sí solos o en combinación- predecían cuáles estudiantes podrían terminar el doctorado y tener un mejor desempeño académico. Los resultados de ese estudio longitudinal fueron publicados en la revista profesional CBE—Life Sciences Education, de la Sociedad Americana de Biología Celular.
Para ser admitidos al programa de doctorado en ciencias biomédicas, la PHSU creó una fórmula basada en un sistema de puntos para valorizar ocho criterios de admisión. Lo que hace que la fórmula de la PHSU sea distinta a los criterios usados por otras instituciones es que incluye factores que normalmente no se cuantifican en la admisión.
Por ejemplo, se otorgan puntuaciones a los candidatos dependiendo de la cantidad de años haciendo investigación, de la cantidad de presentaciones científicas en reuniones profesionales, y de la cantidad de publicaciones que tengan. Otra variable a comparar es si el estudiante terminó el programa doctoral exitosamente o se dio de baja.
Luego de un detallado análisis estadístico, los investigadores descubrieron que la fórmula de admisión de la PHSU predijo mejor quién terminaría el programa doctoral y quién no. Un resultado sorprendente fue que, por separado, ni los resultados de la prueba estandarizada Graduate Examinations Records (GRE), ni el promedio académico general de bachillerato, ni el promedio académico en las clases de ciencia predecían quiénes completarían el doctorado o no.
Otro descubrimiento interesante es que la fórmula de admisión de la PHSU funciona bien con siete factores e ignorando los resultados del GRE. Esto sugiere que, en el caso de los estudiantes puertorriqueños, esta prueba casi no tiene poder predictivo a la hora de ser usada como criterio de admisión, posiblemente debido a que la prueba se ofrece en inglés, un idioma que muchos estudiantes de la Isla no dominan totalmente.
Este estudio es importante ya que demuestra que aquellos programas académicos que usan el GRE como criterio único o principal de admisión podrían estar rechazando muchos estudiantes boricuas que sí tienen el potencial de ser exitosos, sobre todo aquellos con experiencia subgraduada en investigación, presentaciones científicas y publicaciones.
Replicar esta investigación en universidades con otros programas académicos que no necesarimamente sean en ciencias biomédicas y repensar cómo se usan los resultados de la pruebas estandarizadas completadas en un segundo idioma podría, a largo plazo, aumentar la cantidad de latinos en carreras científicas.
El autor es catedrático asociado en Física y Educación Científica en Morehead State University y es miembro de Ciencia Puerto Rico (www.cienciapr.org).