CANCUN, México- Delegados de las charlas sobre cambio climático dejaron la ciudad mexicana de Cancún optimistas sobre un modesto acuerdo para regular el alza de las temperaturas mundiales, pero el mundo aún tiene pocas opciones para afrontar los peores efectos del calentamiento global.
Dado que es improbable que los países prometan reducir de forma más drástica sus emisiones de gases invernadero para retrasar el cambio climático, los líderes mundiales deben planificar la adaptación de los países en desarrollo al clima más severo previsto para los próximos años, que afectarán los suministros de alimentos y agua.
Los delegados de cerca de 200 naciones sorprendieron a los escépticos cuando acordaron un pacto en México para establecer un nuevo fondo – con una meta de 100.000 millones de dólares en un año desde el 2020 – medidas para proteger las selvas, compartir tecnologías limpias y ayudar a los países más pobres a adaptarse.
Hasta el momento, la mayoría de los esfuerzos se centran en reducir los gases de efecto invernadero de fábricas, plantas de energía y vehículos, no en la adaptación a un clima cambiante de sequías, inundaciones y al aumento de los niveles del mar.
El acuerdo de Cancún pide a los países que presenten sus propuestas para el 21 de febrero del 2011, con pasos para establecer un "Comité de Adaptación".
Adaptarse al cambio climático afectará a las naciones ricas y pobres, pero son éstas últimas las que probablemente resulten más perjudicadas y tendrán que buscar enormes fondos para financiar todo, desde investigación de cosechas resistentes a la sequía a barreras por el aumento de los niveles marítimos.
De modo que decidir cómo repartir los limitados fondos de donantes entre naciones desesperadas se hará cada vez más difícil en los próximos años. Los líderes mundiales tendrán que lanzar las batallas medio ambientales que sí puedan ganar.
"La adaptación incluirá cada vez más elecciones sobre qué preservar, dado que de otro modo enormes cantidades de recursos podrían ser derrochados en lo imposible", de acuerdo a Dara International, una comisión de expertos que audita el impacto del cambio climático en todo el mundo.
ISLAS AMENAZADAS
Hay naciones que actualmente gastan nueve dólares para controlar los gases de efecto invernadero por cada dólar que gastan en adaptarse a las nuevas realidades del cambio climático, de acuerdo a Oxfam, la organización de ayuda humanitaria.
"Eso es un desequilibrio", dijo David Waskow, asesor de política climática de Oxfam. "Necesitamos discusiones sobre la adaptación que no dejen las decisiones de gastos a la voluntad de los donantes", manifestó.
Kiribati, Tuvalu, las islas Cook, las islas Marshall y las Maldivas están entre los países encerrados por agua que podrían ser borrados del mapa si suben los niveles del mar, afirman sus líderes.
Otros países pobres como Bangladesh, Vietnam y Sudán también están en riesgo de sufrir inundaciones, crecida de los mares y crisis alimentarias, de acuerdo al Banco Mundial.
Ambientalistas y científicos dicen que las devastadoras inundaciones que afectaron a Pakistán y el inmenso calor e incendios en Rusia de este año son ejemplos de clima extremo que el mundo enfrenta con cada vez mayor frecuencia.
Defenderse contra aquella turbulencia climática podría requerir construir murallones o paredes contra el mar para defenderse de las mareas altas y la reubicación de comunidades costeras tierra adentro.
Si los mercados globales del carbono echan raíces que permitan a los que contaminan comerciar el derecho de quemar combustibles fósiles, las naciones podrían usar esos ingresos para financiar proyectos de mitigación climática.
"Eso es un poco hacia el futuro", dijo el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, quien recibió de la ONU la tarea de hallar un modo de crear el fondo de 100.000 millones de dólares. Un precio global sobre el carbono de entre 20 dólares y 25 dólares la tonelada recorrería un largo camino antes de alcanzar las metas de financiación, indicó.
FONDOS LIMITADOS
En tanto, los países vulnerables podrían volcarse a un nuevo panel concebido en la cumbre de Cancún que alienta a las naciones ricas a compartir tecnología y conocimientos para adaptarse al cambio climático.
El panel también considera los seguros de riesgo climático para resistir las tormentas desastrosas.
"Cuando el huracán Katrina golpeó, eso no afectó a Estados Unidos como nación. Pero cuando el huracán Ivan nos golpeó, nuestra economía colapsó", dijo el primer ministro de Granada, Tillman Thomas, comparando el huracán del 2005 que afectó a Nueva Orleáns con la tormenta del 2004 que impactó a su país.
Pero los costos de reducir los gases de efecto invernadero vinculados al cambio climático se equiparan en muchos casos con los previstos para adaptarse a un mundo mejor.
Los crecientes niveles del mar costarán 100.000 millones de dólares al año en 2030 cuando algunas zonas costeras se inunden o sean totalmente sumergidas, de acuerdo a Dara International.
El panel de expertos sobre clima de Naciones Unidas ha señalado que los niveles del mar podrían aumentar en unos 18 a 59 centímetros para el 2100. Si el hielo en Groenlandia o la Antártica se derrite rápido, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirma que la cifra podría llegar a los 2 metros.
"Habrá que tomar muchas decisiones difíciles. Nosotros necesitamos, en el corto plazo, construir comunidades para enfrentar los cambios climáticos", dijo Waskow de Oxfam, quien espera que la mitad del gasto futuro en cambio climático sea destinado a la adaptación.