Empezar un nuevo proyecto sin tener mucho dinero es un gran reto, pero se puede lograr.
Puede que te encuentres en alguna de estas tres situaciones: que te emocione comenzar tu propia empresa o negocio, que estés cansado de trabajar para los demás o que tengas un gran proyecto en mente.
Si estás dispuesto a afrontar los riesgos que se te van a presentar, como el sacrificar unas ganancias fijas, e incluso el dejar un puesto de trabajo relativamente estable, pero te trae de cabeza el dinero, ¡no te preocupes! Esta adversidad no debe detener que alcances tus propios sueños. La realidad es que sí puedes comenzar un nuevo negocio sin necesitar mucho dinero. La clave está en saber cómo conseguirlo.
¿Por qué necesita dinero un negocio?
A continuación vamos a analizar detenidamente las razones por las que un negocio necesita una inversión financiera. No obstante, debes tener en cuenta que dependiendo de a qué se dedique la startup, tendrá unas necesidades económicas más altas que otras. Por esto mismo, debes tener en cuenta los gastos estables que te presentamos, para que puedas evaluar por ti mismo si necesitas buscar alternativas de financiamiento.
- Permisos y licencias: examina detenidamente a qué se dedica tu negocio, por si puedes necesitar licencias especiales.
- Suministros: ten en cuenta si vas a utilizar dispositivos electrónicos como ordenadores, tablets y otros equipos. Así como cuáles van a ser las materias primas con las que vas a trabajar.
- Equipo: en este apartado entraría algún tipo de software, programa o maquinaria especializada.
- Espacio de oficina: este es uno de los gastos más elevados. No solo debes calcular el alquiler del espacio, también sus facturas y los materiales que se van a utilizar.
- Suscripciones y asociaciones: baraja la posibilidad de contar con afiliaciones o publicaciones mensuales.
- Gastos operativos: networking, marketing, cómo lograr la expansión de tu marca a través de la comunicación.
- Costos legales: para esto es necesario contar con un abogado especializado en la temática de tu negocio.
- Freelancers y empleados: es bueno tener en cuenta esta opción, sobre todo si no puedes hacer frente a todos los aspectos de tu empresa.
Una vez conozcas todo esto, tienes dos alternativas para empezar un negocio con poco dinero: acceder a financiación de fuentes externas o bajar tus costos. Para facilitarte un poco la elección, te proponemos tres opciones diferentes:
- Reduce tus necesidades
Cambia tu modelo de negocio para que los puntos de la lista de arriba sean los mínimos posibles. Por ejemplo, si te estás planteando comenzar tú solo el negocio, el punto “freelancers y empleados” tendrás que eliminarlo.
Si puedes trabajar desde casa de forma online o cuentas con un espacio propio donde no tienes que pagar alquiler, podrás eliminar el punto de “oficina”. Además, deberás estudiar de forma detenida el mercado para hallar aquellos suministros o distribuidores más baratos, con el objetivo de reducir el costo de la línea de producción.
No obstante, hay que ser realistas. Hay gastos que NO podrás eliminar como por ejemplo las licencias o los trámites legales, así como las facturas de la luz o del agua. Factores que debes tener en cuenta para que no frenen tu emprendimiento.
- El famoso bootstraping
La palabra “bootstraping” focaliza su atención en que debes comenzar tu modelo de negocio por lo más básico. En lugar de empezar con un proyecto empresarial totalmente desarrollado y perfectamente estructurado, puedes verlo como una forma de probar tu producto o servicio, como una fase de “entrenamiento”.
Una buena opción de comienzo es la creación de un blog con un nicho particular de seguidores. De esta forma podrás tantear el mercado, generando audiencia y ganancias, para luego ampliar tu rango de acción.
Una vez que las ganancias vayan en aumento, podrás decidir invertir este dinero en el negocio con el que habías soñado hasta el momento.
- Buscar dinero externo
La tercera alternativa se centra en buscar financiamiento a través de otras personas. Algunas de las fuentes más cercanas a ti, pueden querer ayudarte económicamente, por lo que debes tenerlas en cuenta.
- Familiares y amigos: puedes contactar con estas personas, transmitirles tu situación y averiguar si desean invertir en ella. Cuando tu negocio vaya en aumento, podrás devolverles el dinero solicitado.
- Ángeles inversores: son personas que cuentan con posibilidades económicas más elevadas que las tuyas, por lo que pueden decidir apoyar tus ideas de negocio. Normalmente suelen realizar esta acción con el objetivo de que les proporciones una parte de la compañía.
- Capitalistas de riesgo: suelen estar relacionados con instituciones u organizaciones, es lo que les diferencia de los anteriores. Además de buscar negocios que ya existan.
- Crowdfunding: es una forma de financiación a través de las grandes masas. Si tu idea es buena, la gente querrá invertir en ella.
- Préstamos bancarios: otra opción a tener en cuenta. La entidad bancaria es la que decide si otorgarte el crédito o préstamo, así como la cuantía económica que está dispuesta a dejar. Si bien, antes de elegir esta opción estudia detenidamente los intereses que te proponen.
Como has podido ver, si tu idea de negocio es buena y crees realmente en ella puedes conseguirlo. Todo se centra en realizar unos pequeños sacrificios iniciales, con el fin de poder ver cómo prospera tu proyecto en un futuro a medio plazo.