“…Ya no es necesario atar al hombre para matarlo.
Basta con apretar un botón
y se disuelve como montaña de sal bajo la lluvia.
Ni es necesario argüir que desprecia al amo.
Basta con proclamar -ceñuda la frente-
que comprometía la existencia de veinte siglos…”,
de Nada permanece tanto como el llanto,
Jacques Viau Renaud (1941-1965)
Cuando uno va y viene de la tranquilidad a la tragedia, cuando uno ve la desgracia de cerca, aun cuando la intención es enseñar a evitarla, es ahí cuando el compromiso se vuelve parte de la vida normal. Llega el punto en que la mezcla de sentimientos se queda dentro de la faena cotidiana. Pregúntenle a Hilda Guerrero, que respira pura lucha caribeña y no deja de buscar la solidaridad y confraternización entre los pueblos del Caribe.
“Ahora mismo, ante lo que sucede entre Haití y República Dominicana, nos toca, desde la solidaridad en Puerto Rico, hacer presión, que la gente asuma posiciones. Hay que ponerle voz y rostro a la solidaridad”, dijo Guerrero durante un aparte la pasada semana con Diálogo.
La activista social ha sido la voz y el rostro de la solidaridad hacia Haití durante los pasados años. Dominicana de nacimiento, puertorriqueña de residencia y caribeña de naturaleza, Guerrero lidera la organización COMUNA Caribe (Colectivo de Mujeres Negras y Afrodescendientes Caribe).
En sus cuentas de redes sociales, COMUNA Caribe se describe como “un espacio de solidaridad y reflexión crítica” que, además, forma parte de otros coletivos, como el Comité Pro Niñez Dominico-Haitiana, Mujeres que Abrazan la Mar, y el Movimiento Continental del Grito de los y las Excluidas. El colectivo también participa de la Asamblea de los Pueblos del Caribe, del Foro Social Mundial de las Migraciones y de la Asamblea Mundial de los Habitantes.
Entre los objetivos que profesa cumplir la organización figuran “luchar contra el colonialismo, la supermacía blanca y el patriarcado; luchar por los derechos y la igualdad para todas las personas, en especial las mujeres, la niñez, migrantes y comunidades excluidas; repudiar los muros y tender puentes para toda la gente, de todos los colores y de todos los amores; denunciar la invisibilidad y exclusión que vive la comunidad dominico-haitiana y haitiana en la hermana República Dominicana; luchar por el derecho a la vivienda digna y contra los desalojos forzados; y repudiar intervenciones militares en nuestro hemisferio, particularmente en Haití, y exigir la cancelación de las deudas externas”.
De igual manera, según indican en sus postulados, “nos unimos a la denuncia internacional contra deudas ilegítimas e inmorales, y reclamamos que nuestros pueblos, y especialmente el pueblo haitiano, son los verdaderos acreedores de una deuda histótica, ecológica y social”.
Esta pasada semana ha sido una de mucho trabajo para Guerrero y COMUNA Caribe, “de solidaridad desde Puerto Rico” hacia Haití, si se pudiera decir, a raíz de la imposición de la Ley General de Migración en República Dominicana. Tras completarse el Plan Nacional de Regularización de la Ciudadanía Dominicana, esta ley desautoriza la permanencia en tierra dominicana de descendientes de haitianos indocumentados, si no nacieron en o antes de 1929.
Ante esto, más de 200 mil personas han sido deportadas de República Dominicana a Haití. Desde la lejanía, Guerrero y COMUNA Caribe andan en pie de lucha. De hecho, el pasado sábado COMUNA Caribe lideró una protesta en la Escuela de Derecho del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico contra la presencia del juez presidente del Tribunal Constitucional dominicano, Milton Ray Guevara, invitado a dar una conferencia en dicho recinto que, irónicamente, trataba el asunto de los derechos humanos.
“Haití está en una crisis hace mucho, mucho tiempo. No está preparada para recibir 200 mil personas de golpe, no hay recursos. En unos meses hay elecciones. Hay miles de personas viviendo aún bajo carpas por el terremoto de 2010. Hay una deuda inmensa y hace falta también el retiro de tropas. Se han perdido millones de dolares, ¿dónde están? Es una situación bien, bien grave”, acotó Guerrero.
Guerrero sabe de primera mano lo que dice. Primero que todo, es dominicana. Pero más que nada, va a Haití varias veces al año y fue una figura clave en el trabajo de solidaridad desde Puerto Rico hacia Haití en las postrimerías del terremoto de 2010, organizando viajes de socorro al hermano país y eventos en Puerto Rico, como el “Abrazo Caribeño”, que unió artistas de distintos géneros musicales y otras disciplinas para un recaudo masivo de víveres y dinero a favor del pueblo haitiano.
Además, en su labor anterior con el Comité Pro Niñez Dominico-Haitiana, trabajó de la mano con mujeres haitianas en varias capacidades, desde entrenamiento para parteras hasta enseñanzas básicas para distintas facetas del diario vivir.
“Nosotros hemos hecho mucho trabajo con el Comité Pro Niñez Dominico-Haitiana dirigido a las mujeres haitianas y dominico-haitianas y sus crías, y con mujeres en Puerto Rico, en Haití y en Republica Dominicana. Hemos trabajando con parteras en Haití, ayudando y compartiendo saberes con ellas, proveyéndoles vitaminas prenatales”, le dijo Guerrero a Diálogo.
“Incluso, en un momento dado proveíamos medicamentos como mizoprostol, que ayuda controlar las hemorragias por parto, pues en Haití la primera causa de muerte entre las mujeres son las hemorragias por parto. Por varios años estuvimos llevando ese medicamento a Haití y lo entregabamos a organizaciones que trabajaban con parteras, pero ya no los llevamos, pues en Haití el aborto es ilegal y ese medicamento puede ser usado para eso. Y para evitar alguna situación en la que alguna organización con la que trabajamos se vea afectada, pues la dejamos de llevar”, narró la activista.
Agregó que además han repartido vitaminas prenatales en el hermano país y laborado de la mano con el grupo Mujeres Tejiendo por Haití, de la partera Gisela Jung, enfocado en proveer ropa y otros suministros de tejidos a mujeres haitianas.
Entonces, está la otra labor, la abstracta, la que tiene que ver con buscar el cambio entre las políticas sociales de ambos países.
“Queremos que se entienda nuestra sólida posición política ante lo que sucede con respecto al derecho y la nacionalidad de las personas que nacen en República Dominicana de padres haitianos. Repudiamos la deportación de las más de 200 mil personas de ascendencia haitiana. Tenemos una crítica que va dirigida al Estado dominicano, pero también al de Haití. Hay irresponsabilidad de ambas partes. Primero, lo que ha hecho República Dominicana raya en la xenofobia. Pero también el gobierno de Haití ha sido muy irresponsable y no ha cumplido con su parte de documentar a sus ciudadanos. Después del terremoto, muchos edificios con documentos colapsaron. Hay haitianos que han perdido su documentación, tanto en República Dominicana como en Haití. Y hay otros que sencillamente no tienen documentación, porque nunca la han tenido”, señaló Guerrero.
“Nosotros no criticamos a ninguno de los dos pueblos. Nuestra crítica va dirigida hacia su gobierno”, añadió.
Guerrero dijo que para subsanar los roces entre ambos pueblos, es mejor enfocarse en lo que une a ambos países en la isla de Quisqueya.
“Hay muchos ejemplos de solidaridad. Por ejemplo, en 1965 hubo soldados haitianos peleando de la mano de los dominicanos cuando hubo la intervención de 44 mil marinos yanquis. Incluso, está la figura del poeta Jacques Viau Renaud, un haitiano que dio la vida por la causa constitucionalista de República Dominicana en aquel momento de la guerra civil”, indicó.
Mañana, el tema de las relaciones entre Haití y República Dominicana será discutido mañana a las 6:00 p.m. en la Casa de Cultura Ruth Hernández en Río Piedras, en lo que se ha denominado que será un “Conversatorio sobre la situación haitiana en República Dominicana”. En el mismo participarán las organizaciones COMUNA Caribe, el Comité de Solidaridad con el Pueblo de Haití, el Instituto Caribeño de Derechos Humanos, REDES, y Amnistía Internacional de Puerto Rico. Figurarán como panelistas la abogada de derechos humanos Annette Martínez y el profesor Eugenio García Cuevas.
“Nosotros, desde nuestra trinchera, buscamos informar lo más posible al pueblo de Puerto Rico. Desde acá, queremos llevar un mensaje, no tan solo de solidaridad, sino de información. Es una situación muy compleja”, puntualizó Guerrero.