
Bajo la luz natural, creada quizás por la tormenta solar matutina, se despedía a quien fue en vida una destacada educadora, la profesora Eméritus Nilda García Santiago.
Mucho antes de la hora del inicio de esta ceremonia, el lugar de encuentro, la Torre de la Universidad de Puerto Rico (UPR), estaba repleto de amigos de la educadora, quien falleció esta semana. La profesora García Santiago comenzó su carrera como docente en la Escuela Secundaria de la UPR.
Más adelante, dictó cátedra en el entonces Colegio de Pedagogía de la UPR. Fue Directora del Departamento de Programas y Enseñanzas, Decana Asociada de Asuntos Académicos y Senadora Académica. También ocupó el cargo de Decana de la Facultad de Educación y fue integrante del Consejo de Educación Superior de Puerto Rico.
Asimismo, fungió como Directora Ejecutiva de la Comisión Conjunta para la Reforma Educativa Integral de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico; perteneció a la Junta de Directores de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR); Presidenta de la Asociación de Empleados Jubilados de la UPR y formó parte de la Junta de Directores del Sistema de Retiro de la UPR.
Su contribución a la educación puertorriqueña y al magisterio le mereció, en el 2007, el reconocimiento del Premio Rafael Cordero y el Premio José Eligio Vélez de la AMPR. Las honras fúnebres fueron dirigidas por la doctora Beatriz Rivera, Decana de Asuntos Académicos, seguido de un mensaje de la Rectora de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP) Ana R. Guadalupe y del Presidente de la UPR, Miguel Muñoz.
Otros miembros de la Academia, como la Decana de la Facultad de Educación, Juanita Rodríguez Colón y la profesora Magda Sagardía, Senadora de la Facultad de Educación tambien se expresaron en la actividad. Posteriormente, la familia de García Santiago emitió unas palabras y se inició el turno de Guardias. Luego de la interpretación del Coro de la Escuela Secundaria de la UPR, dirigida por Néstor Hernández, las voces de todos los presentes se unieron en el himno de la Universidad, dirigido por la guitarra de Hernández. Entre llanto, se anunciaba el último adiós del alma mater a la profesora Eméritus Nilda García Santiago.