Por Marieli Collazo Vega
A pesar del panorama de crisis económica en el País, el deseo de los jóvenes por incorporarse al mundo de los negocios continúa. Sin embargo, éstos enfrentan grandes dificultades en el proceso de lograrlo; Puerto Rico es uno de los países con un sistema de reglamentación de permisos más costoso y burocrático en todo el mundo. Según un estudio realizado por la entidad The World Economic Forum, Puerto Rico ocupa la posición número 131 de 134 países evaluados.
La experiencia de los jóvenes empresarios Rubén Ramos y Samuel Medina para establecer su negocio prueba ser evidencia de los resultados del estudio. Se trata del proyecto Librería Libros AC Barra & Bistro, un espacio donde predomina la literatura de diversos intereses y variedades, el cual cuenta con un espacio para degustar café y comida. La librería hizo su apertura hace trece meses pero la construcción del local había comenzado en diciembre de 2011.
Los dueños de Libros AC habían pensado abrir el espacio en mayo de 2012, pero no pudieron cumplir con su meta establecida. En agosto de 2012 estaban listos para la apertura, pero según Ramos, los permisos no estaban listos. Las dificultades fueron tantas que la primera semana de octubre abrieron sin la cocina, sólo operando la librería, por lo que tuvieron que explicarles a los clientes que más adelante podrían disfrutar de ese servicio.
Rubén Ramos, cofundador de Libros AC / foto: Giovanni Maldonado
“Nosotros estuvimos quizás tres meses yendo dos veces por semana de una oficina a otra sin que las mismas personas que atienden supieran a donde nos estaban dirigiendo”, sostuvo Ramos. Según el empresario, la solicitud de permiso para la ubicación de una valla de contención en el exterior del local se tardó más de tres meses.
La dificultad en los procesos de obtención de permisos así como la crisis económica no ha sido impedimento para que exista el deseo y la inquietud de ser el empleador y no el empleado. Hay un movimiento de empresarismo novel que está en cierta medida ocupando espacios tradicionalmente dominados por las grandes empresas en el País.
Dilema entre facilitar y perpetuar deficiencias
Según Carlos Serapión, presidente de la compañía de gestores y consultores Serapión & Asociados, la mayor dificultad en la obtención de permisos recae en los retrasos de los municipios. Para el gestor, la dificultad la pone el mismo sistema, pues según Serapión, la persona que no está familiarizada con las agencias de gobierno puede tardarse varios meses en obtener un permiso, mientras que él lo puede lograr en varios días.
En respuesta a la burocracia de obtención de permisos se creó la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe) bajo la Ley 161 del año 2009, titulada Ley para la Reforma del Proceso de Permisos de Puerto Rico. En enero de 2009, en la Isla habían 900 proyectos pendientes de evaluación en la Junta de Planificación y más de 3,000 solicitudes de permisos pendientes enla Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE). Según la Ley, en conjunto, se estimó que estos proyectos podían representar más de 12 millones de dólares en inversión para la economía del País. Por esa razón y con el propósito de agilizar los procesos de solicitud de permisos se creó el Sistema Integrado de Permisos (SIP), una plataforma digital que permite hacer dichas gestiones.
El ingeniero Carlos Dávila, especialista de permisos de la División de Uso de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe), señaló que dicha agencia está “creada para profesionales, no para un ciudadano común”, refiriéndose al mecanismo de solicitud de permisos a través de correo electrónico. Para Dávila, ese mecanismo no es eficiente pues no está adaptado para ciudadanos no profesionales o mayores de edad, que desconocen o no dominan los procesos a través del mundo digital. Ese tipo de ciudadano común, según el ingeniero, es el que acude con más frecuencia a solicitar permisos. Para atender las solicitudes de permisos, la División de Uso de OGPe cuenta con tres empleados, incluyendo al Gerente de Permisos.
Por esa razón, Dávila recalcó en la necesidad de un mejor servicio al cliente para evitar que el ciudadano regrese a las oficinas al no tener los documentos completos y por no estar bien orientado. De igual forma, mencionó que la función de gestores como Serapión puede crear la visión de ineficiencia en la concesión de permisos en las agencias gubernamentales. Según Dávila, la orientación sobre los procesos que OGPe pueda darle al gestor no garantiza que el gestor informará correctamente al cliente. Por esa razón, al continuar la desinformación, los clientes se verán en la obligación de acudir a solicitar sus servicios sin antes intentarlo en las agencias gubernamentales correspondientes.
El Senado de Puerto Rico aprobó el Proyecto del Senado 769 que propone varias enmiendas a la Ley 161 del año 2009. Entre ellas, la eliminación de la Junta Adjudicativa, la Junta Revisora y la Oficina del Inspector General de Permisos, cediendo dichas responsabilidades al Director Ejecutivo la OGPe. De igual forma, dicha oficina queda ahora independiente de la Junta de Planificación.
Al apoyar la medida, senadores del Partido Popular Democrático sostuvieron que “el sistema conceptualizado y adoptado mediante la Ley 161-2009 no ha dado los resultados esperados. Por lo tanto, el modelo presentado por el Proyecto del Senado 769 pretende reducir el tiempo que conlleva obtener un permiso y ampliar la participación ciudadana en el proceso de otorgación de un permiso”.
Ante la situación de dificultades para la obtención de permisos en las agencias gubernamentales y las medidas tomadas para mejorar los servicios con la creación de la OGPe, actualmente se discute en la Cámara de Representantes la medida ya aprobada en el Senado, con el propósito de agilizar los procesos y disminuir la burocracia en dicha agencia.