
Miembros de la facultad de la Escuela de Comunicación (COPU) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) exigieron a la administración del Recinto de Río Piedras que atienda su reclamo de unas instalaciones estables, luego de que la destrucción de su edificio provocada por el huracán María dejara a profesores y alumnos en un limbo que —aseguraron— pudiera poner en riesgo la acreditación profesional de sus programas.
Encabezados por la profesora Lourdes Lugo, los docentes denunciaron hoy en conferencia de prensa la poca atención que sienten le han brindado las autoridades universitarias a la situación de COPU, que por segunda ocasión en 20 años ha visto como sus instalaciones sufren pérdidas millonarias a consecuencia de un ciclón.
Desde que el Recinto de Río Piedras reanudó sus labores académicas el pasado 30 de octubre, las clases de la escuela se han tenido que impartir en múltiples facultades y edificios alrededor del campus, incluyendo el Centro de Estudiantes, la Facultad de Ciencias Sociales, Radio Universidad y el Decanato de Estudios Graduados e Investigación (DEGI).
La profesora Lugo manifestó que desde un principio la facultad reclamó que se les acomodara en un espacio adecuado que evitara que estuvieran dispersos. “Entendíamos que había espacio suficiente en Plaza Universitaria, no obstante la ubicación sigue siendo dispersa”, denunció.
Asimismo, las oficinas de los profesores las “han ubicado en la Torre Norte, en la Torre Sur, en la Torre Central, en Radio Universidad y en la Facultad de Humanidades. Así que nos han ubicado pero seguimos dispersos. Hay unas oficinas que están [en Plaza Universitaria] pero el problema es que seguimos estando en diferentes torres”, agregó la también coordinadora del programa de Información y Periodismo de COPU.
El presidente del Consejo de Estudiantes de la escuela, Jeriel Cuadrado, igualmente se refirió a esta problemática como uno de los elementos que más han afectado a la matrícula en su quehacer académico a lo largo del pasado semestre y en el comienzo del nuevo ciclo hace poco más de una semana.
“Los profesores deben establecer sus horas de oficina para los estudiantes poder contactarse con ellos cuando tengan una duda en algún trabajo. Ese es el reclamo que me han hecho llegar los estudiantes. El sentir general es ese, que no tienen un lugar que llamen suyo. No tienen una facultad en la que puedan decir ‘este es mi edificio, este es el lugar en el que me estoy formando como un futuro comunicador’”, matizó Cuadrado.
Lugo informó que el rector interino Luis A. Ferrao se comprometió a reunirse mañana miércoles con los miembros de la facultad de COPU, luego de cancelar un encuentro entre las partes el pasado 13 de marzo.

La profesora Lugo alertó sobre los riesgos que enfrenta COPU con respecto a sus acreditaciones profesionales. (Manuel Guillama/Diálogo)
Los docentes insistieron en la urgencia de atender la carencia de unas instalaciones permanentes para la escuela, máxime cuando ya la visita de la Accrediting Council on Education in Journalism and Mass Communication (Acejmc) —entidad que desde 2012 mantiene acreditados los tres programas de bachillerato que se ofrecen en COPU—, que estaba pautada para febrero, fue retrasada por los daños físicos que sufrió el edificio que colinda con la avenida Gándara.
La visita de la casa acreditadora, informó el profesor Rubén Ramírez, fue reprogramada para febrero de 2019, momento para el cual la facultad espera poder contar con unas instalaciones aceptables. Sin embargo, para octubre de este año, la escuela deberá someter el borrador de un informe de autoestudio.
“En febrero, para la visita de acreditación se requiere de unas instalaciones que cumplan con los requisitos básicos de una unidad académica, tales como seguridad para los estudiantes, cohesión institucional e instalaciones adecuadas para el profesorado”, detalló Ramírez.
Por su parte, la profesora Nora Soto afirmó que otra de las preocupaciones principales es la “proyección” que pudieran dejar las circunstancias actuales en la mente de potenciales candidatos a ingresar a la Escuela de Comunicación.
En ese sentido, dijo que COPU típicamente recibe más solicitudes de ingreso de las que puede aceptar, sobre todo por falta de espacio físico, lo que incrementa la necesidad de que, a largo plazo, el recinto le provea un lugar adecuado que refleje el prestigio que se ha ganado durante su trayectoria de 46 años.
“Las acciones tomadas por la institución no responden a las necesidades básicas para atender a la comunidad de la escuela, compuesta por sus 551 estudiantes, 34 profesores, incluyendo 18 de plantilla regular, y cinco empleados administrativos. Entendemos que la escuela amerita unas instalaciones dignas y seguras”, planteó Lugo.
“[Aunque] la construcción de un nuevo edificio se presenta como el escenario ideal, somos conscientes de las limitaciones fiscales que enfrenta la universidad y el País, por lo que demandamos que se nos ubique en lugares dignos, adecuados y seguros”, sentenció la catedrática.
Los docentes aprovecharon para exigir a las autoridades universitarias información actualizada sobre el estado del edificio que hasta el paso del huracán albergaba a la Escuela de Comunicación.
“Durante los pasados meses, luego de haber hecho una evaluación exhaustiva de los devastadores efectos que el huracán María tuvo en nuestro recinto, nos hemos dedicado a mitigar la severidad de los problemas que sufrieron nuestras estructuras. Como de todos es sabido, los daños en la sede de la Escuela de Comunicación Pública fueron de tal magnitud que fue imposible su reapertura y nos vimos obligados a identificar una sede alterna temporera en Plaza Universitaria como el mejor espacio disponible, donde se culminó el semestre pasado y ha comenzado el nuevo ciclo académico”, dijo el rector interino Ferrao en declaraciones escritas.
“Estamos al tanto de los reclamos de los profesores y de las necesidades mínimas que se deben satisfacer para que puedan cumplir con sus responsabilidades académicas de la manera más adecuada posible dentro de estas circunstancias tan excepcionalmente difíciles. Desde hace varios días se tiene programada una reunión con el doctor Jorge Santiago Pintor, director de la Escuela, para este miércoles, 21 de marzo, concertada para atender este asunto y buscar la mejor solución posible. Asimismo, estamos en la mejor disposición de reunirnos nuevamente con el claustro”, agregó Ferrao.