YEONPYEONG, Corea del Sur- Corea del Norte dijo que no reaccionará ante los ejercicios militares realizados hoy lunes por su vecino del sur en una disputada frontera marítima, mientras CNN reportó que Pyongyang acordó el ingreso de inspectores nucleares, aliviando más las tensiones.
La voluble Corea del Norte había amenazado con atacar de nuevo si los surcoreanos seguían adelante con sus maniobras, pero horas después del final de los disparos de artillería afirmó que "no vale la pena" iniciar una respuesta militar.
"Consideramos que no vale la pena reaccionar a cada una de las provocaciones militares", reportó la agencia oficial de noticias KCNA, citando al Ejército del Comando Supremo del Pueblo de Corea del Norte.
También era posible un avance diplomático, después de un reporte indicando que Pyongyang dijo al enviado estadounidense Bill Richardson que aceptaría reanudar la visita de inspectores internacionales de su programa nuclear.
El ejercicio militar del lunes duró poco más de 90 minutos, con disparos constantes de artillería que sacudieron los búnkers situados en la isla surcoreana de Yeonpyeong.
"No puedo decir exactamente cuántos disparos hubo, algunos fueron distantes y otros bulliciosos. El búnker se está sacudiendo y la gente aquí está preocupada, incluyéndome a mí", declaró un testigo Reuters en la isla.
El 23 de noviembre, la última vez que Seúl realizó ejercicios militares desde Yeonpyeong, isla cercana a una disputada frontera marítima frente a la costa occidental de la península, Pyongyang lanzó proyectiles de artillería, matando a dos civiles y dos marines en el peor ataque contra territorio surcoreano desde el fin de la Guerra de Corea en 1953.
El ejercicio de los marines se produjo horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera para abordar la crisis en la región sin llegar a un acuerdo, con Rusia y China resistiéndose a condenar explícitamente a Pyongyang por el ataque del mes pasado.
Posible avance
El diplomático estadounidense Bill Richardson, quien visitó Pyongyang para intentar aliviar las tensiones, consiguió un acuerdo de Corea del Norte para permitir el regreso de los inspectores de seguridad de Naciones Unidas, según la cadena CNN, que tiene un equipo viajando junto a él.
Pyongyang "accedió a permitir que el personal de la agencia internacional de energía atómica regrese a la instalación nuclear en el país y acordó negociar la venta de 12,000 barras de combustible y enviarlas fuera del país, presumiblemente a Corea del Sur", dijo CNN, citando a su corresponsal Wolf Blitzer en Pyongyang.
"El Norte también accedió a considerar la propuesta de Richardson de una comisión militar entre Estados Unidos, Corea del Norte y Corea del Sur, así como una línea telefónica separada para los ejércitos de ambas coreas", agregó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano dijo que no podía confirmar el acuerdo.
"Aún no tenemos detalles específicos, de modo que es demasiado pronto para hacer una evaluación oficial", señaló un portavoz.
Pero como la visita de Richardson no es de carácter oficial, no está claro si el reportado acuerdo aliviará las tensiones, especialmente considerando los malos antecedentes de Pyongyang a la hora de cumplir sus promesas.
Corea del Norte expulsó a los inspectores de la ONU en abril del 2009, después de romper un acuerdo previo de ayuda a cambio de su desarme.
"Significa que están preparados para ceder, al menos en parte, sobre el programa de plutonio, que ha sido la fuente de las barras de combustible que obtuvieron", dijo el experto sobre Corea del Norte Kim Yong-hyun, de la Universidad de Dongguk. "Sería un progreso considerable", comentó.
Sin embargo, el mes pasado Corea del Norte dio a conocer sus progresos técnicos en enriquecimiento de uranio, sugiriendo otra razón de por qué estaría dispuesto a dejar de lado su programa de plutonio.
De modo que aunque las ofertas norcoreanas indiquen que está cediendo a la presión internacional tras meses de disputa, éstas podrían significar poco más que un gesto conciliador.
La tensión por los ejercicios militares de Corea del Sur afectaron los mercados coreanos cuando abrieron el lunes, con el won cayendo casi un 2 por ciento a un mínimo en cuatro semanas frente al dólar y las acciones también bajaron en las primeras operaciones.
Pero las acciones recuperaron buena parte de sus pérdidas para cerrar a la baja apenas en un 0,3 por ciento, mientras que el won registró avances en el mercado local frente al dólar.