“No hay nada más satisfactorio que el ver que con, (el niño) con su propio trabajo físico e intelectual va haciendo crecer hortalizas allí donde sólo había escombros o arena y además comérselas al final del proceso”, describe el autor Carlos Romón del libro Guia del Huerto escolar. Por esto la iniciativa de la Escuela Benjamin Carrión en Cayey es tan importante iniciativa. Los niños cuando muestran, con orgullo, las hortalizas que recién comienzan a cosechar en su huerto evidencia el compromiso que tienen con el proyecto. Alimentos como los Tomates, pepinillos, berenjenas, pimientos, lechugas y calabazas forman parte de la cosecha que estos jóvenes horticultores de los grados segundo y tercero, han sembrado con sus maestros– Enid Alicea, Elliot Silva, José Santiago, Frank Reyes y Vilmary Inostroza—y el agente agrícola de Extensión Agrícola de Cayey, el agronómo Eliacim Caraballo. Para el agrónomo Caraballo entre los conocimientos más valiosos que han adquirido los jovencitos está la importancia de la preparación del terreno, la irrigación correcta y la aplicación de abono. Además, han aprendido sobre las plagas y el control de éstas en las hortalizas. Yamaliel Román de Jesús, uno de los estudiantes de tercer grado, realizó la presentación del proceso de la caja de siembra. Este jovencito demostró que aún a su tierna edad puede cosechar en la escuela y en su casa, ahorrándole a su familia en la partida de compra de alimentos. Además, todos los niños reconocen que hay que mejorar la nutrición mediante el consumo de hortalizas frescas. Según Romón, estas iniciativas son consideradas como una herramienta de aprendizaje en la que los niños, más que aprender a sembrar logran desarrollarse en otras áreas del conocimiento. Alguna de las partes que se desarrollan son la orientación espacio-temporal, lateralidad, motricidad fina, exploración con los sentidos, planteamiento de preguntas y el desarrollo de estrategias de investigación.