El Dr. Pablo Méndez Lázaro, catedrático asociado en el Departamento de Salud Ambiental del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), lidera el proyecto “Aerosol Monitoring System”, auspiciado por la National Aeronautics and Space Administration (NASA), para monitorear los niveles de riesgo del polvo del Sahara, esto junto a una veintena de colegas.
“Se trata de una plataforma -disponible en la web, en un app y otros dispositivos- que permite establecer los niveles de riesgo del polvo del Sahara”, explicó Méndez Lázaro en entrevista con EL VOCERO.
La plataforma, que actualmente está bajo la evaluación del Departamento de Salud (DS) y el National Weather Service (NWS) de San Juan, cuenta con cuatro tacómetros en los que se puede ver el impacto de las nubes del polvo del Sahara en las regiones de San Juan, Fajardo, Ponce y Mayagüez.
“En estas regiones hay grandes concentraciones de población”, comentó Méndez-Lázaro.
La plataforma fue desarrollada bajo el concepto “Human Centered Design”, “se empieza trabajando con las personas más afectadas por el problema”, dijo el investigador, quien es especialista en el desarrollo de nuevas tecnologías en beneficio de la investigación sobre la salud pública y las poblaciones vulnerables.
La plataforma, “Aerosol Monitoring System”, está en su fase piloto, “por lo que es el momento idóneo para probarla”. El objetivo de la herramienta es “dar mayor visibilidad a cómo se distribuyen los aerosoles, cómo llegan y cómo se dispersan alrededor de la Isla”, explicó Méndez-Lázaro.
El equipo que trabaja el proyecto lo forman investigadores, estudiantes recién graduados, colaboradores y científicos de diversas áreas vinculadas a la salud y la atmósfera.
Las instituciones principales que participan en esta iniciativa son el RCM, el Recinto de Río Piedras de la UPR, University of South Florida, College of Marine Science, la Oficina de Preparación y Respuesta del DS y su Programa de Manejo y Control del Asma, el NWS de San Juan, y el Centro Comprensivo de Cáncer, entre otras.
El proyecto es financiado por el Programa de Calidad de Aire y Salud de la División de Ciencias Terrestres de NASA.
El Polvo del Sahara es la capa de aire sahariano, que está compuesta por la masa de aire seca y polvosa que llega desde el desierto del Sahara en África. Las pequeñas partículas de polvo pueden causar irritación de ojos, nariz y garganta a toda persona, pero especialmente a pacientes de alergias y asma.