Acinetobacter Baumannii es un patógeno oportunista que infecta a personas con un sistema inmune débil y el tratamiento resulta ser difícil dado a que es resistente a múltiples antibióticos. El microorganismo tiene la capacidad de adherirse en superficies artificiales utilizando una malla de exopolisacáridos que lo ayuda a protegerse de factores externos del ambiente, químicos de limpieza, antibióticos, entre otros. A. Baumannii está en el grupo de los “Super Bugs” junto con el famoso Staphylococcus aureus (MRSA), Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae y otros, que son resistentes a múltiples antibióticos y que son los responsables de las infecciones nosocomiales más peligrosas a través del mundo. Cabe resaltar que A. Baumannii (el que no es multi-resistente a antibióticos), y otros miembros de la especie Acinetobacter (muchos de ellos no patógenos), se encuentran naturalmente en nuestra piel y en nuestra materia fecal, junto a trillones de otros microorganismos.
A. Baumannii cobró notoriedad en los hospitales militares en el 2003 durante la guerra de Iraq y Afganistán por causar múltiples infecciones a los soldados estadounidenses. Se cree que debido manejo de transporte de pacientes, el uso de antibióticos y la frecuencia de los pacientes a rotar en los mismos lugares, A Baumannii surgió como foco de infección. Peor aún, pacientes infectados o tratados fueron transportados a hospitales cerca de su hogar, transportando en sí la cepa de A. Baumannii resistente a antibióticos. No cabe duda alguna que en Puerto Rico esa cepa llegó a los hospitales debido a la hospitalización de algún paciente que es veterano de guerra.
El brote de A. Baumannii en el Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina, cuya presencia fue encontrada en 69 pacientes, entre ellas 32 difuntos, fue regado debido al pobre manejo del protocolo de limpieza de equipo y de las manos (modo más común de transmitir esta bacteria) por parte de empleados del hospital, según el informe del Center for Disease Control and Prevention (CDC). Solamente el 40% de las enfermeras, un 46% de los terapistas de respiración y un 0% de los técnicos de rayos X se limpiaban las manos. El informe indica que no se pueden asociar las muertes de las personas infectadas con A. Baumannii directamente a la bacteria. Esto se debe a que una bacteria puede colonizar pero no causar infecciones, es decir, su presencia es notable pero su actividad fisiológica no es activa, la bacteria está “durmiendo”.
La presencia de A. Baumannii en los pulmones y en la sangre es indicio de una infección severa y peligrosa. El informe del CDC indica que una persona tenía presencia de A. Baumannii y en la sangre, y otra en el tubo endotraqueal, Pero un 33% de los pacientes arrojaron la bacteria en la mucosa de los pulmones, indicando indirectamente un serio problema de higiene del equipo para entubar a los pacientes. Entre estadísticas adicionales, se indica que el rango de las edades de los pacientes infectados fue de 30 años hasta 91 años, con una edad promedio de 63.2 años. Desafortunadamente el informe no precisa exactamente si estas muestras pertenecen a un paciente o a un difunto
Pero no todo son malas noticias, el informe también indica que a pesar que el manejo de pacientes, protocolos de limpieza de equipo y de mano y, le añado, el de comunicación, tiene que mejorar, ha habido una merma en los pacientes con la presencia de A. Baumannii. El foco de infección debe ir disminuyendo hasta desaparecer si se siguen estrictamente los protocolos de higiene y limpieza.