Una de las preocupaciones en la sociedad es el alto índice de obesidad, al punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó la condición como una epidemia mundial. Al momento, estudios en Estados Unidos evidencian un aumento de 34% en el índice de masa corporal (IMC) de la población adulta.
Puerto Rico no es la excepción en este renglón, con una alza de 66.2% en el IMC que perjudica a personas entre 45-64 años, según datos recientes del Departamento de Salud. De hecho, según el estudio Metáforas del cuerpo en jóvenes puertorriqueños II, realizado este año por las doctoras Juana Castillo y Antoinette Alom Alemán de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey, hay un incremento de sobrepeso en la comunidad universitaria del país.
Dado a la alarmante situación, la ciencia recurre a dos principales cirugías bariátricas: la Roux-en-Y gastric bypass (Roux-en-Y) y la Vertical Sleeve Gastrectomy (LSG). ¿Cuál es la opción más beneficiosa para el paciente?
En la investigación Los efectos metabólicos de la cirugía bariátrica en pacientes puertorriqueños, los doctores Héctor Núñez, Pablo Altieri y Albert Suárez, del Departamento de Medicina y Fisiología del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, plantean que el Roux-en-Y debe ser la opción quirúrgica de aquellos que tengan mayor cantidad de complicaciones asociadas a la obesidad.
En el caso del LSG, sugieren que este procedimiento es más favorable para pacientes cuya única meta sea la pérdida de peso.
En su estudio, que contó con gran participación de mujeres, se analizó a 34 pacientes que optaron por el procedimiento LSG y otros 102 que seleccionaron el Roux-en-Y, un año después de ser operados. En ambos grupos estaban presentes distintos trastornos producto de la obesidad, como la hipertensión arterial, la diabetes tipo dos, apnea de sueño y dislipidemia.
Entre los resultados, se destaca que la intervención tipo Roux-en-Y logró una reducción mayor en los parámetros metabólicos, como una baja de 10.49% del colesterol total y 14.99% en liporoteína de baja densidad, en comparación con el método LSG que las redujo un 1.80% y 7.62%, respectivamente.
Además, Roux-en-Y influyó más en la reducción de dislipedemia. En cambio, ambos recursos muestran poca diferencia en la disminución del IMC, azúcar en la sangre y triglicéridos, y del aumento en el colesterol bueno.
No obstante, el Roux-en-Y tiene efectos posoperatorios secundarios, como lo son hernias internas, úlceras marginales, estrecheces en conexiones quirúrgica y deficiencias de vitaminas.
En fin este procedimiento se recomienda a pacientes con grado alto en enfermedades asociadas al sobrepeso. Mientras que el LSG es un proceso más simple, rápido y con menos complicaciones, apropiado para pacientes con el solo propósito de reducir peso.