Diálogo UPR | ¿Cuál es la Universidad que necesita Puerto Rico?

16 de junio de 2010 Por Ana Helvia Quintero Opinión

SOBRE EL AUTOR

Ana Helvia Quintero

Es profesora en el Departamento de Matemáticas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras donde trabaja proyectos de investigación y de desarrollo educativo. Entre estos el Proyecto Acceso al Éxito, el cual apoya que un mayor número de estudiantes, sobre todo los de bajos ingresos, continúen estudios post secundarios. Se ha desempeñado también como Subsecretaria para Asuntos Académicos del Departamento de Educación; Ayudante del Presidente de la Universidad (1986-89); Vice Presidenta de Asuntos Académicos de la Universidad de Puerto Rico (1989-1991). Ha publicado varios libros sobre educación y sobre la enseñanza de las matemáticas.

¿Cuál es la Universidad que necesitamos hoy en nuestro país?, comenzó por preguntar la Dra. Ana Helvia Quintero, en la Actividad Cumbre del Decimonoveno Senado Académico de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Arecibo, realizada en abril. “Un buen ejemplo de una reflexión que están haciendo las universidades americanas es la de la Universidad de California en Berkley, que es una de las mejores universidades públicas en Estados Unidos. A través de sus planes estratégicos también se están preguntando, ¿cuál debe ser el rol de la Universidad?, en este caso de una universidad del estado”. La profesora del Departamento de Matemáticas de la UPR en Río Piedras explicó que es una pregunta que las instituciones de educación superior se están haciendo en todo el mundo.

Para la educadora, en Puerto Rico se necesita pensar en cuál es la Universidad que el país necesita y cuál es el tipo de Universidad que responderá a sus necesidades. “En este proceso hay que mirar el contexto. La Universidad de hoy es diferente a la de hace 100 años y a la de hace 200 años. Si uno estudia la historia de las universidades uno ve que éstas han ido cambiando a medida que el contexto cambia y las que no cambian, lo que ocurre es que desaparecen”. Importante, resulta entonces, que los administradores universitarios no se aferren a modelos caducos de institución o de enseñanza pues, según explicó la Dra. Quintero, las universidades tienen que estar al tanto de cuáles son las realidades y cómo atender las mismas.

Para realizar una evaluación responsable en esta línea, la Dra. Ana Helvia Quintero menciona varios asuntos a considerar:
1. la importancia del conocimiento en la economía y solución de problemas sociales,
2. la transformación de los saberes y la creciente interacción entre ellos
3. la necesidad de una educación de por vida
4. el costo de la investigación y la labor universitaria

Numerosos estudios han demostrado que el poseer un grado universitario tiene una repercusión notable en la calidad de vida de las personas, pues suele ayudar al individuo a conseguir mejores empleos y de algún modo le acerca al éxito en la vida profesional. Para muchos, ir a la universidad se ha convertido hoy por hoy en una necesidad. Sin embargo para cada institución de educación superior es importante identificar su nicho y conocer las necesidades de la población a la que atienden.

“Un estudio que hizo el Consejo de Educación Superior encontró que en Puerto Rico las universidades se parecen mucho. Esto es un problema pues cada día se necesita más que las personas tengan estudios universitarios pero claramente con diferentes tipos de estudios universitarios. Yo creo que tenemos que empezar a buscar nuestros nichos y trabajar en ellos y a la vez colaborar… porque sino vamos a estar todos tratando de hacer lo mismo en pequeñas dimensiones en vez de enfocar y ser excelentes en un área y entonces intercambiar con los otros”, recalcó la profesora universitaria.

Resulta esencial reconocer que las necesidades de los estudiantes varían dramáticamente y por lo tanto la oferta debe ser, precisamente, variada. Asimismo, para la catedrática de la UPR es importante que los estudiantes comiencen a percibir la educación superior como una necesidad más que como una posibilidad y en, esta dirección, recomienda mejorías en la relación entre el sistema de educación preuniversitario y las universidades. Igualmente, recomienda que se estreche la relación entre cada universidad y su división de educación continua. En estos casos, relaciones más estrechas, sin duda, contribuirán a la constancia por parte de cada individuo en el proceso educativo, o lo que la Dra. Quintero llama ‘educación de por vida’.

La Universidad no puede estar ajena a las realidades sociales, recalcó la Dra. Quintero. Es precisamente el intercambio entre la Universidad y la sociedad, lo que hace a la Universidad pertinente, impulsa saberes y la creciente interacción entre ellos. Este punto cobra especial importancia cuando los problemas sociales son complejos y no pueden pensarse desde una sola perspectiva o disciplina. Para esta educadora, los problemas sociales a los que nos enfrentamos requieren trabajo en equipo y que estos equipos, a su vez, sean multidisciplinarios.

“Las universidades tienen que empezar a romper las barreras que tienen entre los departamentos -que cada uno de los departamentos es como un mundo- y empezar a trabajar más en equipo y, a su vez, a los estudiantes permitirles más el cruce. O sea, que si yo voy a estudiar una carrera o una disciplina, pueda tener la oportunidad de ver y de poder tener créditos y estudios en otras áreas”, explicaba.

Al reflexionar sobre la Universidad que Puerto Rico necesita, la Dra. Quintero entiende que se deben revisar varios principios: la dicotomía entre la educación general y la especializada, el que deba haber cursos comunes para todos los estudiantes y la enseñanza de competencias de comunicación. Asimismo, entiende que el fortalecimiento de una actitud emprendedora y el fomento de la adaptabilidad al cambio son áreas que requieren atención, independientemente de la disciplina con la que se trabaje o la tarea que se desarrolle.

Según la Dra. Ana Helvia Quintero, el primer paso en esta dirección lo puede dar la misma Universidad pensando más en la colaboración, el trabajo interuniversitario y en cómo puede cada institución ayudar al País desde su nicho. “Pero también vamos a necesitar unos cambios en diversificar la oferta pos-secundaria, la educación continua, una mayor relación en la oferta, ampliar la investigación en cuanto a colaboración entre instituciones, con la empresa y con el gobierno. Muchas universidades ya están trabajando con las industrias. Yo creo que nosotros tenemos que también romper esa barrera de la universidad que está a parte de la industria, del gobierno, y repensar las estructuras administrativas para ejercer la flexibilidad de, por ejemplo, compartir profesores entre departamentos, entre recintos. También entre los distintos sistemas universitarios, inclusive entre las diferentes universidades. Yo creo que tenemos que ir moviéndonos en esa dirección”, reflexionó.

Aunque las tendencias generales en cuánto a la Universidad que necesita el País parecen claras, expuso la educadora, el nuevo contexto es, precisamente, incierto y complejo y exige una actitud de reflexión constante. “Yo creo que lo importante es estar siempre preguntándonos: ¿estamos haciendo lo mejor que podemos? ¿cómo lo podemos cambiar? ¿cómo buscar alternativas? A veces las universidades tienden a ser muy conservadoras y la universidad debiera ser donde se generan todas estas propuestas de cambio, de nuevas ambiciones”, concluyó.

La Dra. Ana Helvia Quintero, doctorada por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), es catedrática del Departamento de Matemáticas en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Tiene a su haber la autoría de múltiples publicaciones, entre ellas Muchas reformas, pocos cambios: hacia otras metáforas educativas, Educación con sentido: reflexión sobre una experiencia práctica y ¿Qué me pasa con las matemáticas? Trabaja proyectos de investigación y desarrollo educativo, como Acceso al éxito, cuyo objetivo es fomentar que estudiantes de bajos ingresos continúen estudios postsecundarios.

Para acceder al texto original puede visitar Universia Puerto Rico.