¿Cuán saludables son los açai bowls?

Después de una buena comida, hay quienes siempre regresan a la nevera en busca de algo dulce; digamos, un “postrecito”. Buscan y rebuscan por cada gaveta y tablilla y no encuentran algo que les satisfaga. Pasan a la alacena, pero en realidad quieren algo refrescante, algo que sea frío. Entonces es cuando alguien sugiere ir por un açai bowl. Este es dulce y mayormente preparado con frutas, por lo que al ingerirlo las personas no se sienten tan culpables como cuando se comen un mantecado con chocolate o caramelo.

Hace algunos años los açai bowls llegaron al mercado local. Las tiendas de comida saludable poco a poco fueron incluyendo en su menú este plato tropical. Su técnica de mercadeo era presentarlo como una opción dulce, pero saludable.

El açai es un tipo de cereza alta en antioxidantes cultivada en Brasil. Comenzó a ser comercializada a través de diferentes marcas, siendo una de las más conocidas Sambazón. Esta marca mercadea el açai en diferentes maneras: en puré, en helado, congelado o como bebida energizante.

Parte del procesamiento del açai. (Suministrada)

En Puerto Rico la experiencia para ordenarlos es algo así como cuando se va por un helado, donde pueden añadirle los “toppings” y siropes que gusten. Los sirven en envases con los complementos que las personas deseen, entre estos frutas como guineo, fresas, coco rayado y kiwis –que suelen ser los favoritos— junto con granola, almendras, chocolate, aceite de coco y nutella, entre otros.

Poco a poco, los açai bowl fueron adquiriendo fama en este pedazo de tierra. Desde Ponce hasta Arecibo y de Fajardo a Aguadilla existen food trucks y locales que se especializan en servirlos. Hay quienes los comen como desayuno, almuerzo o cena porque la porción que sirven es tanta que puede llegar a sustituir una de las comidas. Sin embargo, están quienes los piden como postre por ser tan dulces, y se puede decir que lo comen con la seguridad de que le hacen un bien al cuerpo. Pero, ¿cuán saludable realmente son los famosos açai bowl?

Según la nutricionista Yarilis Rosario Núñez, el açai es una fruta que es una buena fuente de vitaminas A, C y E, así como de calcio, fósforo, hierro y tiamina. También contiene altos niveles de antioxidantes y fibra. La licenciada explicó que su alto contenido en antioxidantes ha sido relacionado con beneficios a la salud cardiovascular y digestiva, así como para combatir la artritis y otras condiciones. Sin embargo, aclaró que la información científica que existe sobre esta fruta es limitada, por lo que su beneficio aún no está completamente comprobado.

“No hay un número para decir cuán saludable o no es un alimento. Eso depende de muchos factores como son la cantidad y el método de preparación. Por lo tanto, va a depender de la cantidad que comas y lo que añadas en tu bowl. En sí, la fruta es saludable, pero muchos bowls tiene más cosas añadidas que la misma fruta. Como sabemos, todo en exceso es dañino”, explicó Rosario Núñez.

Aclaró que un paquete de açai congelado, que viene siendo una porción, tiene aproximadamente 110 calorías. Sin embargo, esa cantidad no es ni siquiera una taza, por lo que en muchos lugares sirven más de un paquete de açai por bowl. Ya eso representa un exceso de calorías y azúcar.

“Los bowls que estamos viendo comercialmente sobrepasan fácilmente las 500 calorías. Un paquete pequeño del açai congelado tiene aproximadamente 110 calorías, cuatro gramos de grasa y 16 gramos de azúcar. Esta cantidad no alcanza una taza y podemos ver que se utiliza mucho más en los bowls. Hay envases que pueden incluir más de cinco paquetes, sobrepasando solo en açai las 500 calorías”, dijo.

El açai bowl incluye diferentes frutas, granola y otros acompañantes como nueces, aceite de coco o nutella. (Suministrada)

También mencionó que, cuando se le añade al menos dos cucharadas de aceite de coco y coco rayado, pueden llegar a aportar mucho más de 100 calorías. Además, la nutricionista explicó que muchos locales mezclan jugo u otro ingrediente (como crema de maní) con el açai para provocar la consistencia que desean y eso puede añadir de 60 a 120 calorías más. Mientras, hay quienes siempre acompañan su bowl con al menos medio guineo que añade otras 60 calorías.

“No podemos olvidar la granola, que un cuarto de taza aporta más de 80 calorías, dependiendo de la cantidad de grasa que tenga. Estos son los ingredientes del bowl básico, si añade más alimentos como nutella, fresas, semillas, nueces u otras frutas, las calorías siguen aumentando. Así que un bowl básico puede alcanzar mucho más de 500 calorías”, puntualizó Rosario Núñez.

¿Cuánto y cómo se debe consumir?

“Lo ideal sería prepararlo en el hogar donde pueda controlar las cantidades. Otra opción es compartir el bowl con otras personas. La cantidad exacta va a depender de los requerimientos individuales de cada persona. Sin embargo, entre todo no debe excederse de una taza, si busca el control de calorías, donde el principal componente sea la fruta de açai y no los ingredientes”, recomendó Rosario Nuñez.

Por otro lado, a pesar de que el açai bowl es alto en vitaminas y minerales, “no necesariamente va a cumplir con los requerimientos nutricionales de cada persona. Muchas veces se puede exceder en algunos nutrientes, otras veces puede estar por debajo”, dijo la nutricionista, por lo que no recomienda sustituir una de las comidas por un açai bowl.

Recomiendan ingerir una porción de açai bowl menor de la que sirven en la mayoría de los establecimientos. (Suministrada)

“Si le interesa comer con frecuencia (el açai bowl) debe evaluarse con un nutricionista/dietista para conocer sus requerimientos y añadirlo como parte de un plan de comidas saludables”, apuntó la licenciada.

Pero si lo que las personas quieren es obtener los beneficios antioxidantes del açai, la nutricionista recomendó ingerir otras frutas y vegetales como zanahoria, tomate, cebolla, ajo, frambuesa, fresa, kiwi, cramberrie, papaya, china, manzana, uva y hasta un poquito de vino tinto.

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Açai, alimentación, bowl, frutas, Nutrición

SOBRE EL AUTOR

Michelle Estades

Periodista. Cursa bachillerato en Periodismo con segunda concentración en Comunicación Audiovisual en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Trabaja temas variados y tiene cierta debilidad por la gastronomía.