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“Ése es el último recuerdo que tendré mientras viva de él: de frente a la tribuna, en la concentración del Capitolio el domingo antes de ser asesinado, con la bandera roja en una mano y el rostro ávido, escuchándome hablar”. – Juan Mari Brás Aparece el rostro de un joven en la pantalla del computador. Su mirada es penetrante y relajada. Su rostro proyecta curiosidad, ternura. La madre del muchacho se percata de la presencia virtual de su hijo perdido y se acerca al computador. Besa su mano derecha. Sin prisa, acurruca su cuerpo entre el escritorio y el computador con un movimiento sutil, de esos que sólo son capaces las madres que se arriman a sus hijos asustadizos que no pueden conciliar el sueño. “Tan bello mi niño, te amo”, le dice la madre a la imagen del joven, al tiempo que toca la pantalla y le entrega otro de los tantos besos que se acumulan entre sus manos y que ya no puede darle en vida. Fui testigo de este inefable instante hace unos seis años en el despacho de la familia Mari-Pesquera-Estrada. La madre a la que me refiero es Paquita Pesquera Cantellops; el joven, es Santiago ‘Chagui’ Mari Pesquera –el mayor de los tres hijos que nacieron del matrimonio de la profesora con el licenciado Juan Mari Brás- que fue asesinado el 24 de marzo de 1976 a la edad de 23 años. Ya van 34 años desde que ocurrió el vil secuestro y asesinato que segó la vida de Chagui, mas aún no se ha resuelto el caso. Para aquella época, Puerto Rico vivía un momento muy duro en el que la persecución institucional al independentismo, típico de la atmósfera del mundo polarizado de la Guerra Fría, era un asunto cotidiano. Y por ser Mari Brás una figura clave del movimiento independentista, él y su familia fueron objeto de atentados que incluían la colocación de explosivos en sus residencias y automóviles. Según el portal Comisión por la Verdad y la Justicia, la primera investigación del Estado que resultó en la convicción de Henry Walter Coira Store -como autor del asesinato- dejó insatisfecha a la familia Mari-Pesquera, quien desde el comienzo de esta tortuosa tragedia denunció la madeja compuesta por oficiales policíacos corruptos y elementos de la ultraderecha del exilio cubano, que actuaron como cómplices para cometer este crimen con la anuencia del FBI. Luego de la primera pesquisa, el Departamento de Justicia reabrió la investigación en 1984 y la ha dejado en suspenso. En aquella ocasión, el Departamento concluyó que Walter Coira no actuó sólo y que otras personas participaron en el asesinato de Chagui. Más tarde, mientras la administración del ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá (2004-2008) estaba en el poder, la familia Mari-Pesquera se reunió con el entonces secretario de Justicia, Roberto Sánchez Ramos, para entregarle nueva información que ayudaría al esclarecimiento del crimen. Y casi al término de su mandato, el otrora Primer Ejecutivo le envió una carta al entonces presidente electo Barack Obama en la que le hablaba del caso de la muerte de Chagui. No obstante, la pesquisa sigue inconclusa y las autoridades judiciales no le ponen el empeño necesario para poder encausar a los culpables, según una conversación que Diálogo tuvo con Rosi Mari Pesquera, hermana del joven asesinado. Incluso, en diciembre de 2009 el semanario Claridad pidió a 10 agencias federales -entre ellas el Buró Federal de Investigaciones, la Agencia Central de Inteligencia y el Departamento de Defensa- que revelen los archivos que estén en su poder sobre el licenciado Mari Brás (miembro fundador del periódico independentista), Paquita Pesquera Cantellops y Santiago Mari Pesquera, luego de que la familia Mari-Pesquera descubriera un documento secreto del FBI en el que se constata que la agencia sabía de la existencia de un complot para asesinar a Juan Mari Brás desde enero de 1976. Dos meses después su hijo Chagui es asesinado, por lo que la familia insiste en vincular ambos hechos. La mañana de este miércoles, la familia Mari-Pesquera emitió un comunicado para reclamar que “si el gobierno de los Estados Unidos aplica la política de transparencia a que ha llamado el presidente Barack Obama mediante memorandos a jefes de agencias y departamentos, donde indica que ‘en caso de duda debe prevalecer la apertura’, estas agencias deben cumplir con su responsabilidad de dar a conocer esta información. Si por el contrario, pese a las directrices presidenciales, ocultan la información y dilatan los procedimientos, estamos frente a otro discrimen más en la larga cadena de persecución contra el independentismo”. “Nos hemos mantenido llevándole evidencia a las autoridades del Gobierno (de Puerto Rico y Estados Unidos) y explorando nuevos ángulos del caso, pero nada ha sucedido. Sin embargo, nuestra familia no cesará en su empeño de que se haga justicia”, enfatizó Rosi Mari Pesquera. ¿Quién era Chagui? Santiago ‘Chagui’ Mari Pesquera nació el 26 de agosto de 1952. Se graduó de escuela superior con excelentes calificaciones en el 1970. Años más tarde estudió en la Universidad de Puerto Rico, institución de la que se graduó con un bachillerato en Ciencias Sociales, y luego se entrenó y graduó como piloto comercial en Oklahoma. Según relata Juan Mari Brás en una columna que publicara el semanario Claridad el 25 de agosto de 1976, Chagui “tuvo una infancia y adolescencia alegres, disfrutando a plenitud la proliferación de cariño de una familia de muchas ramificaciones. Disfrutó una corta vida llena de versatilidad y experiencias diversas. De temperamento apacible e introvertido, desarrolló un incisivo sentido del humor y manifestaba una comprensión madura del mundo y sus fenómenos. Fue atleta y músico, mecánico y agricultor, chofer de camiones de arrastre, vendedor de misceláneas y terminó siendo aviador”. Más adelante, y mientras elabora un perfil amoroso y desgarrador de su hijo, el licenciado Mari Brás relata que Santiago “tenía una perspicacia impresionante para captar la esencia de las cosas políticas. Recuerdo que en su temprana adolescencia, mientras otros niños correteaban por los alrededores del Movimiento Pro Independencia (MPI), él se sentaba a escuchar muy concentradamente mis discursos. Ése es el último recuerdo que tendré mientras viva de él: de frente a la tribuna, en la concentración del Capitolio el domingo antes de ser asesinado, con la bandera roja en una mano y el rostro ávido, escuchándome hablar”. Material adicional a esta información: Documentos desclasificados del FBI en los que se constata el complot para el asesinato de Juan Mari Brás
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Trailer del documental “Las Carpetas” de Maite Rivera Carbonell: Notas publicadas en Diálogo sobre el tema de la persecución contra independentistas: Aquel 11 de marzo en llamas: https://dialogo-test.upr.edu/es/dialogico/2010/03/deja-vu-aquel-11-marzo-llamas Antonia Martínez Lagares, cuarenta años después: https://dialogo-test.upr.edu/es/entre-estudiantes/2010/03/antonia-martinez-lagares-cuarenta-anos-despues