WASHINGTON- Legisladores estadounidenses consiguieron ayer un acuerdo con los disidentes dentro del Partido Demócrata para sacar adelante la reforma sanitaria en la Cámara de Representantes, dejándole ver al presidente Barack Obama que la medida podría ser aprobada por el Congreso inmediatamente después de las vacaciones de agosto. Senadores republicanos y demócratas que negocian una reforma del sistema de salud también recibieron un impulso gracias a los analistas del presupuesto del Congreso, que valuaron su proyecto en menos de 900.000 millones de dólares, menos del billón de dólares que algunos estimaban. En la Cámara, los miembros de la llamada coalición conservadora “Blue Dog” del comité de Energía y Comercio alcanzaron un acuerdo con el liderazgo demócrata después de días de largas negociaciones. Mike Ross, el líder del grupo, dijo a periodistas que el proyecto iba ser enviado ayer por la tarde al comité, pero que el pleno de la Cámara no debatirá el tema hasta septiembre, cuando regrese de su receso de un mes. Ross dijo que el acuerdo valdrá 100.000 millones de dólares menos que el estimado oficial previo de 1 billón de dólares, lo cual lo hace más atractivo para los conservadores fiscales de ambos partidos. En el Senado, el presidente del comité de Finanzas, Max Baucus, dijo que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) reportó que la legislación reducirá el déficit federal, promoverá el crecimiento en la cobertura de salud provista por empleados y brindará cobertura al 95 por ciento de los estadounidenses. El informe de CBO también podría ayudar a aliviar las preocupaciones en torno al elevado precio de la reforma de salud que se está negociando en el Congreso estadounidense. Un grupo de tres demócratas y tres republicanos del panel de Finanzas del Senado se acercó a un acuerdo esta semana que podría formar el corazón de un eventual plan de salud del recinto. “Confío en que sacarán una ley (…) una ley bipartidaria de ese comité”, dijo a periodistas el líder demócrata del Senado, Harry Reid. El presidente Barack Obama hizo de la reforma de salud una prioridad de su agenda e instó a los legisladores a avanzar rápidamente para alcanzar un acuerdo que controle los costos del servicio, mejore la calidad y alcance a la mayoría de los 46 millones de personas que no tienen cobertura. El mandatario viajó a Carolina del Norte y Virginia ayer para realizar un evento y comunicarle a la población por qué la reforma del sistema de salud significa más seguridad y estabilidad para sus familias. “Esto tiene que ver con la vida de todos. Tiene que ver con la situación económica de todos. Tiene que ver con nuestro futuro”, dijo Obama en Raleigh, Carolina del Norte.
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