Un par de amigos hoy trabaja con orgullo en lo que en un momento les pareció imposible. Fernando Rodríguez e Israel Ruvalcaba son los creadores y propietarios de Al Natural, uno de los establecimientos de alimentos más refrescantes en Río Piedras.
Un viernes soleado a eso de las 9:00 a.m. Rodríguez, de 26 años, y Ruvalcaba, de 28 años, quedaron en contarnos su historia. A esa hora el clima en Río Piedras estaba fresco. En la radio del local se escuchaba Mi Bandera de La Muza y Andrés Jiménez, por la Avenida Universidad caminaban aquellos que no se perdonaban tener clase los viernes y el olor a fruta fresca que salía de su pequeña tienda embriagaba a cualquiera.
Entonces, Ruvalcaba confesó que Al Natural, que se encuentra en un pasillo del edificio de Plaza Universitaria que queda frente a la cancha de baloncesto de Torre Norte, “surgió del aburrimiento”.
“Este negocio fue creado en el aburrimiento. Por querer tener un dinero extra para el bolsillo, surgió esta idea…Estábamos un día haciendo nada, chamaquitos al fin, y Fernando me viene con que ‘mira vamos a hacer algo para tener dinero extra’ y empezamos a hacer un brainstorming. De ahí surgió, más que nada del aburrimiento y del querer progresar”, dijo Ruvalcaba, de origen mexicano.
Los propietarios, quienes son amigos desde la infancia, no tienen ninguna preparación en el área de administración. Rodríguez estudió Ciencia Política en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP) y se encuentra estudiando Derecho en la Universidad Interamericana, mientras que Ruvalcaba estudió Comunicación en la Universidad del Turabo. Sin embargo, fantaseaban con la idea de crear negocios.
Optaron por un negocio donde pudieran inventar con frutas cultivadas en la Isla. Inauguraron el establecimiento en el 2012 con una oferta basada en frappés y paletas heladas y actualmente cuentan con un curioso menú que juega con los sabores de 16 frutas.
“Tenemos frappé de Nutella, Ferrero, Oreo, Twix y Crunch esos son los únicos chocolates que trabajamos. No lo queríamos integrar pero la gente los pedía. Nuestro fuerte es la fruta fresca. Tenemos 16 frutas, entre ellas: papaya, mangó, piña, guineo, guanábana, tamarindo, parcha, acerola, guayaba, kiwi y otros”, añadió Ruvalcaba.
El negocio tiene siete frappés originales y cada uno con un nombre particular. El primero es Parchingueo y es una combinación de parcha, china y guineo. El segundo es el Guanaby, que está hecho con guanábana y fresa, y el tercero es el Pingoneo, una mezcla de piña y guineo. También cuentan con el llamado Mangoneo que está preparado con mangó y guineo, y el Descojón que, como bien dice su nombre, es una combinación de todas las frutas. Asimismo, está el Gallito, que tiene como ingredientes principales la parcha y el guineo, y la Jerezana, que es una fusión de tres sabores exóticos: tamarindo, guanábana y guineo.
Aunque su especialidad continúa siendo los frappés, las paletas heladas, el yogurt y los jugos naturales, fueron los pioneros en traer el famoso açai bowl a Río Piedras.
Los clientes pueden pedir su açai bowl con las frutas e ingredientes adicionales que gusten, pero la versión que distingue a Al Natural es el açai servido en medio melón con una amplia combinación de frutas. Este bien puede ser injerido por una persona con gran apetito o compartido entre dos.

Ruvalcaba mostrando el famoso açai en medio melón. (Ricardo Alcaraz/Diálogo)
“Apoyen lo de aquí, lo local”
Hasta ahora lo que les he contado parece mostrar que el proceso fue “color de rosa”, como dicen coloquialmente, y, como se podrán imaginar, no fue así. Estos pequeños empresarios comparten el mismo sentir de muchos otros negociantes: “abrir un negocio en Puerto Rico es bien cuesta arriba”.
“El gobierno tiene que poner un poquito más de su parte ayudar a la gente que quiere echar pa’lante. Ellos siempre ponen trabas. Nosotros tuvimos problemas con los permisos, cosas que tú dices que son estupideces. Te piden permisos para cualquier cosa que a mi entender son innecesarias. Deben ayudar a la empresa local. Hay cosas que son necesarias y no es que uno quiera evadir las responsabilidades, pero que tampoco te lo pongan tan difícil”, insistió Rodríguez.
Los propietarios narraron que cuando decidieron emprender su negocio siempre supieron que Río Piedras sería su espacio ideal. Pues como ellos resaltaron, “Río Piedras es un mosaico de personas”. Sin embargo, compartieron que a su entender, como para ese entonces parecían tan jóvenes, no los tomaban en serio. “Escribíamos constantemente, veníamos cada tres días, hasta tuvo que venir mi madre para que nos dieran el espacio en Plaza Universitaria”, dijo Ruvalcaba.
A solo tres años de haber inaugurado Al Natural, Rodríguez y Ruvalcaba abrieron otros dos negocios en la industria de la comida. Llevan por nombre Colao by Al Natural y están ubicados en la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana y en el edificio de Retiro en Hato Rey. Estos establecimientos, aunque mantienen la idea de comida fresca y saludable, se enfocan en cafés, sándwiches, wraps y ensaladas.
“Esa idea surgió porque él (Fernando) era amante del café. La idea la trajo a la mesa y empezamos a hacer pruebas. Nosotros trabajamos en un local de café de unas amistades donde sirven café cien por ciento puertorriqueño que no lo venden en cualquier sitio. Queríamos hacer algo así”, dijo Ruvalcaba.
Con 26 y 28 años de edad estos negociantes cuentan con una carrera profesional y con tres establecimientos de comida y, aunque aseguran tener más trabajo y menos horas de sueño que hace tres años, disfrutan diariamente de lo que hacen. “A mí me gusta lo que hago, es algo dinámico. Siempre estamos conociendo gente. Aquí hemos hecho de psicólogos, hemos hecho amistades, hemos visto gente llorar, gente caerse y hasta desmayarse. Aunque hemos tenido altas y bajas, ha estado bien interesante”, mencionó Rodríguez entre risas.
Luego de casi una hora conversando, la campana de la emblemática Torre del recinto riopedrense anunció que otra hora acababa de comenzar. Los clientes llegaban esporádicamente, mientras que Rodríguez comentaba que, aunque el ambiente en Puerto Rico no está a favor de los comerciantes, donde quiera hay alguien tratando de superarse.
“La gente dice que la cosa está mala y que los jóvenes están perdidos, pero mira a Los Paleteros, mira a Pitanza y míranos a nosotros que somos gente relativamente joven. Todos estamos intentando echar pa’lante”, resaltó Rodríguez. Asimismo, instó a quienes desean integrarse a la empresa local a estar enfocados y dedicados.
“Las cosas están malas, pero siempre se puede. Tienen que venir readys, maduros y con la mente abierta”, concluyó.