
Nueva York – La oposición a la construcción del gasoducto en Puerto Rico alcanzó el nivel máximo de solidaridad y compromiso de parte de sectores sindicales, políticos, culturales, ambientales y civiles de la comunidad hispana en las ciudades de Nueva York y Washington DC.
Esto se materializó con la fundación en días recien tes de la “Alianza de Nueva York en Contra del Gasoducto”, donde varias organizacionesse unieron para hacer sentir su repudio ante el desarrollo de este proyecto. Por ejemplo, algunos de sus miembros fundadores son David Galarza, Jesús Mangual, Carlos de León y Marian Feinberg.
La propuesta de construcción de una tubería de 92 millas de gas natural anunciada por la administración del gobernador Luis Fortuño en 2010, ha levantado en la Isla la preocupación sobre la seguridad de 200 mil puertorriqueños que estarían viviendo en riesgo permanente en caso de algún accidente.
El proyecto denominado ‘Vía Verde’ fue aprobado por las agencias locales y actualmente se encuentra en etapa de evaluación por agencias federales, aguardando por el aval del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés)
Entretanto, según dio a conocer a través de un comunicado, en el pasado mes de mayo, el USACE removió el expediente de Vía Verde de su oficina en San Juan para que fuera evaluado fuera de la Isla, en sus oficinas de Jacksonville, Florida.
"Esta movida injustificada y sin precedente dejó al descubierto la estrategia de aislar el proceso evaluativo del gasoducto fuera del alcance de los ciudadanos boricuas y levantó aún más preocupación de organizaciones locales e internacionales que califican el proyecto como innecesario, peligroso y de alto cuestionamiento tanto en su ingeniería, económico como en el impacto real que tendría sobre los recursos naturales del país", añade el comunicado.
Al mismo tiempo, en la Isla se ha ventilado en la prensa local e internacional investigaciones periodísticas que "destacan hilos de corrupción y favoritismos en el proceso de otorgamiento de contratos relacionados al gasoducto en los que se estima que se han desembolsado cerca de $30 millones, llamando la atención el contrato con Ray Chacón, amigo de Fortuño, a quien se le comisionó el diseño de la tubería aún si éste contar con experiencia alguna en ese campo".
Por lo que, este y otros aspectos del gasoducto han motivado a congresistas como Luis Gutiérrez a asumir dos turnos en el Congreso para denunciar el abuso de poder que se vive en Puerto Rico a través de todas sus instituciones gubernamentales.
Gira de conciencia por Nueva York y Washington DC
De cara al Desfile Nacional Puertorriqueño de Nueva York que se llevó a cabo el pasado domingo 12 de junio, Casa Pueblo de Adjuntas, a través del doctor Arturo Massol Deyá, fue recibido por organizaciones interesadas en los problemas que enfrenta la Isla hoy día, entre los que destaca la amenaza actual de la construcción del gasoducto del norte.
Asimismo, entidades como la National Congress of Puerto Rican Rights, The Labor Council for Latin-American Advancement, Lafayette Presbyterian Church, Union Theological Seminary, Sierra Club, Greenpeace, Earth Justice, Green Party, East Harlem Preservation, El Puente, LatinoSports, la VirtualBoricua.com y la Trinity Lutheran Church de Brooklyn, entre otras, han ofrecido su apoyo a la lucha social y ambiental que se libra en Puerto Rico a través de la coordinación de eventos específicos por motivo de la visita del Massol Deyá en Nueva York.
Al mismo tiempo, el jueves 9 de junio se llevó a cabo una manifestación y conferencia de prensa frente a las oficinas del USACE en Nueva York para denunciar la inviabilidad del gasoducto y reclamar la denegación del permiso de construcción.
De otra parte, el viernes 10 de junio Massol Deyá fue el orador en la actividad Gasoducto: Puerto Rico Gas Pipeline ¿Verde or Muerte? / Green or Deadly? que organizó la Union Theological Seminary.
Muchas voces contra el gasoducto
Más allá, el apoyo al repudio contra el gasoducto se expandió cuando la Iglesia Presbiteriana Lafayette de Brooklyn, se comprometió en divulgar a través de todas sus congregaciones en los Estados Unidos la oposición a la construcción del gasoducto del norte en Puerto Rico.
Tras la alocución de Massol durante el servicio dominical del 5 de junio, el pastor David Dayson contextualizó las razones que tiene su feligresía para oponerse al gasoducto. “Si alguien me preguntara por qué la gente de nuestro país debe interesarse por lo que pasa en Puerto Rico, [diría que] es porque ahora [los permisos para construir el gasoducto] se están dirigiendo desde nuestro país y a nombre de nuestros gobernantes”.
Dayson fue aún más lejos y advirtió que su apoyo no sería cosa de dos domingos. “[Este asunto], como el resto de los proyectos que acogemos, no será algo de uno o dos domingos, sino que será un proyecto hasta que se alcance una solución justa y satisfactoria”, expresó Dayson, luego de hacer referencia al apoyo brindado por su iglesia durante la lucha de Vieques por sacar a la Marina.
Desde Washington DC otro grupo de organizaciones con base en esa ciudad extendieron el apoyo a los puertorriqueños que enfrentan la amenaza del gasoducto.
Rafael A. Fantauzzi, del National Puerto Rican Coalition, opinó que la insistencia de la administración Fortuño en el gasoducto se debe a que “hay mucho dinero envuelto en esto”.
De forma similar opinaron el resto de asistentes a la reunión quienes concluyeron que la propuesta de la Vía Verde es “peligrosa e innecesaria” y se comprometieron, entre otros asuntos, a reclamar al coronel Alfred Pantano del Cuerpo de Ingenieros de los EEUU, la EPA y la ‘Federal Energy Regulatory Commission’ a que cumplan con sus responsabilidades incluyendo la celebración de vistas públicas y una declaración de impacto ambiental federal.
“Vamos a trabajar bien fuerte por que las autoridades vean esto por lo que es y la transparencia que sea importante para proteger nuestras tierras, para proteger nuestro ambiente y proteger nuestra gente”, declaró Fantauzzi.
De otro lado, el licenciado Luis Martínez, del Consejo para la Protección de los Recursos Naturales de Nueva York, del área de Calentamiento Global y Energía, mostró interés por las formas en la que la AEE ha lidiado con el tema del gasoducto.
“Me da mucha curiosidad sobre la manera en la que se ha manejado este tema y parece que se le debe dar muchísima más atención. Por eso nosotros estamos bien interesados en cómo se ha trabajado ese tema en Puerto Rico”, aseguró Martínez.
Luego de la reunión grupal, Massol fue invitado a reunirse con el investigador en jefe del “staff” demócrata en el Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes, quien prestó especial atención a las decisiones que ha tomado la EPA a lo largo del proceso de evaluación del gasoducto.
Por su parte, Massol entregó personalmente documentos relacionados con la Vía Verde en las oficinas de los congresistas José Serrano y Nydia Velázquez, además de Steven Rothman, quien en el pasado acogió la lucha de los viequenses por mejorar su salud y su ambiente. Posteriormente tubo la oportunidad de discutir los pormenores con la congresista Velázquez en un aparte en la ciudad de Nueva York.
Asimismo, el director ejecutivo de la Labor Council for Latin American Advancement (LCLAA), Héctor Sánchez, se sumó hoy al coro de voces opositoras al gasoducto y en solidaridad con los puertorriqueños que enfrentan la amenaza de este proyecto.
"Nosotros estamos en solidaridad con los compañeros y nos oponemos a la creación del gasoducto y vamos a buscar maneras de trabajar en forma conjunta para lograr mejores versiones de creación de energías renovables", aseguró Sánchez, quien representa los intereses laborales de 1.7 millones de trabajadores latinoamericanos en los Estados Unidos y Puerto Rico.
Casa Pueblo desenmascara el gasoducto ante la EPA en Nueva York
Ante la contundencia de los argumentos presentados por Casa Pueblo en torno al tema del gasoducto, la directora de la Región 2 de la EPA, Judith Enck, se comprometió el miércoles 8 de junio a dar “una segunda mirada” a sus señalamientos, contenidos en una carta dirigida a su oficina el pasado mes de abril.
La funcionaria escuchó con atención los planteamientos hechos por el Dr. Arturo Massol Deyá de Casa Pueblo y formuló cuantiosas preguntas sobre lo ambiental y técnico del proyecto con el fin de identificar datos y omisiones que pudieran haber sido manipulados por los proponentes en su afán por obtener el permiso de construcción de la tubería.
Massol guió a Enck a través de varios renglones del Documento de Impacto Ambiental los cuales presentan información insuficiente que da a entender una realidad distinta a los datos fidedignos correspondientes.
De otro lado, Enck se interesó en el vínculo existente entre Bob Carpenter, ex director de la oficina del Cuerpo de Ingenieros en Jacksonville, Florida, con la firma asesora BCPeabody que representa a la AEE ante las agencias federales. Tal vínculo podría colocar a Carpenter en un conflicto de interés regulado por ley. Enck recomendó elevar el asunto ante el Inspector General federal.
Repudian gasoducto frente al Cuerpo de Ingenieros en Nueva York
La oficina del Cuerpo de Ingenieros en Manhattan sintió el jueves 9 de junio el reclamo de puertorriqueños, ambientalistas y niuyorquinos que reclaman la denegación del permiso de construcción del gasoducto en Puerto Rico.
Entre consignas de “No al gasoducto, vía de la muerte” y “No more fracking, no a Vía Verde”, la manifestación arrancó al mediodía y contó con la presencia de figuras claves de la comunidad latina y ambientalista de la ciudad de Nueva York, entre ellas Martha Laureano de National Congress for Puerto Rican Rights, David Galarza del Labor Council for Latin American Advancement (LCLAA), Sam Sánchez de Lafayette Presbyterian Church, Marina Ortiz de East Harlem Preservation, Denise Katzman de SANE Energy Project, Gloria Quiñonez de Women of El Barrio, Jessica San Clemente de Justice Committee y David López de Los Sures, entre otros.
De Puerto Rico estuvo presente el presidente de Sierra Club, Orlando Negrón y Arturo Massol Deyá de Casa Pueblo.
Sam Sánchez, líder puertorriqueño de Lafayette Presbyterian Church de Brooklyn asistió al piquete, según explicó, por el histórico compromiso social que guía a su congregación.
“Estamos concientes de los 30 mil que marcharon en contra del gasoducto y de las injusticias que se han venido cometiendo como los bombardeos en Vieques. Nosotros tenemos un ministerio de justicia social y sabemos que esto es un asunto complicado que necesita un apoyo amplio así que estamos llamando a todo el mundo independientemente de razas o ideas políticas para que apoyen la lucha contra el gasoducto”, detalló.
Por su parte, la activista Marina Ortiz de East Harlem Preservation se dirigió a los presentes y describió el gasoducto como “una abominación y una ofensa a nuestra bella Isla, que no lo queremos ni allá ni desde Nueva York”.
Los asistentes niuyorquinos trajeron a colación el asunto del “fracking”, término que denota la práctica de extraer gas natural y que ha sido ampliamente repudiado por los estadounidenses tras el descubrimiento de nuevos yacimientos en terreno norteamericano.
Denise Katzman de SANE Energy Project denunció el efecto que tendría la importación de más gas natural a la Isla. “Todas las extracciones de gas natural utilizan fracturas hidráulicas artificiales que han destruido la salud y el ambiente en muchas partes del mundo por destruir los suplidos de agua. Los que controlan la industria energética son injustos y no se preocupan por la salud de la gente pues para ellos los accidentes son parte de hacer negocio”, expresó Katzman ante la atención de medios locales como New York 1 News.
Massol Deyá fue entrevistado en los estudios de Democracy Now y en la televisora New York 1 Noticias. Además, el diario New York Daily News publicó la noticia sobre la amenaza del gasoducto y la visita de Massol Deyá a la Gran Manzana.
Justificación de la gira informativa por Nueva York y Washington DC
La organización comunitaria Casa Pueblo de Adjuntas denunció el secuestro del expediente y se dio a la tarea de llevar más allá de las costas puertorriqueñas el reclamo de todo un pueblo de rechazar el gasoducto y exigir que se apliquen los estándares más rigurosos en su evaluación.
El hallazgo más sobresaliente sobre la ‘Vía Verde’ raya en lo escandaloso. Mientras el gobierno insiste en una supuesta crisis energética y proyecta que el gasoducto es la solución más rápida y efectiva, la Comisión Técnica y Científica de Casa Pueblo descubrió que el tubo no podría contar con el gas necesario para operar pues la terminal de EcoEléctrica en Peñuelas no tiene la capacidad de almacenar ni re-gasificar combustible necesario que requiere el gasoducto.
Este hecho fue confirmado por una investigación senatorial desde el año pasado y en días recientes fue admitido por el presidente de EcoEléctrica, Jaime Sanabria.
Según Sanabria, su compañía necesitaría al menos cinco años en poder obtener el permiso y financiamiento necesarios para viabilizar el gasoducto, periodo que excede con creces la debida urgencia que supone una “crisis energética”.
El planteamiento de crisis energética ha sido fuertemente rebatido en Puerto Rico pues la Isla produce más energía de la que consume. Sin embargo, existe un consenso de que hay que comenzar una transición ordenada para incrementar el uso de fuentes renovables.