Con sus vestidos negros, sus cabellos peinados a la perfección y sus brazos recostados sobre los laterales de sus cuerpos, los coristas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se adueñaron del Teatro de la UPR en la décimo cuarta edición del Festival Coral La UPR Canta celebrado el pasado viernes, 8 de mayo.
Este Festival tiene como propósito reunir a los once coros de la UPR en el emblemático Teatro de la Universidad, para demostrar sus estilos particulares y para que los coristas puedan aprender unos de otros.
A las siete de la noche, ni un minuto más ni uno menos, comenzó el concierto. Las personas continuaban llegando, pero los que ya estaban sentados esperaban con ansias escuchar al primer coro, estos se encontraban igual de ansiosos o emocionados que las personas que esperan la llegada de sus artistas favoritos en alguna alfombra roja.
El coro de la Universidad de la Montaña (UPR-Utuado) rompió con el silencio del Teatro. Este coro demostró que, aunque se le conoce como “el coro bebé”, interpreta y proyecta con la misma pasión que el coro más antiguo. Bajo la dirección del profesor Carlos Rivera Aponte, el coro de Utuado cantó Ubi Caritas y Northern Lights de Ole Gjeilo, La cabaña de Julio Flores y Blogodop de Sydeney Guillaume. Esta última canción fue acompañada con instrumentos de percusión a cargo de Michael Vélez y Christian Viera.
Al terminar su intervención, el coro le confirmó a la audiencia que la noche prometía mucho arte coral de excelente calidad.
El segundo coro en presentarse fue el de la UPR Humacao. Bajo la dirección del profesor Germán Peña Haddock, los coristas interpretaron Fantasía Caribeña de la autoría del profesor, y la canción Buen Borincano de Rafael Hernández. Durante esta canción, dos estudiantes bailaron salsa al ritmo de la melodía que ejercían los coristas. Mientras que la última canción que interpretó el coro, La Plena, contó con la intervención especial de la estudiante Gabriela Soto como solista. Al terminar su presentación ondearon una bandera puertorriqueña, fue así que este coro se ganó la ovación del público.
Luego de la presentación de la UPR Humacao, llegó al escenario el coro de la UPR en Carolina, bajo la dirección del profesor y organizador del evento, Luis M. Tirado Díaz.
En su participación el coro carolinense, que agregó el color azul a su uniforme, integró movimientos corporales acordes con el ritmo de las canciones que cantaban. Estas fueron Silencio de Rafael Hernández, O Magnum Mysterium de Javier Busto y The Battle of Jericho con el arreglo musical de Moses Hogan, en esta canción hubo momentos en que los coristas chocaban fuertemente sus pies contra el suelo.
Siguiendo el ritmo del concierto, una vez salió del escenario el coro de Carolina, comenzaron a entrar los coristas del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) junto con su directora Amarilis Pagán Vila. Este coro, que añadió detalles amarillos a su vestimenta negra, interpretó tres canciones que pusieron a bailar de lado a lado a los espectadores. La primera canción fue Yo me llamo Cumbia de Mario Gareña, la segunda fue Sombras escrita por Rosario Sensores y la tercera fue Mr. Sandman de Pat Ballard, acompañada del director de coro de la UPR de Carolina en el piano.
Cuando el coro de Ciencias Médicas terminó su participación, entró a escena el de Bayamón. Luego de los coristas, entró su director, el profesor Fernando Díaz Zayas. Su excelente participación logró que el presidente de la UPR, Uroyoán Walker Ramos y muchas personas del público se levantaran de sus sillas para aplaudirle emocionadamente.
Las canciones que cantó este coro fueron Perla del Caribe de Jesús M.Escobar, Ameno de Eric Levi y Hey Jude de John Lennon junto con Paul McCartney. Todas las canciones fueron acompañadas por Fernando Oliver en el piano y Maricely Encarnación en la percusión.
Por su parte, el coro de la UPR Aguadilla sorprendió con un Medley de su compueblano Rafael Hernández, bajo la dirección del profesor Juan D. Irizarry Quiles. Las otras tres canciones que interpretó el coro aguadillano fueron Lo que yo quiera ser de Rafi Escudero, Regazo de Pablo Fernandez Badillo y Laura y Georgina de Augusto Rodríguez.
Mientras que el coro de concierto de la UPR de Arecibo, bajo la dirección del profesor Joamel González Soto, utilizó copas de agua, campanas e instrumentos de percusión para añadirle sonidos a su interpretación, estos instrumentos hicieron que el coro se posicionara como uno de los más innovadores de la noche. Las canciones que cantó fueron Stars de Sara Teasdale, Amazing Grace de John Newton, Balleilakka de A. R. Rahman y Alleluia de Jake Runestad.
Posterior al coro de Arecibo, hizo su entrada el coro de la UPR de Cayey bajo la dirección de Pagán Vila, también directora del coro del RCM. Este coro también bailó al ritmo de sus canciones y sorprendió al público con su versión de Latinoamérica de Calle 13. Ya culminando la canción, una de las coristas levantó la monoestrellada ocasionando que el público se levantara y comenzara a aplaudir fuertemente.
Por otro lado, el coro del campus ponceño, que combinó el color negro con el rojo en su uniforme, bajo la dirección de la profesora Marilucy Rodríguez Vázquez interpretó cuatro canciones. Una de ellas fue El Gavilán de Ignacio Figuerredo, donde una pareja de estudiantes bailó coquetamente al ritmo de la canción. Otra que se robó muchos aplausos del público lo fue su versión de Preciosa de Rafael Hernández, en esta pieza el coro integró versos de la Borinqueña y del Himno Revolucionario de Lola Rodríguez de Tió.
El décimo coro en presentar fue el emblemático coro del recinto riopedrense bajo la dirección de la profesora Carmen Acevedo Lucío. Los estudiantes interpretaron cuatro canciones, dos de ellas fueron de su concierto de Disney, When you wish upon a star de la película de Pinocho y Let it go de la película de Frozen. Esta última fue un arreglo musical del estudiante Jorge Julián, quien tuvo el honor de dirigirla frente a los demás coros del sistema universitario.
Para cerrar la velada musical, entró al escenario el coro del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) bajo la dirección del profesor Edgar A. Vélez Montes. Este coro empezó con canciones suaves y terminó con un homenaje al Gran Combo de Puerto Rico, donde pusieron a bailar a todos los presentes sin la necesidad de utilizar instrumentos musicales. Los coristas avivaron la pieza con sus pasos de salsa y con pequeñas banderas puertorriqueñas.
Luego de que todos los coros hicieran su parte, los once directores se apoderaron de la tarima y recibieron fuertes ovaciones del público y de los 650 coristas de la UPR. Acto seguido, los coristas, quienes se encontraban en el segundo nivel del Teatro de la UPR, a una sola voz comenzaron a decir “¡UPR, UPR!” una y otra vez.
Por su parte, el presidente de la Universidad, admitió que fue la primera vez que escuchaba a los once coros y señaló que la experiencia fue “sumamente emocionante”.
“El talento que hay en cada rincón de la UPR es motivo de mucho orgullo. Demuestra el compromiso, la voluntad y la disciplina que han tenido nuestros estudiantes durante toda su trayectoria académica y el desempeño se traduce aquí, en esta magia que pudimos ser testigos esta noche”, añadió Walker Ramos.
Es la primera vez, desde el 1995, que se logra reunir a los once coros de la UPR en un mismo evento. De todas las instituciones universitarias del País, la UPR es la única que cuenta con un coro en cada uno de sus recintos universitarios, por tal razón, en sus manos queda la responsabilidad de divulgar la cultura coral de Puerto Rico.