
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publica anualmente un informe sobre las tendencias mundiales laborales del empleo juvenil.
En la publicación de este año, la OIT alertó que millones de jóvenes desempleados de entre 15 y 24 años han desistido en buscar trabajo.
El índice de desempleo global de ese grupo de la población es de casi un 13% y se estima que este año el número de jóvenes sin trabajo es de 75 millones, indicó José Manuel Salazar, experto de la OIT sobre temas de empleo.
“Esto es el 40% de los 200 millones de todos lo desempleados del mundo, son cuatro millones más de jóvenes desempleados que en el 2007 y también nuestra proyección utilizando la proyección del Crecimiento Monetario Internacional al 2016 sugiere que la tasa va a permanecer alrededor de ese nivel en parte porque la tasa de crecimiento global de la economía es relativamente baja y no se percibe una aceleración”, dijo Salazar.
El especialista señaló que el reto para los jóvenes en el mercado laboral no se limita al desempleo sino que la calidad del trabajo también es un asunto de relevancia.
“En lo países desarrollados, la crisis aumentó mucho la proporción de jóvenes en empleos temporales y en empleos a tiempo parcial. Ahora, si usted es una persona joven que esta estudiando esto no necesariamente es malo porque esta utilizando su tiempo en algo útil invirtiendo en estudios, pero los datos también nos dicen que una parte importante del aumento en el trabajo a tiempo parcial y empleos temporales es porque los jóvenes no tienen otra opción”, añadió el experto de la OIT.
En el caso de los países en desarrollo, indicó que la proporción del empleo remunerado es baja debido a que muchos jóvenes se desempeñan en trabajos familiares sin recibir un sueldo o en actividades informales o de trabajo precario y muchos se quedan atrapados en empleos casuales o temporales sin la posibilidad de transitar hacia un trabajo formal remunerado.
“En conclusión, hay un serio problema de la calidad del empleo que incluso se ha deteriorado, por supuesto, con la crisis”, dijo Salazar.
Uno de los grupos de jóvenes en el que la OIT ha centrado la atención es en aquellos en que en que algunos países se les llama los “ni-ni”, los que ni estudian ni trabajan, ese grupo ha ido creciendo, lamentó Salazar.
“Son jóvenes que están desempleados, que están inactivos. Es un grupo que esta en fuerte riesgo de entrar en comportamientos peligrosos para ellos ya sea en violencia, ya sea en drogas, ya sea en maras [pandillas] o en todo caso en temas que los excluyen socialmente y que les afectarán futuras perspectivas en el mercado de trabajo. En muchos países que esto es un 10% de la población joven”, afirmó Salazar.
Señaló además que los gobiernos deben implementar medidas para sacarlos de esta situación cuanto antes.
“Inversiones particulares en estos grupos, hay toda una serie de cosas que se pueden hacer. El sector privado puede colaborar, también tratar de mantenerlos en entrenamiento, de ponerlos en contacto con empresas, de ponerlos en actividades para mejorar la comunidad, es decir, ponerlos a hacer cosas útiles. En regiones como Centroamérica, esto es un grupo de altísimo riesgo, muchos son presa fácil de maras y de entrar en redes de narcotráfico, etc. Y también ahí hay un vínculo con el tema de seguridad nacional", añadió Salazar.
Agregó que uno de los mayores riesgos del desempleo juvenil es que es muy desintegrador socialmente.
“No solo es una tragedia para estos jóvenes y sus familia sino que aumenta la inseguridad nacional, afecta la cohesión social y afecta el sentido de seguridad que sienten los ciudadanos y aquí hay una conexión directa. En países con grandes poblaciones jóvenes, una cantidad importante de la criminalidad es asociada al desempleo juvenil también", abundó Salazar.
El experto señaló que si bien la extensión de los años de educación obligatoria así como programas de entrenamientos son siempre una buena herramienta, es fundamental que estas estén bien alineadas con las necesidades del mercado laboral, es decir, con lo que buscan el sector privado y las empresas.
“Hemos observado y esta bien documentado que aquellas instituciones que son más flexibles entender las necesidades del sector privado en que tienen comités sectoriales, en que llaman a las empresas para que les ayuden a determinar los currículum y los programas de entrenamiento son mucho más eficaces en poder ofrecer jóvenes graduados que puedan realmente satisfacer las necesidades del mercado de trabajo y conseguir un empleo más fácilmente", señaló Salazar.
"Esto es un gran campo de inversión, el otro es información, intermediación en el mercado de trabajo, servicios públicos de empleo donde los jóvenes puedan ir, registrarse, se les de consejos sobre como organizar sus currículum, bueno, y se le ponga en contacto con empresas sobretodo. Y también donde las empresas puedan ir y decir: 'Estas son las vacantes que yo tengo'. Así que toda esta función de intermediación es algo que también en muchos países o regiones esta descuidada, es otra área en la que hay que invertir", aseguró Salazar.
José Manuel Salazar de la OIT agregó que otra medida importante es el empresarialismo, o sea la educación empresarial misma, preparar a los jóvenes para que creen sus propias empresas y también sean generadores de empleo.
Fuente Radio ONU