Eran las tres de la madrugada del viernes, hora en que los jóvenes que frecuentan las barras de Río Piedras los jueves en la noche aún están en la calle. De pronto, se escucharon cuatro disparos cerca de uno de los bares más frecuentados, El Boricua, y a sólo pasos de residencias estudiantiles del área.
Sin embargo, lo curioso de la situación es que al parecer, este tipo de detonaciones han pasado a ser parte de la cotidianidad para los habitantes y visitantes de Río Piedras, al punto que los jóvenes que se encontraban en los diversos establecimientos continuaron con su “jangueo”.
Entre estos, estaba Cristina Pérez Oramas, estudiante de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, y quien se encontraba en El Boricua, ubicado en la Calle Saldaña Esq. Brumbaugh, cerca del lugar donde ocurrieron los disparos. Pérez Oramas relató a Diálogo que el suceso pasó desapercibido para quienes estaban allí.
“Estoy tranquila, aquí no pasó nada. Escuché los disparos pero todo esta bien, todo el mundo está tranquilo y jangueando. Solamente que hay unos policías haciendo show”, explicó.
Más adelante, aproximadamente 20 minutos después de escucharse los disparos, varias patrullas de la Policía estatal de San Juan entraron a la UPR, mientras varios agentes brincaban el portón que da hacia la Avenida Gándara. Luego, salieron por el portón del puente que conecta con la calle Brumbaugh con un joven esposado.
Uno de los agentes mencionó que el joven había disparado en la esquina de la calle Robles, cerca del Boricua, y luego intentó escapar entrando en la UPR donde fue arrestado por la policía.
Mientras, la gente en los establecimientos en Río Piedras, siguió con su “jangueo”. Allí, junto al trago, el humo y la música todo continuó como un jueves normal de exitosas ventas para las barras y de un buen rato de ocio para los que las frecuentan.