Para el director ejecutivo de Planificación y Articulación Curricular en la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), Anthony Rivera González, es necesario crear nuevos programas académicos, basados en las destrezas principales que cada estudiante necesitará para integrarse con éxito al mundo laboral. Y es que de esa forma, según el académico, el alumno saldrá de la universidad preparado para ejercer su profesión satisfactoriamente y contribuir de manera efectiva a la sociedad.
Estas expresiones fueron planteadas en la Actividad Cumbre del Decimonoveno Senado Académico del Recinto de Arecibo de la UIPR, que llevó como lema Acciones hacia una transformación en la educación universitaria. El evento se efectuó en abril.
El profesor Rivera González fue uno de los panelistas cuya ponencia se tituló La articulación de programas académicos y sus cambios.
“Los currículos deben incluir el desarrollo de las competencias que son pertinentes y necesarias en el mundo del trabajo. Las competencias requeridas para el siglo XXI deberían desarrollarse a través de todos los currículos”, comentó Rivera González, quien lleva siete años trabajando el tema de la articulación de programas académicos desde la perspectiva de la UIPR.
Para el profesor, a la hora de elaborar un currículo académico es importante que se tenga en cuenta el perfil del egresado y los requisitos que exigen tanto los patronos como las agencias acreditadoras profesionales.
Hoy día, para la Middle States Association of Colleges and Schools, el avalúo es una de las compentencias primordiales que debe desarrollarse en el estudiante.
De acuerdo con Rivera González, en el 2008, la Association of American Colleges and Universities, que es un defensor de la educación general y liberal, hizo un estudio donde identificó cuatro “learning outcomes” que son necesarios para este siglo. Entre ellos se encuentran:
* El conocimiento de otras culturas del mundo físico natural y todo lo que eso implica, desde la matemática y las ciencias sociales, la historia, idiomas, artes.
* El desarrollo de destrezas intelectuales y prácticas a través del currículo: investigación análisis, pensamiento crítico interactivo, comunicación oral escrita, dominio de destrezas cuantitativas y de la información.
* Fomentar la responsabilidad personal y social, y aprendizaje integrado.
* Fomentar las responsabilidades en los otros escenarios con problemas complejos.
Según estudios realizados, los patronos en los Estados Unidos buscan que sus empleados dominen el campo de las ciencias y la tecnología y puedan trabajar en equipo y colaborar con grupos en escenarios diversos, explicó el recurso. Además, les interesa conocer si utilizan correctamente y de manera efectiva tanto la comunicación oral como la escrita, el pensamiento crítico y los pensamientos de razonamiento analítico.
Evaluando los requisitos que están tomando en cuenta hoy día los patronos, Rivera González comentó que lo que se puede observar es que se están incluyendo “unas destrezas que son tradicionales de la disciplina, pero otras que tienen que ver con valores y actitudes del individuo que son necesarias para que el egresado pueda ejercer efectivamente en escenarios de trabajo donde no necesariamente el trabajo es individual sino que es en equipo”.
Según el Director Ejecutivo de Planificación y Articulación Curricular en la UIPR, en América Latina se trabajó desde el 2004 hasta el 2007, una publicación donde se intentó identificar e intercambiar información sobre las competencias, entre 182 universidades, para mejorar la colaboración entre las instituciones de educación superior.
Esta investigación reveló que para los patronos de América Latina lo más importante era la puntualidad y responsabilidad; y la capacidad para seguir instrucciones, comunicarse escrita y oralmente, trabajar en equipo, ofrecer buen servicio al cliente, y tener aprendizaje rápido.
“De acuerdo a los patronos, no existe una escasez de trabajadores académicamente preparados para rellenar los puestos disponibles, sino que el factor más limitante es que los trabajadores no tienen las actitudes y ética del trabajo apropiadas en las destrezas necesarias para cumplir con las especificaciones del puesto”, añadió Rivera González.
Por otro lado, aunque muchos alumnos salen de la universidad preparados, algunos todavía no han cultivado una mentalidad abierta para adaptarse a cambios drásticos.
“El estudiante se gradúa y va al escenario laboral y en uno o dos años hay unos cambios circunstanciales. Parte de las destrezas que tenemos que desarrollar es poder adaptarnos al cambio y el aprendizaje continuo”, mencionó el educador.
Para el profesor es necesario comenzar a establecer proyectos colaborativos donde se puedan aunar esfuerzos y recursos de distintas instituciones para adelantar la agenda de América Latina y los proyectos de investigación.
Rivera González lamenta que en Puerto Rico no existan este tipo de estudios que revelen cuáles son las necesidades profesionales y destrezas que se esperan de los egresados en los escenarios de trabajo.
Articulación de los programas académicos
“La articulación es uno de los pilares de nuestra universidad”, dijo el educador, quien aseguró que “la diplomacia y la negociación son las herramientas más útiles en estos procesos que son curriculares”.
Los programas académicos deben estar anclados en la visión, misión y metas de la universidad o institución pero también deben tener presentes los objetivos particulares de cada unidad académica.
De acuerdo con el profesor, las instituciones de educación superior deben diseñar currículos académicos que:
* Aspiren a lo máximo e incluyan la excelencia
* Brinden dirección a los estudiantes
* Enseñen las artes de la investigación y de la innovación, análisis, descubrimiento, solución de problemas, comunicación
* Fomenten interrogantes claves o importantes
* Conecten el conocimiento con las alternativas y la acción
* Preparen a los estudiantes para la responsabilidad ciudadana y el trabajo a través del aprendizaje dirigido a la solución de problemas reales
* Provean un aprendizaje cívico, intercultural y ético
* Evalúen la habilidad del estudiante para aplicar lo aprendido a problemas complejos
Programas académicos en la UIPR
Actualmente, la UIPR es un sistema universitario compuesto por nueve recintos, dos escuelas profesionales, una oficina central del sistema y 23 veintitrés centros cibernéticos.
Su oferta académica es de 258 programas académicos divididos en certificaciones, grados asociados, bachilleratos, maestrías y doctorados. De esta oferta, 31 de los programas actualmente se ofrecen en línea.
Hoy día es la universidad privada con el mayor número de estudiantes en Puerto Rico, pues tienen un total de 45,255, según el último informe estadístico oficial de la Universidad de agosto de 2009.
“Cuando miramos la magnitud de esa oferta académica, podemos ir anticipando la envergadura del trabajo de investigación que se tiene que realizar a nivel sistémico”, sostuvo Rivera González.
Participación de la comunidad universitaria en estos procesos académicos
Para el profesor, el desarrollo de programas académicos es un proceso dinámico y continuo que requiere de la participación de todos los componentes de la comunidad universitaria, entre ellos los docentes, administradores, estudiantes.
La responsabilidad del desarrollo curricular recae totalmente en los docentes. Sin embargo, la opinión de los egresados al terminar su jornada académica es necesaria para evaluar el currículo en su máxima potencia.
Lamentablemente, afirma el profesor, es “un dolor de cabeza” lograr que los estudiantes contesten los estudios de satisfacción.
“Cuando se hacen iniciativas para tratar de recopilar información sobre cuáles son las necesidades de esos escenarios laborales, se hace sumamente difícil. Hay que despertar en los alumnos la conciencia de que esa información nos puede proveer unos datos importantes para nosotros poder completar el ciclo de evaluación. Con las encuestas de salida podemos ver cuáles son sus percepciones sobre la preparación académica, sobre su experiencia en la institución universitaria”, mencionó Rivera González.
Proyecto de todos los niveles escolares
Para concluir su ponencia, el profesor planteó que esta metodología propuesta no sólo debe utilizarse en la creación de programas académicos a nivel universitario, pues según él “las escuelas de los niveles de kínder a duodécimo grado tienen también que ir analizando qué destrezas deben tener los jóvenes al llegar al nivel universitario” para poder aplicarlas en sus clases.
Para acceder al texto original puede visitar Universia Puerto Rico.