Entre aplausos, silbidos, gritos y panderetazos, los miembros –y egresados– de la Tuna de la Universidad de Puerto Rico (UPR) celebraron hoy el doctorado Honoris Causa que le fue otorgado a su director musical, Gregorio Acevedo González, mejor conocido como “Don Goyo”.
Desde su vida estudiantil, que inició en 1959, Acevedo González ha formado parte de la Tuna UPR sin apartarse de ella ni un segundo. Como director musical de la Tuna –puesto que ocupa desde 1972–, su aportación va más allá del perímetro de la universidad y del país.
“Goyo ha estado involucrado por 44 años [como director musical] en el desarrollo de las artes y de los valores más preciados de la humanidad. Es esa la razón principal por la que la academia decidió otorgarle el reconocimiento”, señaló José Lasalde Dominicci, quien fungió como presidente interino de la UPR en representación de la doctora Celeste Freytes González, quien se encuentra de viaje.
Con la humildad y la alegría que lo caracteriza, Don Goyo recibió la máxima distinción académica. Acto seguido, se dirigió al podio en el centro del escenario del Teatro de la UPR.
“Las emociones que he tenido han sido demasiado grandes desde antes de llegar a aquí. Los compañeros que he visto que hace años que no veía me dejaron ‘patidifuso’. En este momento me gustaría tener el don de palabra de la traductora, profesora y amiga entrañable Luce López Baralt”, dijo Don Goyo, quien se mostró sumamente contento al ver que cientos de personas, en su mayoría tunos y tunas, llegaron a compartir con él.
En el momento, Goyo recordó unos versos que escribió su madre, Virginia González, cuando él fue a Francia a estudiar esgrima: “qué mucho ha volado mi pajarillo”, concluye el poema. Al verso que un día le dedicara su madre, respondió: “Mami, por fin me ves con toga y de alto estrado. ¡Qué mucho he volado!”.
Más allá de filosofar sobre la vida, Don Goyo dio gracias a todas las personas que han apoyado todos sus proyectos incluyendo a la administración de la UPR, el Decanato de Estudiantes, a sus colegas profesores y a los distintos sindicatos de la UPR. De igual modo, dio gracias a aquellos que diariamente recortan la grama, limpian los pisos, recogen la basura y velan por la seguridad y la comodidad de sus estudiantes.
Al terminar su discurso, una mujer del público gritó: “¡Gracias, Goyo!”. Precisamente, Goyo ha sido uno de los principales luchadores y defensores de la participación femenina en las tunas a nivel internacional. Su postura le ha abierto espacio a las mujeres en la tradición tuneril de Europa y Sudamérica, donde estas agrupaciones son compuestas, principalmente, por varones.
Por las muestras de cariño y agradecimiento, pareciera que él ha dado mucho más de lo que ha recibido. En los ojos brillosos de las personas que se le acercaban era apreciable la alegría, el respeto y la admiración que sienten por él.
“Nunca pensé que dirían de mí tantas cosas maravillosas”, comentó Goyo refiriéndose a todas las cartas de felicitación que ha recibido desde que la Junta de Gobierno de la UPR aprobó la petición del Senado Académico de la UPR, Recinto de Río Piedras (UPRRP), de otorgarle el grado.
De hecho, hoy la Tuna UPR le dedicó dos piezas musicales originales: Tuno Estudiante y El Gran Amogoyar. Esta última canción repite la frase más utilizada por los presentes para dirigirse al profesor, músico, atleta y ahora doctor Honoris Causa: “¡Te amo Goyo!”.
También, el Coro de la UPRRP le interpretó varias piezas navideñas al homenajeado y cantó el Himno al alma mater.
Múltiples tunas locales e internacionales llegaron al teatro para rendirle honor a Don Goyo. El doctor Honoris Causa dio gracias a la Asociación de Tunas del Mundo por su gesta y expresó que “al reconocerme le dan a la Tuna de la Universidad de Puerto Rico un sitial inigualable”, al tiempo que añadió que “con este reconocimiento he descubierto que soy la persona más querida de la universidad”.
Entre las agrupaciones que llegaron a la isla a celebrar este evento se destacan la Tuna de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, la Tuna de la Universidad de Santander España, la Tuna Estudiantina de La Chimba de Chile y la Tuna de las Islas Baleares de España.
Estas tunas tendrán participación en las distintas presentaciones que realizará esta semana la Tuna UPR en conmemoración de sus 55 años.
Al finalizar la actividad, los tunos mayores de las distintas agrupaciones se desprendieron de sus capas y las colocaron en el pasillo central del teatro. Sobre ellas, caminó Goyo mientras abrazaba y saludaba a todos los tunos y tunas que llegaron a celebrar con él.
Luego, todos se reunieron en el vestíbulo del teatro donde el creador del baile de la capa y la bandera demostró sus habilidades tocando la pandereta. Mientras los tunos y las tunas –sin importar cuál fuese el origen de su agrupación– cantaban y tocaban como una sola familia.