
Para el doctor y profesor de la Universidad de Puerto Rico, Juan Otero Garabís, las aportaciones del compositor Tite Curet Alonso además de ser interpretaciones musicales históricas, son textos que relatan aspectos de la historia puertorriqueña y afroantillana de gran pertinencia académica.
Al menos, eso dio conocer durante su ponencia “Sombras son la gente: representaciones raciales en las letras de Tite Curet Alonso”, que formó parte de la décima edición de las conferencias caribeñas que realiza el Instituto de Estudios del Caribe de la UPR, Recinto de Río Piedras.
Otero Garabís, quien posee un doctorado de la Universidad de Harvard, inició la conferencia haciendo lectura de un epígrafe del cantante Ismael Rivera: “yo te dije hambre porque el grupo sonaba como una rabia, una fuerza, loco por salir del arrabal…”.
Acto seguido, el profesor habló del Puerto Rico de la década de los años cincuenta. Las rocas de exilio, según el autor de numerosos textos sobre el Caribe, describe la inmigración que se daba en esa época en búsqueda de una mejor calidad de vida en otros países, mayormente Estados Unidos. Para el académico, los puertorriqueños comenzaron a irse del País, para buscar un ambiente progresista que les diera la estabilidad que querían.
Asimismo, durante esa época, en Puerto Rico se presentaban altas incidencias de marginaciones hacia los rostros negros. Por lo que, según propone Otero Garabís, la música sirvió como espacio de crítica a este tipo de situaciones y de agente catalizador de grandes expresiones nacionales y de orgullo de la identidad africana.
De ahí, que el profesor utilice a “Tite Curet Alonso como ejemplo de crítica a través de sus composiciones. “Tite Curet Alonso nacido en Guayama en 1927, comienza a componer en la década de los sesenta” y todas sus canciones están vinculadas al género de la salsa; género que le dio la gracia poética para que penetrara a América Latina y Estados Unidos, explicó el profesor Otero Garabís.
“Con un repertorio de más de dos mil canciones, Tite Curet Alonso articuló la expresión urbana y los lazos de la música caribeña con los orígenes antillanos. Le dio sujeto y un contenido que constituye las identificaciones sociales de Puerto Rico y el Caribe. Su música acentúa el vínculo afroamericano de la música caribeña. Curet Alonso presenta la imagen romántica del pasado precolombino”, añadió.
Asimismo, citó “Plantación adentro (1977)”, canción que contiene la famosa frase “sombras son la gente”. Para el académico, la letra de esta pieza, “condena a la esclavitud” y “denuncia el silencio histórico que encubre esta verdad sangrienta”.
De igual manera, Otero Garabís explicó que la salsa como género musical, hace de su nombre un símbolo de los miles y millones que murieron como esclavos afroamericanos y que permanecen en la sombra. Como “sombra puede ser también Curet Alonso”.
Para finalizar su ponencia, Otero Garabís habló acerca de lo que califica como “el poema de la negritud y el orgullo boricua más importante de la historia”, la canción “Las caras lindas(1978)”.
Somos, pues, eso que dice Curet Alonso: “Somos la melaza que ríe, la melaza que llora,
somos la melaza que ama
y en cada beso, es conmovedora”. Allí donde desfilan “las caras lindas de mi gente negra”.
“Imagen que debe forjar la identidad de las imágenes afroamericanas. No pueden ser reducidas a un color, a una sombra”, concluyó Otero Garabís.