Hace unos años a mi abuelo le diagnosticaron Alzheimer. Él era una de las personas más fuertes en mi vida; poco a poco se ha ido convirtiendo en la sombra de lo que una vez fue. No fue hasta hace menos de un año que la situación empeoró. No tuvimos de otra que institucionalizarlo. Siempre que lo visito, me quedo mirando los alrededores del hogar en donde reside ahora. En cierta forma, me recuerda a mi escuela de la infancia, una institución católica también. La mezcla de la decoración ochentosa y las imágenes cristianas me transportan a una época donde mi abuelo era el hombre que ya no es. Un día, decidí visitarlo con cámara en mano.
Steph Segarra es fotógrafa y parte del grupo de colaboradores permanentes de Diálogo Digital. Puede encontrar más de sus trabajos fotográficos en su página, Facebook, Instagram y Tumblr.