Antes del medio día de ayer, en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan, alrededor de 800 personas se convirtieron en graduados y graduadas de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPR-RP).
De ellas, 106 pasaron a ser oficialmente doctores de sus respectivas áreas de interés, 201 obtuvieron su juris doctor y próximamente estarán enfrentando el reto de la reválida; mientras que unas 422 ya tienen el camino abierto para aspirar a su doctorado, o para afrontar el mundo laboral armados con una maestría.
Frente a estos y estas estudiantes graduados de la UPR, estaba la tarima donde se sentaron decanos, decanas y directores de las escuelas de Administración de Empresas, Arquitectura, Ciencias de la Información, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Comunicación, Derecho, Educación, Estudios Generales y Humanidades.
En la tarima también estaban los podios desde donde hablaron la rectora del recinto riopedrense, Ana Guadalupe, el presidente del Consejo General de Estudiantes, René Vargas, y el presidente de la UPR, Miguel Muñoz.
En algunos momentos, entre la tarima y el piso donde estaban sentados los estudiantes en sillas plegadizas, pareció trazarse una línea, parecía como si hubieran allí dos universidades que no caben dentro de una misma estructura. Por una lado, desde las sillas, la universidad de los estudiantes (o más bien la de gran parte de los estudiantes) y del otro, desde lo alto de la tarima, la universidad de la alta jerarquía, la de la administración.
La línea se tensó con el mensaje del presidente del Consejo General Estudiantes quien desde el podio denunció el "estilo vertical" con el que ejercen sus posiciones los administradores, y lo contrapuso a la visión de democracia participativa que promovieron los y las estudiantes durante la huelga del 2010. Vargas también puntualizó la responsabilidad y el compromiso social que tienen o deberían tener con su país las personas preparadas con títulos universitarios.
Por su parte, Miguel Muñoz, luego de ser recibido con un fuerte abucheo y de que algunos estudiantes se pusieran de pie para darle la espalda durante su mensaje, aludió a la democracia y a la importancia de poder expresarse con respeto. Mientras dictaba su mensaje, varios estudiantes alzaron pancartas donde podían leerse mensajes como “Nuestras voces no serán calladas”, “Prohibido olvidar # huelga 2010” y “UPR sin Policías”.
Sin embargo, algunos estudiantes que hicieron estas manifestaciones también reconocieron momentos para aplaudir, como por ejemplo cuando Muñoz reconoció a los padres, madres y familiares de estudiantes quienes estaban en las gradas del segundo piso.
Por otro lado, igual que lo hicieron en las graduaciones de otros recintos, la Hermandad de Empleados Exentos no Docentes (HEEND) se manifestó en la parte de afuera del Coliseo para reclamar el pago de su convenio colectivo.
Luego de años de dedicación y de casi dos horas de ceremonia y protocolos, de mensajes y de protestas, los estudiantes graduados pueden decir que el País cuenta con más personas preparadas, personas con doble y triple titulación. Pero la pregunta es, sin embargo, si el País está listo para recibirlos, si podrán desenvolverse aquí o si tendrán que partir a algún otro lugar en donde se valoren sus méritos y sus conocimientos.