
Bogotá, Colombia.- Una piedra, un árbol o varios pétalos de flores pueden significar mucho para la mente de un artista, quien utilizando estos recursos naturales logra a través de su obra trasmitir las bondades de la naturaleza y a la vez permite sensibilizar acerca del cuidado que debemos tener con nuestro medio ambiente. Una corriente filosófica existente por mucho tiempo toma fuerza en este siglo XXI involucrando multiplicidad de disciplinas y quehaceres que le apuntan a un mismo objetivo: sensibilizar acerca de los cambios que está teniendo nuestro planeta y cómo podemos tomar medidas, no sólo para la protección del medio ambiente, sino de impulsar un cambio profundo de la visión del mundo que retorne a los principios universales. Martha Molina, coordinadora de la Línea Ambiental de Maloka explica: “lo fuerte de la Ecosofía es su componente espiritual. Desde 1980, esta corriente se fortalece también desde diferentes aspectos: científico, emocional, cognitivo. Resulta ser una oportunidad para sentarnos biólogos, ecólogos, ingenieros, artistas en un mismo escenario para reconocer las problemáticas y buscar posibles soluciones generando un ejercicio de sensibilización acerca de cómo hacerlo”. Las culturas indígenas de Latinoamérica inculcan en sus hijos lo importante que es cuidar la naturaleza; ellos la llaman la Gran Creación. Para ellos, la tierra es muy sagrada ya que si deben cultivar es preciso pedir permiso al Padre Creador para que les otorgue ese espacio. Isaías, miembro de la comunidad Huitoto comenta: “da un poco de tristeza la falta de amor que tenemos por nuestros recursos naturales; mientras mi comunidad cuida el ecosistema otros tratan de perjudicarla. Estamos muy solos, se nos está saliendo de las manos; voluntad sí hay pero existe mucho miedo. Nosotros deforestamos pero tenemos que compensar sembrando nueva naturaleza”. Acuarelas, agua, piedras papel, lienzo, todo se vale a la hora de explicar el significado que tiene la naturaleza para los artistas. La pintura y la escultura tienen la habilidad de crear emociones las cuales se encuentran ligadas a la reflexión y a una compresión más profunda del papel que jugamos con el medio ambiente. “Para mi, la combinación del arte y la ecología son extensión de la una con la otra. Cómo puede el arte integrarse a nuestro dilema humano de salvar los recursos naturales presentes en nuestro planeta. Gracias a mi trabajo empecé a sentir la Ecosofía de la tierra, de ese material tan raro pero tan natural. Para mí, una simple piedra resulta tener un sentido muchísimo más grande que el ser un objeto decorativo. La piedra es una nana, una abuela de la tierra, ya que ellas mantienen mucha información, sabiduría y espíritu”, dijo Silvia Salgado, artista plástica de la Fundación Ecobra. Por otra parte, Carlos Rivera, artista plástico, refleja en sus pinturas la urgencia que tenemos de preservar nuestro futuro natural, despertar conciencia de que si no cuidamos, muy pronto no lo vamos a ver. “Animales en extinción es el tema que manejo en mis obras. Reflejo la problemática que viven los tiburones blancos, los gorilas, el oso de anteojos y muchas especies dentro y fuera de Colombia que literalmente están desapareciendo en manos del más grande y poderoso de los depredadores: el ser humano. Lo que quiero es permitir que todo el mundo se identifique con mi trabajo, que sepa que esto se está convirtiendo en un problema muy grande que compromete a todos los habitantes de este planeta”, concluyó Rivera. EL artículo original fue publicado en:www.conciencianews.com