
Los adelantos en la tecnología continúan avanzando aceleradamente, por lo que cada vez es más fácil poder mantenerse informados a través del ciberespacio. Sin embargo, ¿alguien ha pensado en las comunidades que no tienen acceso a una computadora o al Internet? ¿Será que alguien se ha preocupado por el surgimiento de una comunidad marginada y denominada como los “ciudadanos de segunda clase” en la era digital? La Comisión Estadounidense sobre las Necesidades de Información de Comunidades en una Democracia, con el mecenazgo de la Fundación Knight, mostró su preocupación al presentar un informe, en Washington DC, el cual destacó que así como las comunidades estadounidenses necesitan buenas escuelas y calles más seguras, también necesitan tener un libre acceso al flujo de la información para sustentar y mantener la legitimación de la democracia. Y es que a pesar de estar viviendo en el digitalizado siglo 21, aún existen comunidades que carecen de un computador o de las herramientas básicas que requiere la tecnología para estar “In” en la era digital. Ante este carecimiento, falta de acceso a Internet y por ende a las nuevas tecnologías de la información, estas comunidades son marginadas y catalogadas como ciudadanos de segunda clase porque no tienen acceso a la información a través de la Web. ¿Se supone que estas comunidades deberían sentirse alagadas o insultadas? ¿Será esta categorización sinónimo de discrimen por no estar a la moda con el mundo digital? Fue así como la organización decidió realizar un estudio sobre las necesidades de las comunidades en el acceso de la información a través del uso de siete foros públicos y varias reuniones comunitarias alrededor de la nación norteamericana; investigación que duró aproximadamente un año. En dicho reporte, la Comisión logró recopilar el testimonio de 100 ciudadanos entre los cuales se encontraban líderes comunitarios, educadores, periodistas de la nueva y la vieja escuela, líderes laborales, ingenieros tecnológicos y estrategas, empresarios, futuristas, oficiales públicos, analistas políticos, asesores de economía y representantes de diferentes fundaciones comunitarias, para sustentar el informe que indagaba en las necesidades informativas de los diversos grupos de la sociedad estadounidense. Los objetivos principales de la Comisión, encargada de fomentar los avances del periodismo en la era digital, consisten en maximizar la disponibilidad y el flujo de la información local fiable; mejorar el acceso y la capacidad para utilizar las nuevas herramientas de conocimiento e intercambio; y alentar a la ciudadanía a comprometerse con la información pública junto al resto de los miembros existentes de sus comunidades geográficas. A su vez, buscan iniciar una discusión nacional que conduzca a una acción real que no se quede meramente en palabras ante la importancia de las noticias y la información como un objeto necesario para sustentar la democracia en la era digital. Además de estos tres objetivos, el informe presenta 15 recomendaciones para poder cumplir con estas metas. Entre las propuestas figura el crear nuevos estándares para el acceso digital universal en los Estados Unidos, ya que sólo proveyendo acceso a toda la población es que Estados Unidos comenzará a visualizar su completa inclusión en la era digital; logrando así la participación efectiva de todas las comunidades que lo componen. Otra de las recomendaciones apunta a que los servicios públicos gubernamentales necesitan acercarse más a sus necesidades locales, con el fin de que incluya e interactúe profundamente con los ciudadanos para lograr una mayor participación por parte del pueblo. De esto no suceder, la comisión prevé que tanto el compromiso civil como la prosperidad económica nacional de Estados Unidos estarían en peligro. Por otro lado, la organización requiere que el Gobierno opere abiertamente, ofreciéndole a la ciudadanía fácil acceso a todos los documentos o registros públicos. Hasta el momento, la Fundación Knight ha invertido alrededor de $7 millones para cubrir las necesidades informativas de las “comunidades marginadas digitalmente” e ir en busca del cumplimiento de los objetivos que derivaron del informe emitido por la Comisión. El dinero se está invirtiendo en mejorar el acceso público al Internet a través de varias bibliotecas que se ubican en diferentes comunidades en Estados Unidos. Además, la Comisión destacó la importancia de ofrecerle fondos especiales a las bibliotecas y otras instituciones comunitarias para poder educar a los adultos en la era digital y mediática, y a su vez pedirle a la juventud que desarrolle un ejercicio mediático nacional que se enfoque en las necesidades locales de las comunidades que componen su entorno. Finalmente, la Comisión concluyó que el tema de la información es un asunto que les corresponde a todos por igual, por lo que espera promover un diálogo nacional sobre los argumentos que el estudio ha traído a colación a través del uso de foros de discusión como blogs y las redes sociales, como Twitter y Facebook, para conocer el sentir del pueblo. El estudio de la comisión estadounidense Knight, ha destacado la importancia de que el mundo entero incursione al unísono en la era digital para evitar que se utilicen adjetivos prejuiciados sobre las comunidades que aún no conocen la “magia” o el “horror” de la era digital y así lograr una mayor participación por parte de la ciudadanía en el manejo y acceso a la información.