Las redes sociales se desbordaron de memes racistas luego de que la representante de Jamaica en el certamen de belleza Miss Universo 2017, Davina Bennett, luciera su afro en la competencia. Muchos cuestionaron la belleza de Bennett, al punto de preguntarse cómo sería coronada. Este y otros tipos de comentarios no son únicos de este tipo de concursos. Muchas mujeres en el país se enfrentan día a día a una sociedad que las rechaza por su cabello.
Tal es el caso de Lyann Roclan Montañez, quien hace más de cuatro años decidió espontáneamente dejarse el pelo al natural. Según Roclan, al principio fue difícil ya que no encontraba en la calle a mujeres como ella, con el pelo afro. Afortunadamente, Roclan encontró apoyo en las redes sociales, observando videos en Youtube, donde aprendió diferentes maneras de cuidar y mantener su cabello rizo.
“Fue un proceso bien fuerte porque la cuestión de la belleza aquí [en la Isla] es bien cuadrada. Me sentía un poco perdida, no veía gente como yo”, comentó la joven quien también apuntó que cada mujer tiene derecho a escoger cómo llevar su pelo, sea lacio o rizo.
Aunque Roclan Montañez ya no se sienta perdida, aún confronta actitudes racistas, incluso en el campo laboral. De acuerdo con la joven, en algunas entrevistas de trabajo le han preguntado qué haría con su cabello de ser contratada. Roclan aceptó que al alaciarse el pelo se sentía bonita, mas ahora cuando se mira en el espejo se siente “completa”, cómoda en su propia naturaleza.
Amarse como un acto político
La afroamericana Kalisha Blocker reconoció desde muy temprana edad el trabajo que le tomaba alaciarse el pelo. Un día se preguntó cómo sería su cabello sin alisar. La respuesta la obtuvo, pero vino acompañada de consecuencias que en su momento la llevaron a desistir del intento de amar su pelo al natural. Fue objeto de burlas en la escuela y de comentarios despectivos de parte de su estilista, quien le llegó a decir que su pelo era demasiado feo.
“El acto de amarse como mujer negra en nuestra sociedad sí es un acto político, desafortunadamente”, expresó Blocker, quien espera que algún día el llevar el pelo al natural sea solo eso –llevar el pelo al natural– y no una manifestación política.
Blocker, quien también es aficionada a la fotografía, identificó, junto a Joaquín Medina, la necesidad de generar un sentido de comunidad afrocaribeña en la isla, que brindara una imagen positiva del cabello natural y que a su vez resaltara la belleza afrodescendiente del país. Así fue que en el 2012 nació Diosas al Natural, una iniciativa que busca visualizar de manera positiva el cabello orgánico.
Para ese entonces, Blocker vivía en Nueva York con planes de mudarse a Puerto Rico, cuando conoció a Medina. Luego de discutir sobre los distintos movimientos en apoyo al cabello rizo y la falta de representación en los medios de comunicación, decidieron crear un foro que sí representara la belleza natural. Como parte de la iniciativa, Diosas al Natural ofrece talleres sobre el cuidado del cabello, fomentando a su vez la unión entre la comunidad afro en la isla.
A pesar de que llevar el pelo afro sea visto por muchos como solo una manifestación política o una cuestión de moda, Blocker se siente satisfecha con el resultado y la acogida que ha tenido Diosas al Natural. Tanto es así que apuesta con ímpetu a la unión de la comunidad afrodescendiente.
“Necesitamos sus perspectivas, sus formas de comunicar, su arte, sus fotos, sus artículos, sus experiencias, necesitamos eso y que sepan que la presencia de cada cual es importante para mover nuestra gente hacia delante”, destacó.
“Pensar la negritud únicamente desde el pelo es muy reduccionista”
De acuerdo con la antropóloga Bárbara Abadía, llevar el pelo afro puede ser un acto político de visualización, mas no es la única manera en que las personas negras pueden empoderarse de sus cuerpos. Abadía señaló que estirarse o modificarse el cabello no necesariamente es un proceso de blanqueamiento, pues la negritud no es solo sobre el afro.
“Pensar la negritud únicamente desde el pelo es muy reduccionista porque hay personas que no son fenotípicamente, evidentemente negras, y se pueden llamar [a sí mismo] negros, y yo no tengo la potestad para decirles ‘no te llames negro”, afirmó la profesora de la Facultad de Ciencias Sociales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Añadió que la negritud es una cuestión de cómo uno se auto identifica.
Por otro lado, Abadía recalcó la importancia de cuestionarnos sobre nuestro origen y el porqué de nuestras características físicas, ya que de esta manera podríamos entender nuestras diferencias en vez de demonizarlas o tratarlas como menos.
Según la antropóloga, si reconociéramos a Puerto Rico como un país afroantillano, afrocaribeño “no se nos ocurriría pensar algo tan absurdo sobre cómo le van a poner la corona a una mujer que tiene afro”, aseguró.