Expertos en temas ambientales aseguraron que la contaminación de aire en Puerto Rico es cada vez mayor por la falta de conciencia del Gobierno y los conductores de diversos medios de transporte. Esta fue la conclusión de los profesores universitarios Osvaldo Rosario, Carlos J. Martínez, Félix I. Aponte Ortiz y John Uphoff. Estos cuatro educadores plantearon sus preocupaciones sobre el asunto en la conferencia “Contaminación de aire: El caso de Puerto Rico” organizada por la profesora Olga L. Mayol Bracero y los estudiantes del curso Manejo y Conservación de Aire del Departamento de Ciencias Ambientales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR). “Aquí cualquier buque o barco llega al muelle, abre, limpia chimenea y nadie dice nada, a nadie le importa nada”, expresó Martínez, profesor de Calidad de Aire en la Universidad Metropolitana. Para Martínez, quien también labora como evaluador en la Junta de Calidad Ambiental (JCA), todo el mundo se olvida del aire, uno de los recursos más importantes para la supervivencia del ser humano. Martínez aseguró que luego de pasar las inspecciones requeridas, los camioneros le quitan las inhibiciones a sus vehículos para que corran más y de esa forma poder cubrir una gran cantidad de rutas en el día. Por esta razón, el Evaluador de la JCA afirmó que es necesario “monitorear más agresivamente las fuentes móviles” y crear reglamentaciones efectivas a través de la Legislatura, quien se encuentra motivada actualmente por el tema del calentamiento global.
Por su parte, el profesor Aponte Ortiz, de la Escuela Graduada de Planificación, coincidió con Martínez al comentar que las fuentes más peligrosas de emisiones tóxicas en la Isla son las seis plantas de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y los vehículos de motor. “La transportación, tanto la privada, la comercial, como la transportación marítima y las plantas de Energía Eléctrica son las fuentes principales”, opinó Aponte Ortiz. El catedrático también recalcó la importancia de informar a la ciudadanía sobre el Inventario de Emisiones Tóxicas (TRI por sus siglas en inglés) que emite la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). A través de este informe, las industrias pueden medir su progreso en la reducción de la contaminación. Los informes del TRI incluyen sustancias tóxicas que se manejan en los vertederos y los pozos de inyección subterráneos, así como aquellas sustancias tóxicas que son descargadas al agua y al aire. De acuerdo con el informe más reciente del TRI, en el 2007, en Puerto Rico hubo una reducción de 12 millones a cinco millones de las libras tóxicas emitidas al aire.
El profesor Rosario, de Química Analítica Ambiental, expresó que no todos los compuestos de material particulado o partículas suspendidas en el aire son de preocupación, sino “sólo aquellos que pueden hacerle daño al tejido respiratorio y a las células en el pulmón”. Rosario explicó la tesis del alumno Darwin Reyes quien se encargó de los problemas respiratorios que sufría la comunidad del Barrio Amelia en Guaynabo. Para certificar este trabajo investigativo, el Centers for Disease Control (CDC) documentó que en el Barrio Amelia los niveles de enfermedades respiratorias eran de dos a tres veces mayores que los promedios de la Isla, en especial en el caso de los niños que padecían de asma. Por otro lado, Uphoff, quien labora actualmente en la AEE, comentó que para remediar estas enfermedades respiratorias que sufren los puertorriqueños es indispensable que la JCA se mantenga alerta de los individuos y las empresas que violan el Reglamento de Contaminación Ambiental. Uphoff, quien está consciente que la empresa en la cual trabaja es uno de los mayores contaminantes de aire, expresó que los ciudadanos deben estar informados de las penalidades que conlleva arrojar basura y desperdicios tóxicos al ambiente.
Aunque la JCA tiene estaciones de muestreo por toda la Isla y evalúan diariamente los contaminantes gaseosos de monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, ozono y la presencia de particulado; estos profesores coincidieron que es trabajo de todos y no sólo de esta agencia gubernamental. De acuerdo a la JCA, las zonas de San Juan, Manatí, Caguas, Barceloneta, Carolina, Cataño, Guayama y Río Grande son las de mayor contaminación y, en especial la zona metropolitana. “Estoy convencido que entre más se habla del problema de contaminación, más conciencia se va creando y más responsabilidad vamos creando para corregir el problema”, opinó Rosario.
Por su parte, Aponte Ortiz exhortó a los estudiantes a educarse. “Fortalézcanse, lleguen con visiones ideológicas y terminen con visiones filosóficas de conocimiento porque el País y la humanidad lo necesitan”, comentó Aponte.