Desde la última vez que se dirigió al país sudamericano en una transmisión directa desde Cuba, el 11 de diciembre de 2012, los venezolanos no han vuelto a ver en pantalla al presidente Hugo Chávez, cosa que contrasta con el hecho de que el mandatario solía aparecer a menudo en cadena nacional, incluso, varias veces desde La Habana.
Este hecho, unido a la confusión en torno a su salud, ha desatado un sinfín de rumores sobre la gravedad de su condición. Dicho desconcierto se debe, en gran parte, a que no se le ha presentado al país un informe médico oficial, en el que se describa la verdadera condición del Presidente.
El 10 de enero de 2013 se suponía que el presidente Chávez asistiera a la toma de poder de su nuevo mandato, por haber ganado las elecciones el 7 de octubre de 2012. Debido a su enfermedad, no hizo acto de presencia y el Tribunal Supremo de Justicia venezolano declaró que se le otorgaría un permiso de ausencia, por tiempo indefinido y que el vicepresidente Nicolás Maduro ocuparía su lugar.
La oposición venezolana ha declarado que el poder Judicial debió exigir un informe médico y decidir, basándose en el mismo, si la falta de Chávez era temporal o absoluta. El Tribunal Supremo declaró que no había razones para esto.
El pasado miércoles 23 de enero, circuló mundialmente una supuesta foto de Chávez caminando luego de su operación, cosa que, sumado a que el día anterior el presidente de Bolivia, Evo Morales había dicho que su homólogo venezolano estaba haciendo fisioterapia, llenó de esperanza a los oficialistas, de que tendrían prontamente de vuelta a su líder.
Claro que, la pregunta que nadie se ha hecho todavía, al menos no en voz alta es: ¿Y si Chávez se muere? Si verdaderamente un cáncer de tal proporción está atacando al mandatario, ¿podrá durar los seis años que dura este nuevo término presidencial?
Existen tres posibilidades. La primera: que sí. Chávez gobierna hasta el 2019. La segunda es que no. Que muera en los primeros cuatro años. La Constitución dicta que se debe realizar entonces una nueva elección dentro de los siguientes 30 días y mientras tanto, Maduro asume el mandato.
La tercera opción es que muriese en los dos últimos años, lo que haría que Maduro tomara las riendas del Ejecutivo hasta finalizar el período.
Ahora, sectores de la oposición temen la posibilidad de que, ante el “permiso indefinido”, Hugo Chávez podría pasar los seis años en Cuba y ser Maduro quien gobierne durante todo el sexenio. Más aún, los más desconfiados presagian que en cualquier momento, el Presidente pueda morir (de no haber fallecido ya) y como no es obligatorio que regrese o haga alguna transmisión, se mantengan gobernando sus dirigentes por seis años, en su nombre.
Mientras tanto, los venezolanos que apoyan al oficialismo, continúan elevando oraciones y deseos porque Chávez regrese pronto y fortalecido, venciendo la enfermedad que lo acongoja a él y a toda su patria.
El autor es periodista y videógrafo venezolano.