
De acuerdo a tres economistas del Center on Budget and Policy Priorities —Iris Lav, E. McNichol y R. Zahradnik- un déficit estructural es la incapacidad de los recaudos gubernamentales para financiar los gastos recurrentes del gobierno a través del tiempo; gastos que al fin y al cabo habrán de financiar los servicios a los ciudadanos. Esta definición es cónsona con mi planteamiento de que el problema del déficit estructural del gobierno central de Puerto Rico surge más del lado de los ingresos (recaudos de Hacienda), que del gasto público. Claro, esto no es un reclamo absoluto que el gasto del gobierno no debiera ser evaluado dentro de la eficiencia operacional del gobierno pero desde su perspectiva social más que desde el ángulo de una empresa privada. En este artículo me propongo presentar evidencia empírica que el problema del déficit es uno primordialmente de recaudos más que de gastos. Para esto, tenemos que examinar los recaudos (Ingresos al Fondo General) que surgen de las fuentes recurrentes, excluyendo aquellos como transferencia de fondos, amnistías contributivas y otros no recurrentes. Esta partida se ajusta frente a la base amplia de la economía que es el producto nacional bruto a precios nominales (PNB). De esta manera, computamos una razón matemática Recaudos recurrentes relativo al PNB (R/PNB). A nuestro juicio, la falla de algunos análisis sobre los problemas de presupuesto radica en examinar el comportamiento de los recaudos, sin reconocer lo mismo para la base macroeconómica que es de donde surgen los mismos. En resumen, esta razón R/PNB es un buen indicador macroeconómico estructural de la productividad del sistema recaudador, pues nos dice cuando de cada dólar de PNB llega finalmente al Departamento de Hacienda a través del tiempo. En la Tabla 1 se presenta el PNB nominal (PNB), los recaudos del Fondo General (R) y la razón R/PNB desde el 1970 al 2008. La última columna es el promedio móvil de tres años de la razón R/PNB. Nótese que desde el 1970 hasta 1987, la razón R/PNB evidenció una tendencia ascendente, lo cual implica una mayor productividad del sistema recaudador a través del tiempo. Por ejemplo, en 1970 se recaudaron unos 14 centavos de cada dólar de PNB, mientras que el 1988, este indicador fue 18 centavos de cada dólar. Esto implicó un ascenso de 4 centavos de cada dólar. Sin embargo, desde 1988 hasta el 2008, esta tendencia se reversó al reducirse de unos 18 centavos a unos 13.6 centavos. Dicho de otra manera, se perdieron 4 centavos de cada dólar de PNB en apenas una década. Nótese que tardamos 18 años en aumentar la productividad del sistema recaudador en 4 centavos de dólar de PNB (1970 a 1987); pero en diez años los perdemos (1988 a 2008). ¿Qué nos dice este análisis, sencillo pero preciso?. Entre 1988 al 2008, nos parecen que actuaron un grupo de factores que han incidido de manera negativa sobre la capacidad de recaudos del Departamento de Hacienda. A nuestro juicio; (a) Evasión contributiva; (b) una cien leyes de exoneración y exenciones contributivas y, (c) las recesiones de 1990, 2001 y la presente.
