
¿Quién manda aquí? ¿Quién?
¿Quién manda aquí? ¿Quién?
Tiempo de ver cómo se levanta la gente
Yo no necesito poder.
– Mala Rodríguez
Las ejecutorias deportivas en la rama femenina puertorriqueña reclaman protagonismo en los anales de la historia boricua. Y ahora más que nunca, pues parece que hacer historia se ha convertido en un objetivo en cada campo de batalla donde la mujer borincana busca abrirse camino a lo Rebekah Colberg.
En esa línea competitiva tenemos a nuestras chicas de las selecciones de sóftbol y baloncesto, quienes obtuvieron boletos para sus respectivos campeonatos mundiales. En el caso de la novena nacional, estas tendrán la oportunidad de defender los colores patrios en los diamantes del Mundial de Sóftbol 2018, que se celebrará en Tokio, Japón. Además, tienen asegurado un puesto en la delegación boricua de los Juegos Panamericanos 2019, a celebrarse en Lima, Perú.
Este boleto mundialista, alcanzado el 13 de agosto, representa el décimo para la Federación de Sóftbol en la rama femenina adulta. La participación borincana en el principal evento de sóftbol del planeta data desde la tercera edición del mencionado torneo internacional, que se celebró en Stanfford, Connecticut en 1974. El mejor resultado de las nuestras a este nivel ha sido un quinto puesto, alcanzado en la edición de 1986 en Nueva Zelanda. La última aparición mundialista de las chicas fue en el 2015 y finalizaron en la novena posición, por lo que luego de un año de sequía (2016) se presentarán como una carta promisoria de mayores proporciones.
De otro lado, las muchachas del quinteto patrio también se apuntaron una en los libros de los dioses del Olimpo baloncelístico, dado que lograron sumarse a la carrera por la Copa Mundial de Baloncesto Femenino, que se celebrará en Tenerife, España, entre el 22 y el 30 de septiembre de 2018. Esta hazaña representa el primer pase de un equipo femenino adulto de baloncesto a un evento de dicho calibre competitivo. En ese sentido, es un hecho sin precedentes y marca el inicio de una nueva era en los tabloncillos boricuas.
Se multiplican los logros
No está de más reconocer que estos logros recientes se suman a otros avances importantes en la rama femenina del patio. El año pasado, por ejemplo, Mónica Puig hizo sonar la Borinqueña por primera vez en unos Juegos Olímpicos, tras despachar toda oposición y colgarse un oro histórico en las olimpiadas de Río de Janeiro.

Las Guerreras del Caribe se preparan para iniciar el nuevo ciclo olímpico, que arranca el próximo año con los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia. (Facebook)
También el año pasado el sexteto femenino de voleibol alcanzó por vez primera la oportunidad de vestir los colores de Puerto Rico en Río, cuando le dieron un giro a la disciplina de la malla alta en un partido de repechaje celebrado en el Coliseo Roberto Clemente en el que vencieron a Kenia en tres parciales.
Este año, Borinquen continuó cosechando los frutos de la selección femenina de voleibol. La última cosecha de #LasGuerrerasDelCaribe fue el ascenso en el Ranking Mundial de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB, por sus siglas en inglés), actualizado este mes de agosto y en el que subieron de la posición #15 a la #13.
Asimismo, vale la pena resaltar la trayectoria de la campeona juvenil de tenis de mesa, Adriana Díaz, quien a pesar de su corta edad (16) ya se ha convertido en una figura prominente de nuestro deporte. La más fresca hazaña de Díaz fue una medalla de plata en el Campeonato Panamericano Juvenil de tenis de mesa que tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, durante este verano. No obstante, en abril del corriente la utuadeña logró alzarse en lo más alto del podio tras dominar cómodamente la final Sub-21 del Abierto de Eslovenia. La joven tenimesista ya cuenta con experiencia olímpica (Río 2016), panamericana (2015) y centroamericana (2014).
Por si fuera poco, Díaz está clasificada a las Olimpiadas Juveniles del 2018 y, además, encabezará la selección juvenil femenina de tenis de mesa, que también está clasificada al Mundial 2017 que tendrá como sede a Italia en diciembre. Fabiola Díaz, Kassandra Maldonado y Mileysha Sánchez acompañarán a la octava raqueta del mundo en la misión de continuar cosechando triunfos internacionales. Esta semana Díaz finalizó su participación en el Abierto de Bulgaria, donde alcanzó un pase a semifinales en la categoría Sub-21. Actualmente, la pequeña gigante se encuentra en plena preparación, mental y física, para completar los compromisos restantes en su agenda del año.
Trascendiendo los límites
Aunque parezca un cuento chino, el éxito femenino se ha encargado de salvar la gloria deportiva nacional hasta en el deporte del toma y dame. Al presente, el boxeo puertorriqueño no tiene campeones mundiales varones a nivel profesional. Pero sepa una cosa, a pesar de que históricamente más de 60 púgiles boricuas han reinado en el ensogado y de que nos podemos dar el lujo de decir que de Sixto Escobar (1934) a Jason Sosa (2016) hay gloria de sobra, hoy día contamos con dos reinas del cuadrilátero que, más allá de hermanas, son responsables de transformar el actual paradigma del boxeo puertorriqueño. Ellas son Amanda (33-25/KO-1-1) y Cindy (26-10/KO-5-3) Serrano.

Amanda Serrano es la primera boxeadora puertorriqueña, tanto en la rama femenino como en la masculina, que ha logrado campeonatos en cinco divisiones distintas. (Showtime Sports)
Amanda es la primera boxeadora —de ambas ramas— que logra campeonatos mundiales en cinco divisiones diferentes: 118, 122, 126, 130 y 135 libras. Por su parte, Cindy es la actual campeona de las 126 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). En resumidas cuentas, ni las barreras de género ni el hecho de que al sol de hoy la mujer sigue siendo utilizada como herramienta propagandística en las carteleras, ha servido para detener el avance femenino en esta “industria del entretenimiento”.
Pese a que el escenario deportivo de Puerto Rico no pinta muy alentador ante la crisis fiscal y las medidas de austeridad que arropan al País, la mujer se ha encargado de mantener con vida las esperanzas deportivas. Esto, aunque tradicionalmente —como ha reconocido la historiadora Delia Lizardi Ortiz— el deporte se ha concebido como masculino, donde lo femenino no tiene espacio y donde diariamente la mujer lucha por mejores condiciones y menos obstáculos.
Rebekah Colberg, Anita Lallande y Angelita Lind, son solo algunos nombres que definitivamente enmarcan el desarrollo del deporte femenino puertorriqueño. También es preciso reconocer la figura de Sara Rosario, la actual y primera presidenta del COPUR, dado que ha confirmado, desde que asumió el cargo en el 2012, las aportaciones de todas las que de una forma u otra aportaron a la evolución cultural del deporte desde sus respectivas disciplinas.
Según números del Comité Olímpico Internacional (COI), unas 4,700 atletas femeninas compitieron en Río 2016, un poco más que en Londres 2012, donde participaron 4,676 y donde, además, se logró que por primera vez en la historia las 204 delegaciones internacionales participantes en las olimpiadas incluyeran mujeres en sus filas.
Como dato curioso, de 49 atletas que conformaron la delegación de Puerto Rico en la pasada edición olímpica, 24 (49%) fueron mujeres.
Si bien es cierto que restan por completar luchas importantes en cuanto a la figura femenina en el deporte se refiere, no cabe duda de que en Borinquen las chicas no se han quedado de brazos cruzados para adelantar en pro de los esfuerzos por alcanzar la meta justiciera. Bien se puede decir que a través de los años han emprendido una campaña de hechos contundentes en los que el recuerdo de las pioneras se hace cada vez más grande, significativo y eterno.