El Teatro Estudio Yerba Bruja fue “poseído” la noche del viernes luego de que el actor y dramaturgo dominicano Claudio Mir librara los espíritus que habitan su monólogo Mondongo Scam, todo como parte del repertorio de “Inter-acciones creativas”. Tan pronto se apagaron las luces que iluminaban el escenario vacío del estudio, se sintió como si se hubiese poblado súbitamente. Y es que tanto Claudio Mir como Casiano Tapia, el personaje principal de su monólogo, son el producto de la suma del otro y de su historia, que constantemente se manifiesta sobre ambos. En Mondongo Scam, Casiano Tapia, un trabajador latino indocumentado es acusado de robo de identidades, tras haber utilizado varias tarjetas de seguro social y otros documentos de ciudadanos fallecidos para poder buscarse la vida “legalmente”. Sin embargo, a medida que le presenta al juez cada una de las identidades, ineludiblemente va ampliando el horizonte de puntos de vista. Eventualmente es arropado por una tormenta de enfoques múltiples que corren descontrolados del pasado al presente, entrelazando nacionalidades, géneros, lugares y edades. Como resultado, ante el espectador Casiano aparenta estar poseído por los espíritus de los difuntos a quienes les ha robado la identidad. El monólogo despedaza estereotipos de toda clase al ser examinadas las vidas de muchos inmigrantes que viven y trabajan con enorme esfuerzo por sobrevivir en los Estados Unidos. La “adquisición de identidades” que presenta su pieza tiene su génesis en el contacto directo que ha tenido Mir a través de los años con las comunidades a las que se ha dedicado y que le han permitido “recolectar adécdotas”. “Mi cuestión en la comunidad comenzó como un medio de supervivencia como cualquier otro. Después de tantos años de haber trabajado con tanta gente, y que me hayan dado tantos títulos, no sé qué soy aún”, comentó Mir. El sábado por la mañana fue partícipe de un conversatorio titulado “Arte y comunidad” que contó con la participación de Maritza Pérez Otero, ‘Jóvenes del 98’ y el ‘Grupo Talijo’ de la Península de Cantera. Actualmente reside en Nueva Jersey, escribe y dirige piezas que buscan la prevención de enfermedades como el cáncer y el HIV, concienciar sobre los costos sociales de la violencia domestica y el abuso infantil, entre otros.