
y prender el alba y amasar la noche. -Juan Luis Guerra- La ciencia es mucho mas cruel que dios. – Extraño el vocabulario nuestro, todas las palabras que por accidente inventamos. – Recuerdo un primer o último beso, aquel lugar sin horario. – Mientras tanto, todo esto, calendarios en desorden alfabético. – “Verifique que sus datos estén correctos.” – Espero el timbre del recreo hace doce años. – Aquel idioma nuestro, los apodos sobre todo, la cultura de las manos, la barbarie, cada parte de aquel diccionario en que ya nunca nos comeremos. – Bondad es incertidumbre. – ¿En cuántos universos paralelos habrás dejado de quererme? – Bondad es darse a comer de uno mismo. – El cuerpo indicado, este, este, este. – Pareciera que estoy bostezando cuando aun ronco. – Busco en el sitio adecuado pero en el tiempo incorrecto. – Quizás mañana. – Bondad es atrasar el reloj. – La cama, después de ti fue un aeropuerto. – Tener en el perfume, – Breve, tenue, el primer humo de un incendio voraz. – El reloj mismo duda, el horario se abraza, se disuelve. – Bondad es una canallada bien hecha. – Espero por horas, entonces cuando prendo el cigarrillo llega el autobús. – Lo próximo también es lo que se repasa. – Breve, tenue, lo que un vaso de agua extingue a tiempo. – Me consuela la posibilidad de otros universos, de espacios paralelos a este, esa variedad inconfirmable, esa alternativa en plural, la que hace de fui fuimos. – Bondad es no dar la mano mientras te despides. – Tener en el perfume la singular variedad de mi compañía.