El Independiente, show que se llevó a cabo el pasado jueves en la Respuesta, tuvo un carácter crítico pero constructivo respecto a otro evento que se realizó el sábado, el Coors Light Indie Fest. Con su propuesta, El Independiente logró, además de alegrarnos el corazón y el cuerpo con buena música, exponer en los medios (incluyendo a la prensa mainstream) un cuestionamiento sobre el Coors Light Indie Fest, discusión que a mucha gente con la que hablé le pareció más bien una “perreta” vana, una disputa por autenticidad (quién es más indie que quién).
Pero la etiqueta era lo de menos. Lo que había que recordar es el oportunismos corporativo que se monta y tiene éxito gracias a una base que construyeron otras personas que poco a poco son desplazadas, el trato a las bandas por parte de la cervecera –acusada constantemente de “gansería” por parte de músicos que han participado del evento- y el poder que ejercen al usar criterios de mercado desgastados y que por tanto subestiman el gusto del público. Con esos criterios la cervecera se convierte en mala curadora o más bien en Gatekeeper sobre lo que entra o no a la Isla en un momento en que el público está mucho más receptivo a cosas nuevas.
Pero más allá de la necesaria crítica, lo verdaderamente importante de El independiente es que se proyecta como una serie de shows en los que durante todo el año se presentarán bandas independientes extranjeras en conjunción con bandas locales. Así que el evento puede verse como una movida estratégica para llamar la atención internacional sobre la escena local que por fin ve la posibilidad de exponerse más allá del circuito cerrado de la Isla, gracias en parte al éxito extranjero que han logrado bandas como Balún y más recientemente Dávila 666 y Los Vigilantes.
Los estrategas de esta conspiración fueron tres medios de comunicación que trabajan por separado pero que conspiran por una misma causa: Puerto Rico Indie, página cibernética que se ha convertido -aunque no les guste la comparación- en una especie de Pitchfork local; el blog de crítica hard core Mala Vida Buena Música, medio mucho más atrevido e irreverente, comprable sólo con el mordaz Box Score de Pedro Vélez; y desde el espacio aéreo de las frecuencias moduladas, el ya notorio programa de Radio Universidad Frecuencias Alternas, el cual acaba de cumplir 12 años al aire.
Al principio de este primer show de El Independiente pensé que iba a ocurrir de nuevo lo que suele suceder en este tipo de eventos, un mal sonido. Pero luego del largo y exigente sound check de la banda Ardillas el problema quedó resuealto. La noche arrancó con la música de la banda instrumental Similar, mezcla de melodías de sintetizador en manos de Jorge Martínez, también del legendario colectivo Matotumaba, y de la guitarra del ruidista Ariel Hernández a.k.a “Pellejo” quienes se montaron sobre melodías y ritmos de onda post-rock/punk que en ocasiones recordaba a grupos como Chameleons U.K, The Cure o Interpol.
Luego subió a tarima Youvultures. Un bajo distorsionado, seguramente con un poderoso pedal Big Muff, y una batería. Este dúo del Oeste de la Isla no utilizó nada más que esos instrumentos para hacer la presentación más intensa de toda la noche; aparte de unos jocosos diálogos grabados que les sirvieron de introducción a cada pieza, tal vez para suavizar la violencia sonora que le sucedía al humor de esos interludios que incluyeron fragmentos de diálogos cinematográficos e incluso al Gallo Salsero, Tito Rojas, diciendo su famosos eslogan: “Dale pa’ bajo”. No recuerdo haber escuchado algo semejante a su sonido, pero la banda se autodenominó, en una entrevista con Puerto Rico Indie, como “un copiete” del dúo estadounidense Lightning Bolt.
Y se suponía que la sorpresa de la noche era Mima, quien apareció en tarima junto a Los Niños Estelares, y digo se suponía porque allí todo se riega y desde que entré por la puerta ya había gente al tanto de la sorpresa. Así que la verdadera sorpresa fue ver a los Niños y a Mima haciendo covers de Roy Brown.
Luego, antes del cierre con Ardillas, hicieron su aparición Las Robertas quienes vinieron desde Costa Rica a tocar su rock pop pegajoso y soñoliento. Y si bien son la primera banda extranjera que llega como parte de El Independiente, su presencia en la Isla se suma a la de otras bandas de misma línea que recientemente nos han visitado como Vivian Girls y Gaye Blades y más recientemente Mark Surtan y Bad Sports.