Si vamos a hablar de lo que es literatura, palabra y escritura, hay que empezar con la poesía. Por eso, el poeta Joserramón ‘Che’ Melendes no escatimó a la hora de tomar el micrófono ayer y empezar a declamar su cortante poesía. “El lugar de la poesía es el poema”, dijo ‘Che’ Melendes antes de romper el hielo en el micrófono durante un conversatorio entre poetas como parte de la jornada de ayer del Festival de la Palabra. Junto a él estuvieron en esta informal mesa redonda la poeta nicaraguense Gioconda Belli y el poeta y clérigo Ángel Darío Carrero. Entre los poemas más impactantes declamados por Melendes estaba Tres milagros de Albizu, dónde lleva a un plano divino la figura del líder nacionalista. En un aparte con Diálogo, Melendes hizo un reclamo a los organizadores de futuros festivales y simposios literarios a que le den la importancia que merece la poesía, pues entiende que es el medio de literatura “más primitivo, básico y simple” y con más alcance. “La trascendencia de la palabra poética es amplia y debe insistirse constantemente en que sea parte prominente de eventos como este. El trabajo del poeta es insitir en que debe coexistir la presencia de la poesía con lo que es la palabra cotidiana”, puntualizó Meléndes. A pesar de manifestarse satisfecho con el conversatorio sostenido, Meléndes ofreció críticas constructivas para futuras ocasiones y, de forma enérgica y consistente, reclamó un espacio destacado para la poesía. “Es que existe un miedo con la poesía, y es algo que hay que hacer siempre. Esa es la única variante que tengo en cuanto a la organización de festivales como este, creo que es hora de que la poesía reciba la misma propaganda y publicidad que se le dan a otros foros de literatura y a otros eventos peposos”, apostilló. Meléndes describió la poesía como “el laboratorio del lenguaje, la faena de trabajar con el tesoro del lenguaje”. “Es un privilegio que la tribu le da al poeta, pero también es una grandísima responsabilidad”, expresó. “Después de que tú tienes tantas horas de vuelo solitario, de vez en cuando te gusta comparecer de nuevo ante la tribu pa’ que te oigan, pa’ que te midan, pa’ que te aplaudan, pa’ que te abucheen. No es bueno estar siempre a esa distancia. Los poetas se ostratizan y de vez en cuando hay que salir de eso y lanzarse a la tribu para que te oigan”, apostilló. Melendes enfatizó en el hecho de que a veces se le da más importancia a hablar de la poesía, sobre leer la misma. “Por eso digo que hay que leer la poesía de uno primero antes de hablar de la poesía. Nos llaman para hablar de la poesía, pero !contra!, yo quiero leer. Y eso que te acabo de decir tuve que, de cierta forma, imponerlo en este conversatorio, el que me pareció muy interesante”.