El 2016 fue un año tan iracundo e inescrupuloso a nivel mundial que es imposible no destilar al menos un chin de sentimiento, cinismo y hasta desdén, cuando se hace un resumen de noticias internacionales.
Intentaremos mantener el control y la supuesta objetividad que quieren validar las escuelas de comunicación, pero vamos… Si hay un año que hizo que uno fuese humano y no robot mediático es este.
Le agregamos bastante pimienta a este resumen, con enlaces por doquier. Intentamos escribir con lo que le queda de corazón a quien pone bajo lupa un año que ha drenado tanto a la raza humana. Quedó de dos partes, pues el mundo es una pelota de energía bastante grande, y salió en orden alfabético. Aquí nuestra primera entrega.
Adiós, 2016. Y, por favor, no regreses nunca más.
Black Lives STILL Matter
Empezamos en inglés, pero no es porque la estadounidense Junta de Control Fiscal ya implantó la esclavitud total entre los puertorriqueños, ni tampoco porque somos parte ahora de algún conglomerado editorial híper comercial que busca adeptos entre los milenials. Es que no hay otra forma de ponerlo. Black Lives STILL Matter, en mayúscula y en inglés (Por si acaso, en español es Vidas Negras TODAVÍA Importan).
Con todo y que los racistas salieron masivamente de sus escondites a votar por la canción de Hamelín que les silbó Donald Trump, el movimiento de Black Lives Matter, organizado en 2013, se mantuvo fuerte durante 2016. Y no es para menos, pues hubo varias muertes de afroamericanos y emigrantes negros, entre ellos Philand Castile, Alton Sterling, Bruce Kelly, Joseph Mann, Abdirahman Abdi, Paul O’Neal, Sylville Smith, Terene Crutcher, Keith Lamont Scott y Deborah Danner, entre otros.
Para sus activistas, la clave del movimiento Black Lives Matter en 2016 fue cómo utilizar el performance y el arte dentro de las plataformas tecnológicas de comunicación para aumentar su poder de convocatoria. Tuvieron éxito en cuanto a impacto contestatario se refiere, con protestas masivas –en algunas instancias cerrando incluso vías públicas de rodaje– en ciudades como Milwaukee, Wisconsin; Baton Rouge, Lousiana; San Francisco y Los Ángeles, en California; Pittsburgh, Pennsylvania; y Charlotte en Carolina del Norte.
En los premios ESPYs, de la televisora multinacional ESPN, las superestrellas de la NBA LeBron James, Chris Bosh, Carmelo Anthony y Dwyane Wade enarbolaron su bandera. En la National Football League (NFL), el movimiento inspiró a que Colin Kaepernick pusiera en boga la tendencia de arrodillarse en señal de protesta cuando se entona el himno nacional estadounidense.
Los simpatizantes de Black Lives Matter también se hicieron sentir con protestas durante la campaña de las elecciones y fueron atacados por seguidores de Trump en algunos de sus mítines. El movimiento, además, alcanzó magnitud internacional desarrollando capítulos en países como Australia, Colombia y Gran Bretaña.
Claro, que hubo varias vallas que brincar… además de que seguían apareciendo ciudadanos negros muertos a mano de la Policía, sin importar las protestas. En Dallas, por ejemplo, un loco llamado Micah Xavier Johnson abrió fuego contra la Policía y mató cinco oficiales. Durante seis meses, además, tuvieron que resistir ataques anónimos a sus sitios web.
Y, hace apenas unos días, la Policía protestó el diseño de una camisa de Black Lives Matters, vendida por un subcontratista de internet en páginas como la de Amazon y Walmart. Sí, Black Lives Matter se coló con una camisa con el slogan de ‘BULLETPROOF’, nada menos y nada más que en Walmart, y la Policía puso el grito en el cielo.
Brasil: entre el desgaste político y el éxtasis olímpico
Fue un año turbulento en Brasil. No tan solo experimentaron los dolores cruentos que ocasiona la producción de unos Juegos Olímpicos, sino que durante todo el año vivieron un versátil drama político. En una esquina del cuadrilátero Michel Temer; en la otra Dilma Rousseff; y merodeando alrededor Luis Inazio Lula Da Silva y Petrobras.
En mayo, el panorama político en Brasil se volvió puro pandemónium. El otrora vicepresidente Temer conspiró junto a la Legislatura brasileña para sacar de la presidencia a la primera mujer en ocupar ese cargo, Rousseff, del Partido de los Trabajadores, quien fuese su excompañera de papeleta, en lo que fue catalogado por analistas de Diálogo como un golpe de estado sutil pero mezquino.
De inmediato, Temer nombró un gabinete nuevo, todos hombres adinerados y caucásicos, representantes de lo más clásico de la derecha brasileña, y que busca enfocarse en medidas de austeridad y en saciar los caprichos de la banca y el comercio mundial, en total oposición a las medidas diseñadas por Rousseff y su antecesor, Lula Da Silva, que apostaban más a la integración unísona de todo el pueblo brasileño y en sacar de la pobreza a millones de ciudadanos.
Todo esto sucedió a meras semanas de comenzar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y poco menos de dos años del Mundial FIFA ‘14, eventos caracterizados por el embate de medidas neoliberales, como desplazamientos en las favelas y el gasto de miles de millones en construcción de estadios, y por protestas a granel de parte de los sectores más oprimidos por estas medidas.
Sí, Brasil le ha mostrado al mundo su poder de novel economía mundial, pero ¿cuál fue el precio interno? De más está decir que los orgasmos deportivos del Mundial FIFA 2014 y de las Olimpiadas 2016 son el más vivo contraste para la debacle política que este país sufrió este año: Rousseff sacada del poder por Temer en mayo; Lula de Silva acusado de corrupción con Petrobras; y una Legislatura que da golpes a ciegas ante el temor de que su economía se desplome.
De hecho, a mediados de diciembre el Senado brasileño aprobó una medida de ajuste sin precedentes en el mundo. Con una abrumadora mayoría de 56 votos a favor y 16 en contra, los y las congresistas de Brasil avalaron una enmienda que modifica la Constitución de 1988 e incorpora el techo del gasto público al orden jurídico del país. Brasil tendrá durante los próximos 20 años el presupuesto nacional congelado, apenas actualizado por la inflación. La medida fue impulsada por los dos séquitos que respaldaron en mayo el golpe suave que Temer le dio a Rousseff. Tanto las corporaciones y grupos de alto poder económico, como los aliados políticos electos de Temer, los que lo ayudaron a hacer el trabajo sucio en las esferas gubernamentales y judiciales de Brasil, fueron los principales propulsores de este histórico suceso legislativo.
Hubo manifestaciones contra la enmienda en Brasilia, Porto Alegre, San Pablo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Fortaleza como muestra del creciente malestar social. Todo esto sucede a la vez que se vislumbra el debate sobre otros asuntos, que quizás a Puerto Rico le resulten muy familiares: el aumento de la edad mínima de jubilación y la precarización laboral, para no hablar con tapujos.
La cosa en Brasil, a nivel de corrupción política y económica, luce tan al garete que el propio Temer, que apenas seis meses atrás estaba en las papas y dando golpes de Estado, pudiese ir preso, o al menos ser acusado por sus chanchullos durante el 2017. Luego del papelón constitucional en el Senado, se supo que el jefe de la compañía Odebrecht le confirmó al Ministerio de Justicia que en 2014 le hizo un pago de un presunto soborno al entonces vicepresidente Temer y al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), donde milita este. Ante semejante bochinche de corrupción, uno de sus asesores presidenciales e íntimo pana de antaño de Temer, José Yunes, expuso su renuncia.
Pero ahí no acaba la cosa.
Resulta que lo que en inicio parecía ser una tramoya de corrupción y guiso económico que vinculaba a Lula como principal embelequero de Petrobras, ahora le ha explotado a Temer en la cara, pues Odebrecht era uno de los pilares de aquella empresa. Tanto Marcelo Odebrecht, convicto expresidente de la empresa que lleva su apellido, como otros 76 ejecutivos de la compañía firmaron el mes pasado un acuerdo con el poder judicial para reducir sus penalidades a cambio de despepitar todo lo que saben sobre la red de sobornos que le garantizó contratos a la empresa petrolera estatal. Es decir, esta gente cantará tanto y tanto que harán lucir a los acusados del caso Anaudi como mudos. Brasil tuvo un 2016 lleno de demencia… y el 2017 no luce muy cuerdo que digamos.
Brexit: Inglaterra le exige el divorcio a la UE
Sí, es la mezcla de Bretaña y la palabra exit, que significa salida. Es como cuando la gente usaba el término Brangelina para referirse a la ya inexistente unión entre las estrellas de Hollywood, Brad Pitt y Angelina Jolie. Sí, Brexit, así va la cosa.
El 23 de junio de 2016, mediante referéndum, el pueblo de Gran Bretaña decidió abandonar la Unión Europea (UE) por margen de 52% versus un 48% que votó para quedarse. Más de 30 millones de personas votaron, para un porcentaje de 71% de participación.
Desde entonces, Inglaterra cuenta con una nueva Primera Ministro. Un día después de perder el referéndum, el entonces mandamás David Cameron, principal impulsador de permanecer en la UE, renunció a su cargo. Theresa May, que estaba también en contra de que Inglaterra se fuera de la UE, dijo de inmediato que respetará el mandato del pueblo.
Claro, que aún no se sabe qué en la práctica significa el Brexit como tal. Según estipulan los expertos en política internacional, aquí hay dos factores claves: cómo las empresas británicas ahora realizarán sus negocios dentro de la UE y cómo esto afectará los derechos de los ciudadanos de la UE que viven y trabajan en el Reino Unido.
Vale destacar que la UE funciona como una sociedad política y económica entre 28 países europeos que existe desde principios de la década de 1990, fundada con la idea de que países que hacen negocios juntos son menos propensos a ir a la guerra y la premisa de que el crecimiento económico de las naciones es más factible si se hace en conjunto. Y esto es muy importante entenderlo en los precarios tiempos que vivimos, pues son la lucha por los recursos naturales en pos de un mejor estilo de vida y los parámetros capitalistas mundiales los que no parecen dejar de comprimir las intenciones económicas de las naciones a favor de las corporaciones multinacionales, y por ende, lo que termina ocasionando conflictos bélicos y luchas de pueblos en sectores de alto valor natural como el Medio Oriente o las Amazonas.
Durante las pasadas siete décadas, la UE se ha convertido en un mercado singular, que permite tanto a las personas como a los bienes moverse en libertad, como si sus estados miembros fueran parte de un solo país. Tiene una moneda propia, el euro, que es usado por 19 de sus miembros. Tiene su propio Parlamento, que le pone orden a distintos elementos de la región, como la transportación, los derechos de los consumidores, lo ambiental y hasta el costo de las comunicaciones móviles.
Hasta ahora, la economía británica parece manejar la sorpresa del voto emitido por el Brexit, pero el valor de la libra, moneda nacional de Inglaterra, se encuentra en su precio más bajo en 30 años, y la opinión de los economistas va dividida entre los efectos de dejar la UE. Firmas como las tiendas por departamento John Lewis y la aerolínea Easyjet han indicado que el desplome de la libra ha significado un aumento en sus costos operacionales.
Por otro lado, el rating del crédito de Inglaterra ha caído, lo que significa mayor interés para el gobierno a la hora de coger prestado. No obstante, los precios de las acciones y los bonos el gobierno inglés han recuperado adeptos satisfactoriamente dentro de los índices de la Bolsa de Londres que establece el Financial Times Stock Exchange. El Banco de Inglaterra, mientras tanto, se puso las pilas y cortó los márgenes de interés de un .5% a un .25%, una baja monumental que busca estimular inversiones y combatir la recesión.
Bueno, pero ¿cómo va la cosa para que finalmente suceda el divorcio entre la UE y el Reino Unido? Para que esto suceda, el gobierno de Gran Bretaña tiene que invocar un acuerdo llamado el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que le da a ambos lados dos años para concordar los términos de la separación. La Primera Ministro May ha dicho que espera comenzar este proceso a finales de marzo de 2017, lo que significaría que Gran Bretaña saldría de la EU en verano del 2019, dependiendo de lo que se acuerde en las negociaciones. El gobierno inglés además tendría que hacer factible lo que llaman el Great Repeal Bill, que anularía toda premura de las leyes de la UE en Inglaterra. Luego de que esto pase, el mundo sabrá a ciencia cierta qué quiere Gran Bretaña de la UE, especialmente con respecto a emigración y comercio.
O sea, parece que los británicos han tirado una moneda al aire, al votar por el susodicho Brexit. En estos momentos, los sentimientos nacionalistas de derecha están a fuego alrededor del mundo, desde los autobautizados alt-right que eligieron a Donald Trump, hasta los muy vocales opositores de los refugiados sirios en Francia y Turquía. ¿Qué pasará con Gran Bretaña, luego de que salga de la UE? ¿Dominará totalmente el sentimiento anti emigratorio y de nacionalismo de derecha que condujo el triunfo de Brexit? Las agujas del Big Ben siguen dando vueltas.
Colombia, las FARC… y un hacker eleccionario
En octubre, sucedió otro inesperado resultado electoral, esta vez en Colombia. Tras cuatro años de negociación de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), un referéndum en el que se abstuvo el 62% de los votantes hábiles decidió decirle “no” a una tregua definitoria.
Tal y como reseñara Diálogo en aquel momento, el resultado final del plebiscito fue un 50.21% en contra del acuerdo de paz, con más de 40 mil votos de diferencia.
“Colombia muestra históricamente una alta tasa de abstención del electorado en elecciones generales y procesos electorales. Más de la mitad del electorado colombiano, capacitados con derecho a votar, consistentemente no participan. En este evento es un factor que hay que tener en consideración para poder entender el porqué es que triunfa la opción del ‘no’”, le dijo en aquel momento a este diario el experto en relaciones internacionales, Phillip Escoriaza.
Pero, vamos, esto era un proceso para intentar la restauración global de la paz en un país que no sabe lo que es completamente eso desde tiempos antes de Pablo Escobar. ¿Por qué fracasó? La respuesta es más sencilla de lo que pretende la pregunta. Había mucha falta de información en el electorado, debido a la magnitud del acuerdo…. Y ni hablar del rencor hacia los victimarios de las FARC por las vidas que han segado y el daño que han hecho.
“Esto es un acuerdo de 300 páginas, hay muchos elementos contenidos en ese documento para crear insatisfacción en muchos sectores. Por ejemplo, la insatisfacción con que se le entregue a las FARC diez escaños en la legislatura nacional es un elemento que mucha gente está en oposición porque se ve como un premio a pesar de 50 años de lucha y guerras sangrientas”, añadió Escoriaza en la entrevista que realizara en aquel momento con el periodista José Karlo Pagán.
“Otro elemento es el poco tiempo que hubo, entre la firma del acuerdo oficial [en Cuba] y esta votación. En poco tiempo de campaña, con un documento tan complejo, con un contexto de más de cinco décadas de violencia y conflicto, simplemente siete días era demasiado ambicioso para suponer que era suficiente para convencer al electorado”, apuntó Escoriaza.
Por otro lado, Colombia también vivió un momento histórico que aún no está del todo claro, cuando se arrestó al hacker Andrés Sepúlveda. Sepúlveda dice haber alterado campañas electores y haber manipulado elecciones alrededor de Latinoamérica durante los pasados ocho años, desde las que dieron vencedor al mexicano Enrique Peña Nieto hasta intentos de desbancar al fenecido expresidente venezolano Hugo Chávez. El hombre permanece en estos momentos en una cárcel en Bogotá.
Cuba, la llegada de Obama y la muerte de Fidel
Cuba siguió estando en el ojo del mundo durante el 2016. La apertura de los Estados Unidos hacia la mayor de las Antillas, proceso que comenzó a finales del año pasado con un mensaje en conjunto entre el presidente estadounidense Barack Obama y su homólogo cubano se consolidó en este año, cuando visitó a Cuba en el mes de marzo. Durante la misma semana en la que Obama fue, también se presentó allí un concierto masivo de los Rolling Stones y un partido entre los Rays de Tampa Bay y la selección cubana. Contrario a lo que dice la famosa frase de una canción de reguetón de los cubanos de Kola Loka, a Cuba sí parecía darle “su gana americana”.
Si bien es cierto que el viaje del presidente de Estados Unidos a Cuba se realizó ante gran incertidumbre dentro del propio pueblo cubano, el mismo sirvió para adelantar cualquier ambición de comercio entre ambas naciones, ya sean movimientos comenzados en el área de las telecomunicaciones o la industria bancaria o los que están aún por comenzar.
Pero, ¿habrá Estados Unidos echado al retrete todos estos esfuerzos al elegir a Trump como presidente, apenas meses después de que Obama estuvo en La Habana? Trump, que a veces aparenta ser más bruto que un troglodita cuando se expresa por Twitter, parece creer que entre Washington DC y La Habana apenas hay un solo acuerdo grande en vez de un acuerdo profundo, con muchas ramificaciones, que van desde enviarse emails hasta manejar emergencias ambientales. Entre los adelantos más grandes en las relaciones actuales entre Cuba y Estados Unidos están los noventas vuelos ida y vuelta diarios de territorio estadounidense al cubano y viceversa.
Robert Muse, un abogado especializado en las leyes de comercio entre Estados Unidos y Cuba, entiende que a Trump pudiese darle un exceso de soberbia cuando vea todas las ramificaciones de los acuerdos recientes entre ambos países. Eso pudiera significar un peligro financiero para los Estados Unidos, especialmente tras haber comenzado a penetrar los mercados cubanos de forma tan directa.
“Abandonar el aumento en los viajes que introdujo Obama pudiese ser la cosa más trágica que puede hacer Trump”, dijo Muse al New York Times, recordando el bagaje amplio que tiene el presidente electo en el turismo hotelero mundial.
Por otra parte, otro experto entrevistado por The New York Times, Phil Peters, consultor de negocios para varias empresas que buscan invertir en Cuba, indicó que “una de las grandes formas en que Trump mira a la política exterior es con respecto al asunto de inmigración… cuando vea a Cuba, verá que es un país que trae mucha inmigración ilegal hacia Estados Unidos”.
El asunto de la política ideológica sigue teniendo que ver, al menos para Trump. Su alicate principal, Mike Pence, vicepresidente electo, dijo a través de Twitter días antes de las elecciones que Trump “revocaría las órdenes ejecutivas de Obama” con respecto a Cuba “y continuará el embargo hasta que haya verdadera libertad política y religiosa”.
Entonces, se murió Fidel Castro y Trump simplemente disparó este otro tuit.
De nuevo, vaya usted a saber con qué loquera con respecto a Cuba pueda salir Trump cuando entre a la Casa Blanca en enero. Ahora, algo sí es claro, Trump siempre ha sido un negociante despiadado y a las corporaciones de Estados Unidos le interesa hacer negocios en Cuba, así sea de forma despiadada, como lo hicieron mediante la mafia italoamericana y la CIA en los tiempos de Batista.
¿Y sobre Fidel y su deceso? Pues Diálogo estuvo en su homenaje póstumo en Santiago de Cuba y luego en La Habana, en una cobertura colaborativa con el portal Ryot, del Huffington Post. Tratamos varios temas correspondientes al legado de Castro y la sociedad cubana de la actualidad, como la educación, la salud y los derechos de la comunidad LGBTT. A continuación, un vistazo en tecnología 360 del ambiente en Santiago, publicado por Ryot.