
Es bien serio esto de los equipos nacionales en un pueblo cuya identidad deportiva es vital ante más de cinco centurias como colonia.
Por ejemplo, el pasado domingo hubo uno que otro puertorriqueño o puertorriqueña con el moco en el piso, pues albergaban la esperanza de que el bate de Nolan Arenado estuviese en la alineación del equipo de Puerto Rico.
Arenado fue el líder en jonrones y carreras impulsadas en 2016 y 2015 en la Liga Nacional. Allí administra la antesala de los Rockies de Colorado y en la pasada campaña bateó para .285 con 133 impulsadas y 41 bambinazos. Es una bestia del béisbol, posiblemente el toletero más temido de la actualidad.
Y el domingo, Arenado, el marrón más pesado de la Liga Nacional, dijo que participaría por Estados Unidos y no por Puerto Rico. Arenado es nieto de puertorriqueños. Pero, vamos, el tipo nació y se crió en los Estados Unidos de América, su honor y honra es para el pueblo estadounidense, que si bien ahí también están los puertorriqueños no necesariamente es el pueblo puertorriqueño. Se entiende, ¿no?
El propio dirigente Edwin Rodríguez explicó cuán realistas siempre fueron las esperanzas de que Arenado jugara por Puerto Rico. De hecho, se remontó a inicios del 2013, antes de que Arenado fuese el fenómeno ofensivo que es hoy día.
“Hubo un fuerte acercamiento en 2013, con el mismo Arenado. Yo personalmente lo había gestionado cuando aún estaba en ligas menores”, confesó el dirigente Rodríguez en una cándida plática con Diálogo en la tarde del lunes.
“Esa conversación con Arenado duró unos tres días. Ya yo vislumbraba la estrella que iba a ser. Para aquel entonces decidió no jugar, pero era elegible. O sea, él hubiera hecho el equipo de Puerto Rico en aquel momento”, acotó.
Rodríguez señaló que Arenado “siempre ha sido bien respetuoso y profesional”. En aquel entonces, el poderoso bateador tenía 22 años de edad y el dirigente recordó la confusión que le proponía un reencuentro con sus raíces caribeñas en la competencia internacional.
“Una pregunta que me hizo fue que si en 2013 podía jugar por Puerto Rico y luego en 2017 jugar por Estados Unidos. Le dije que sí, que podía hacerlo. Al final decidió que no iba a participar. Fue siempre muy respetuoso e incluso dijo que para el futuro lo analizaría. Pero el fanático de aquí no lo debe culpar. Arenado es norteamericano, no se le puede culpar. Él se siente norteamericano, más que puertorriqueño”, puntualizó el veterano técnico.
Esa palabra llamada “esperanza”
Rodríguez hizo claro que “como equipo tenemos que gestionar al mejor talento que pueda estar disponible, lo queramos o no, pensamos que pueda jugar o no, todo por respeto al fanático. Nosotros hacemos nuestro trabajo, buscamos el mejor talento disponible y cuando no entran al equipo, en la mayoría de las ocasiones sus razones son válidas. Pasamos esos casos y seguimos dándole forma al equipo, con eso no hay problema”, articuló.
“En 2013 fuimos con el mejor talento que teníamos disponible”, agregó, en alusión al combinado patrio que alcanzó el subcampeonato del Clásico Mundial ese año.
Es decir, que, en estos momentos, Rodríguez no mantiene mucha esperanza de que otros jugadores estadounidense elegibles para jugar por Puerto Rico le den el sí a Borinquen. Jake Arrieta, as de los recién coronados campeones mundiales, Cachorros de Chicago, no parece estar muy ávido de explorar sus raíces latinoamericanas, si nos dejamos llevar por a quién respaldó públicamente en las pasadas elecciones presidenciales. Entonces están Marcus Stroman, lanzador de los Azulejos de Toronto, y George Springer, jardinero de los Astros de Houston, cuya participación es una incógnita, a pesar de distintos reportes de prensa que más temprano este año indicaban que favorecían jugar por Puerto Rico.
“Esperanza… no sé cuál es el significado de esperanza que yo tengo con respecto a jugar con estos jugadores. Si deciden jugar bienvenido, si no pues, buena suerte, yo no estoy muy pendiente ni me extrañaría que digan que no. Ahora, si un Yadier Molina o un Carlos Beltrán dicen que no, pues ahí me preocupo”, destacó.
Con Arrieta, dijo, “nunca, nunca, nunca he hablado”, aunque sabe que la administración del equipo “le ha hecho unos acercamientos”. Primero, “nunca ha contestado en la afirmativa de que está dispuesto a jugar”, aunque sí ha dicho “que sería un honor participar con Puerto Rico”.
No obstante, “yo dificulto muchísimo que participe con Puerto Rico o con Estados Unidos porque estuvo lanzando hasta hace dos semanas. Para participar en el Clásico tendría que adelantar todo su entrenamiento al menos un mes”.
“Y eso requiere muchos ajustes. Muchos de ellos no están dispuestos a hacer esos ajustes. Si contesta en afirmativo pues bienvenido. Si no, pues buena suerte, no estoy esperando por él ni por otros”, dijo Rodríguez.
Al mencionarle a Stroman y Springer, Rodríguez apuntó hacia otro lado.
“Creo que podría sorprender más que algunos jugadores nacidos y criados en Puerto Rico den su negativa. Pasó en 2013. Y eso es porque hay jugadores que necesitan estar presentes en el Spring Training de sus equipos y no pueden darse el lujo de estar aquí porque su carrera es primero y eso es entendible”, explicó.
Entre ellos, Rodríguez mencionó a cuatro lanzadores: Joe Jiménez (Tigres de Detroit), José O. Berríos (Mellizos de Minnesota), Jorge López (Cerveceros de Milwaukee) y José De León (Dodgers de Los Ángeles). Además, hizo alusión a los jugadores de posición Enrique Hernández (Dodgers de Los Ángeles) y T.J. Rivera, jugador de cuadro de los Mets de Nueva York.
“Son peloteros que necesitan hacer su Spring Training. El escenario real, vamos, es que no hay nada seguro”, expresó.
“No hay nada, nada seguro, ni siquiera Carlos Correa o Javy Báez o Francisco Lindor”, anotó.
Espérate, espérate, espérate. ¿Un equipo de Puerto Rico sin Correa, sin Javy o sin Lindor? Bájele dos, coach.
“Siempre ellos han mostrado su disposición, pero lo que pasa es que estamos hablando de tres siores, aunque Javy se mueve más en la intermedia. Lo que hace falta es una contestación de que ellos y sus equipos están dispuestos a aceptar nuestras condiciones. Los tres no pueden jugar siore a la misma vez. ¿Y si el equipo de cada uno especifica que ellos tienen que jugar siore todos los días o si no, les prohíben jugar? Y eso no va a pasar, ninguno de ellos no va a jugar siore todos los días. Con Lindor y Correa existe la particularidad de que quizás no es decisión de ellos, al fin y al cabo. Yo espero que ellos jueguen, pero de nuevo, soy realista ante todas las posibilidades”, dijo.
De igual forma, mencionó el caso de Ángel Pagán “que ahora va a la agencia libre, y que no sabemos cuáles son sus planes”.
Entonces, ¿cuándo tendremos un panorama más seguro de lo que será el equipo de Puerto Rico?
“Cuando tengan el uniforme puesto sabré quiénes son los que van a jugar. Ahora mismo, Yadier y Beltrán son los únicos con el uniforme puesto. Ellos están ahora mismo en sus casas sentaos’, con el uniforme puesto, esos son unos fiebrús, me tienen loco con el Clásico. Yadi, por ejemplo, está tan loco por jugar que se creía que era el año pasado. Y ya los equipos de ellos saben la que hay”, interpuso.
“En estos momentos, estamos concentrándonos en cómo le vamos a ganar a México, Venezuela e Italia. Los jugadores y la estructura del equipo, tomarán forma por sí solo. Sea cual sea el equipo, el talento está ahí para repetir o mejorar lo de 2013. Ahora mismo, estamos pensando en cómo le vamos a ganar al resto de los equipos”, puntualizó el primer dirigente puertorriqueño en la historia de las Grandes Ligas.
Puerto Rico participará desde el 9 de marzo de 2017 en el Clásico Mundial. Le toca en la primera ronda contra México, Italia y Venezuela, en partidos que se celebrarán en el Estadio de los Charros, en Guadalajara, estado de Jalisco, en México.