
¿Quién tiene el poder? ¿De qué sirve la ética? ¿Cómo la tecnología ha cambiado las formas de hacer periodismo? ¿Hacia dónde va este campo y cuál es su futuro?
Estas fueron algunas de las preguntas que se discutieron durante el conversatorio Juegos de Poder 2: Periodismo, ¿cuarto poder o herramienta de los poderosos?, como parte del Festival de la Palabra, celebrado durante el pasado fin de semana.
Este espacio fue moderado por la comunicadora puertorriqueña Gloribel Delgado Esquilín y reunió al periodista español Jacinto Antón, el periodista José Baéz Guerrero de la República Dominicana, la novelista brasileña Ana María Goncalves, el novelista Ricardo Menéndez desde España y al periodista boricua Héctor Feliciano.
"Al final de la tarde, tú tienes el poder", argumentó Delgado Esquilín. Al menos, esta fue la lección que le dio un colega. El periodista es quién al final del día se sienta frente a un teclado y decide qué historia contar.
Feliciano argumentó que el poder del periodista siempre es uno “coartado” hasta cierto punto, ya que está sujeto al poder del diario para el cuál el comunicador labore.
Sin embargo, si en algo estuvieron de acuerdo todos los panelistas, es que este “poder” que el periodista tiene, sin importar su peso, es bueno siempre y cuándo se utilice de manera ética. Feliciano sostuvo que “la ética debe estar integrada en lo que uno hace”.
Por su parte, Baéz Guerrero indicó que “las cuestiones éticas son medio espinosas”, pues considera que la “ética no es más que una convención” que varía de sociedad en sociedad. Sin embargo, sostuvo que “el mejor periodismo del mundo” está regido por una serie de convenciones que deben ser similares no importa el lugar.
Menéndez, quién es escritor, declaró que aunque “la noticia, el hecho bruto, discurre más rápido que antes”, el periodista que haga una buena interpretación de la realidad seguirá siendo necesario. Por tanto, no se aproxima el fin del periodismo, a pesar de todas las innovaciones que ha provisto el contexto de la convergencia mediática.
Sobre esto, Antón, quién es periodista cultural, sostuvo que el periodismo tiene que “buscar la calidad expresiva” y que el Internet y la velocidad han hecho que se pierda hasta cierto punto la buena escritura.
Feliciano estuvo de acuerdo y sostuvo que además de la calidad escrita del periodismo, “parte de la excelencia es el poner el contexto”, elemento que se ha perdido en algunos espacios noticiosos.
Para los panelistas, estos son elementos que deben recuperarse e hicieron un llamado a los jóvenes presentes en el conversatorio, pues consideran que son la generación que se comienza a integrar a los medios de comunicación como profesionales.
La escritora brasileña Ana María Goncalves, quién se dirigió en portugués al público y fue traducida por Feliciano, sostuvo que todo se basa en la credibilidad que un periodista pueda tener, pues el público es quién elige qué información consumir.
Tras reflexionar durante lo que fue una discusión provechosa, los presentes llegaron a la conclusión de que al final del día, el poder no es ni del periodista ni del medio. Goncalves argumentó sabiamente que este le pertenece al público, pues “el poder está en el que recibe”.