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En su décimo tercera edición ya el Premio Alfaguara de Novela 2010 tiene dueño. ¿Quién? Esta vez el turno le tocó al chileno Hernán Rivera Letelier, quien con su novela “El arte de la resurrección”, conoció el fallo del jurado que se hizo público este lunes en una ceremonia realizada en el país ibérico. Este premio, uno de los más prestigiosos en lengua española, está dotado con una cantidad en metálico que ronda los 175 mil dólares, así como una escultura de Martín Chirino. De entre 539 manuscritos el jurado escogió 6 que llegaron a la etapa final, pero a la postre quedó como única favorita la obra del chileno nacido en la ciudad chilena de Talca. “El jurado ha valorado el aliento y la fuerza narrativa de la novela, así como la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia”, explica el fallo del jurado, el cual estuvo presidido por el novelista español Manuel Vicent. La novela de Rivera Letelier narra la historia real –asida a un tono propio del realismo mágico- de las andanzas de un predicador que se cree reencarnado en Cristo y que vaga por el desierto chileno en las primeras décadas del siglo XX. Rivera Letelier, quien nació en la ciudad de Talca, recientemente afectada por el terremoto ocurrido hace un par de semanas, creció y vivió en el desierto de Atacama durante 45 años. En su temprana juventud trabajó vendiendo diarios y fue mensajero de una empresa minera. No es de extrañar que los parajes en que se instaura su obra, los conozca casi o tanto como a la palma de su mano. En sus primeras declaraciones telefónicas Rivera Letelier reveló haberse sentido sorprendido. “La primera impresión fue casi de incredulidad, pero después dije ‘debe ser un milagro”, comentó en una conferencia telefónica desde su país de origen. El escritor chileno no sólo se ha destacado por ser un excelente narrador, también ha publicado varios libros de poesía, de entre los cuales se destacan “Poemas y pomadas”, uno de sus primeros libros. Del mismo modo, las novelas le han consagrado como un escritor bastante conocido en su país, siendo grandemente leído por sus compatriotas. “Santa María de las flores negras”, “Mi nombres es Malarrosa”, y “La Cantadora de películas” son algunas de sus novelas más destacadas que ahora se suman a “El arte de la resurrección”, dándole peso a una obra de por sí amplia y considerable. Curiosamente el año anterior el premio le fue otorgado al argentino Andrés Neuman por su novela “El viajero del siglo”. Tanto en la novela de Rivera Letelier como en la del rioplatense, el lenguaje, los lugares en que se desarrollan las novelas dan la sensación de ser lugares extraños, exóticos, alejados de nuestra realidad, o potenciada a través de la fantasía. El novelista chileno dijo que actualmente trabaja en un nuevo texto, pero que a raíz de sus supersticiones evita y ahorra el ofrecer detalles del mismo.