El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) ha resucitado un reclamo que ha llegado a plantear públicamente en varias instancias a lo largo de las pasadas décadas: la necesidad de gozar de una mayor autonomía dentro de su función como parte del sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
En las pasadas semanas, el Comité de Autonomía del Colegio de Artes y Ciencias del RUM aprobó una resolución en la que “solicita a la comunidad universitaria que reafirme su apoyo al reclamo de la autonomía plena, que incluye la fiscal, la administrativa y la académica, para que el RUM sea una fuerza significativa en el desarrollo económico de Puerto Rico”.
La resolución hace referencia a cómo las “continuas exigencias” de organismos como la Oficina de Presidencia de la UPR y la Junta Universitaria “limitan nuestras posibilidades al restringir nuestro tiempo y energía en aras de una uniformización irreal y una centralización cada vez mayor del sistema de la UPR”.
La doctora Rosa Martínez Cruzado, portavoz del Comité de Autonomía, aclaró que la resolución no persigue que el recinto se ‘independice’ del resto del sistema.
“Lo que queremos es autonomía administrativa, académica y fiscal. Casi como si fuese independiente pero seguiríamos siendo parte de la Universidad de Puerto Rico, seguiríamos siendo una universidad pública, eso es esencial”, dijo la académica, poniendo el ejemplo del Sistema de Retiro como uno de los eslabones que mantendrían al RUM atado al resto de la UPR.
La profesora del Departamento de Humanidades señaló al informe que la Association of Governing Boards (AGB) entregó temprano en 2016 a la Junta de Gobierno de la UPR como uno de los fundamentos que reforzó el planteamiento de un mayor grado de autonomía para el recinto mayagüezano.
Según Martínez Cruzado, en el informe AGB se sugiere la posibilidad de que las unidades grandes del Sistema UPR –Río Piedras, Mayagüez y Ciencias Médicas–, se conviertan en recintos ‘charter’ algo que afirma es precisamente el camino que el Comité de Autonomía había trazado para el RUM.
Bajo este modelo, los mencionados recintos llegarían a un acuerdo contractual con la Junta de Gobierno que les concedería mayor autonomía, al tiempo que tendrían que cumplir con ciertas medidas de rendimiento establecidas en el convenio.
Entre las razones que se esgrimen para justificar el reclamo de mayor autonomía se encuentra la centralización y burocracia que permea el sistema, indicó Martínez Cruzado.
Un ejemplo que a su juicio ilustra los límites que impone esa centralización es el asunto de las donaciones. Al momento, todas los donativos a la UPR son manejados por Administración Central. Es decir, que un exalumno del RUM no puede donar directamente al recinto, lo que en muchas ocasiones los cohíbe de hacer aportaciones económicas, aseguró la catedrática.
De igual forma, Martínez Cruzado aseguró que la centralización impide que el RUM actúe con la “agilidad” debida en diversas circunstancias.
“Hemos tenido cursos que han esperado diez años para que se aprobaran en la Junta de Síndicos o de Gobierno”, dijo.
Aunque el Comité de Autonomía pertenece a la Facultad de Artes y Ciencias, Martínez Cruzado indicó que el reclamo de autonomía se hace a nombre de todo el recinto, incluyendo a la rectoría, al estudiantado y al resto de las facultades.
La profesora explicó que el Comité se formó en 2010 y por los pasados seis años se ha dedicado a investigar sobre la historia del RUM y orientar a los diversos sectores de institución sobre el concepto de autonomía.
“Esta última comunicación es de la Facultad [de Artes y Ciencias] pero nos atrevemos a hacerla porque llevamos este trabajo de tanto tiempo donde hemos ido a todos los foros y lo hemos auscultado. Hemos participado en reuniones multisectoriales, donde hay personas que son profesores, personas que son empleados no docentes y sabemos que rectoría respalda el esfuerzo de la autonomía para Mayagüez”, puntualizó Martínez Cruzado.
Diálogo intentó comunicarse con el rector John Fernández Van Cleve, pero la oficial de prensa del recinto indicó que se encontraba reunido en ese momento.
Autonomía: un reclamo antiguo
En su conversación con este medio, Martínez Cruzado indicó que los estudios del comité revelaron que los periodos en que la institución progresó más aceleradamente fueron precisamente aquellos años en que disfrutó de mayor autonomía.
Específicamente, la catedrática del RUM apuntó a los años en que el vicerrector Luis Stefani lideró el entonces Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas entre las décadas de 1940 a 1960, antes de que se instituyera la Ley Universitaria de 1966.
Aunque esa ley permitió el avance institucional por algún tiempo, según Martínez Cruzado, abrió la puerta para que a partir de mediados de la década de 1980 el Sistema UPR comenzara a centralizarse, y con ello comenzaran las vicisitudes del ‘Colegio’.
Entre los acontecimientos que fragmentaron al relación del RUM con Administración Central, de acuerdo con la profesora, estuvo la decisión del entonces presidente de la UPR, Fernando Agrait, de centralizar las cuentas de banco de las unidades en 1986.
Esa decisión fue parte de una serie de circunstancias que en febrero de 1990 llevó a un grupo de exrectores del RUM a exigir mayor autonomía, de forma similar al reclamo actual.
Al igual que ocurrió hace más de un cuarto de siglo, Martínez Cruzado reconoce que será cuesta arriba que el RUM alcance el grado de autonomía al que aspira.
“Sabemos que va a ser difícil porque nosotros estamos subvencionando los recintos pequeños, los recintos pequeños no nos quieren dejar ir. Eso es como destetar al bebé. No les va a gustar nada y lo van a pelear con uñas y dientes”, expresó.
“[Los recintos pequeños] juegan un papel y juegan un papel importante, pero les toca a ellos decidir qué es lo que van a hacer. Hay que recordar que los recintos pequeños, su propósito era ofrecer los primeros dos años y que luego [los estudiantes] se pasaran a los recintos grandes. Nunca, nunca fue que ellos se convirtieran en recintos que tuviesen rectores y todo el andamiaje administrativo. Jamás y nunca fue el propósito y que entonces compitieran con los recintos grandes. Quizás van a tener que hacer un examen de conciencia y regresar a su misión original”, agregó Martínez Cruzado en relación al efecto que ella vislumbra podría tener la autonomía del RUM sobre el resto de las unidades del Sistema.
Reacciona la presidenta
Entre tanto, la presidenta interina de la UPR, Celeste Freytes, reconoció la importancia del RUM dentro del panorama institucional, si bien afirma que al presente no contempla mayores cambios estructurales en la institución.
“Sin lugar a dudas, el RUM es una fuerza significativa en la vida social y económica del área oeste de Puerto Rico. La iniciativa de este Comité, solicitando a la comunidad universitaria el apoyo ante un reclamo de autonomía plena, debe conversarse más, pensarse de una manera más pausada y seria, como merece la solicitud”.
“En estos momentos todas nuestras energías están enfocadas en organizar contenidos que reflejen las fortalezas y las necesidades de nuestra institución, para entonces cumplir con el desarrollo natural que piden las transiciones y futuros desarrollos, por lo que estamos trabajando arduamente con nuestro equipo administrativo, fiscal y académico”, subrayó la presidenta interina en declaraciones escritas.
Por otro lado, el oficial de prensa de la Junta de Gobierno, Nelson Berríos, informó que ese organismo no haría expresiones al respecto por el momento.