
Los han marginado en el teatro, en la música y en otras artes. Sus carencias nunca han sido una limitación. Por el contrario, captan del mundo lo que para muchos es indiferente. Se les califica como sordos y ciegos. Y el 1 de octubre en el interior de la Sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré en Santurce podrán descifrar los sonidos que allí se produzcan mediante un actor intérprete de señas.
Si no ven, escucharán, a través de un audio descriptor, los movimientos y gestos de los actores. Compartirán el espacio con espectadores regulares que acudan a ser parte de la presentación de la obra teatral El sueño de Dalí, dirigida y producida por la dramaturga puertorriqueña Adriana Pantoja, fundadora de la compañía Cuarzo Blanco, que precisamente, celebra su aniversario número 22 en el quehacer cultural.
La pieza pretende entrelazar las vidas del poeta Federico García Lorca, el cineasta Luis Buñuel, el pintor surrealista Salvador Dalí y su esposa Gala dentro del contexto histórico del siglo XX, época en que los artistas convergieron como amigos.
“Tengo un proceso raro de escribir. Debo tener clara la historia, el diagrama de la trama. Ha sido un proceso bastante largo, difícil e histórico”, comparte Pantoja.
La trama gira alrededor de la figura de Dalí en relación con los demás artistas y la llegada de Gala a su vida, acontecimiento que coincide con la separación de los amigos y la muerte posterior de Lorca durante la Guerra Civil Española.
No obstante, la puesta en escena se clasifica como realismo mágico con detalles surrealistas. A su vez, la pieza pretende apelar a la realidad del puertorriqueño, por lo que los actores han mantenido su acento.
El elenco lo integran: José Luis Gutiérrez (Dalí),Nelson del Valle(Lorca), José Brocco (Luis Buñuel), Lurana McClure (La Niña) y la participación especial de Ineabelle Colón interpretando a Gala.
Apertura a lo accesible
Sentada con los brazos expuestos, Pantoja revela que en la obra destaca como tema la búsqueda de la libertad desde varias perspectivas. La búsqueda que hace el ser humano, pero sobre todo aquellos que se dedican al arte. Y añade, “Si tenemos un don, sea cual sea, para escribir, actuar… debes recordar que lo tienes por algo. Lo tienes para hacer un trabajo. Es tu deber hacerlo bien, con dedicación y sacrificio en el ámbito que sea, amoroso, amistoso, de trabajos, de gustos o de sexualidad”.
En cuanto a lo accesible Pantoja valida su más reciente producción con los trabajos que ha realizando desde hace cinco años. Y es que, según explica, han sido proyectos que integran a las comunidades de sordos y ciegos.
Al hablar de lo accesible, comenta, que se refiere a facilitarle el acceso a este público desatendido en todos los ámbitos del arte. No obstante, aclara que el interés en esta accesibilidad no partió de una experiencia personal con un familiar. Su obra filantrópica surgió espontáneamente a consecuencia de la presentación de la obra Utopía Perdida en la que no hubo palabras ni diálogos, solamente movimientos.
Este evento despertó su interés en hacer trabajos similares accesibles para sordos. Sin embargo, reconoce que en esa ocasión erró al hacer una función exclusiva para sordos ya que entiende que con esta separación, los marginó.
De paso, aprovechó la oportunidad para aclarar que debemos dirigirnos a este grupo como sordos y no como sordomudos. Ya que, “son sordos, no mudos. Hay una confusión. Le dicen sordomudos. Todos los sordos hablan. Lo que pasa es que no desarrollan el habla y los sonidos. Ay unos sonidos que no conocen”, puntualizó la dramaturga.
Asimismo, en el 2010 integró a los ciegos como público para las producciones Desnudos y Máscara a fuera. para esa ocasión tuvo el auspicio de la directora del Centro de Bellas Artes, Myrna Casas, quien no dudó en adquirir el equipo audio descriptivo para ciegos.
El intérprete para sordos estará ubicado cerca de los actores y el actor audio descriptor tendrá su espacio en el segundo piso en donde hará sus intervenciones.
Debajo de él, el público ciego estará equipado con transmisores y medios audífonos. Y los sordos con los ojos fijos en el intérprete de señas.
El sueño de Dalí subirá a escena los días 30 de septiembre, 1 y 2 de octubre. Para más información pueden comunicarse al (787) 620-4444 y al (787) 792-5000.