Ha transcurrido un año y medio desde que la National Science Foundation (NSF, por sus siglas en inglés) congeló los fondos para investigación de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Esta semana trascendió que al parecer la institución universitaria se encamina a contar nuevamente con este recurso federal.
El pasado lunes 30 de septiembre la presidenta interina de la UPR, doctora Celeste Freytes González, recibió una comunicación de parte de la División de Donativos y Contratos de la NSF anunciando que habían concluido el análisis de todos los datos recopilados durante la última visita de la organización en el pasado mes de agosto. Esta información fue provista por la doctora Gladys Escalona de Motta, vicepresidenta de Investigación y Tecnología de la UPR.
Según la doctora Escalona de Motta, la última visita de la NSF le permitió a la organización “tener un mejor entendimiento” de las políticas internas de la UPR. Lo que le resta por hacer a la institución universitaria es aclarar algunos puntos sobre recomendaciones hechas a la Administración Central y al Recinto Universitario de Mayagüez.
La NSF también le solicitó a la doctora Freytes González que como presidenta interina avale y firme los documentos que aseguran la implantación de las medidas correctivas, siguiendo las recomendaciones hechas por la organización a la UPR.
“Lo importante de esta comunicación es que dice, número uno, que estas recomendaciones son para asegurar que sigamos en cumplimiento; y número dos, la respuesta (de la doctora Celeste Freytes González) será la base para levantar la suspensión”, declaró la doctora Escalona de Motta.
El 23 de abril de 2012, la National Science Foundation notificó a la UPR que congelaría los $33 millones en fondos designados para investigaciones debido a una serie de irregularidades en su uso. En agosto de ese mismo año, la NSF reiteró que se mantendría la suspensión en lo que se implementaba un conjunto de medidas correctivas.
En octubre de 2012, la NSF indicó que comenzaría la investigación de seis proyectos en particular, debido a las irregularidades involucradas.
Posteriormente, en febrero de este año, la organización le indicó a la UPR que la suspensión se mantendría vigente y que no se reembolsarían los gastos en los que hubiese incurrido la universidad para mantener las investigaciones.
La NSF visitó la institución universitaria comienzos del mes de julio y a mediados del mes de agosto, con el propósito de evaluar la posibilidad de levantar la suspensión.
