La transición del siglo XX al siglo XXI ha producido unos cambios drásticos en la vida cotidiana del ser humano y su calidad de vivir. Ya no se puede decir que estamos desconectados del mundo porque la globalización se ha encargado de que se conozca sobre lo que está ocurriendo en cualquiera de los continentes de manera más rápida. Toda persona que tiene acceso, al menos, a una computadora o un celular con Internet tiene una gran ventaja para informarse inmediatamente.
Los medios de comunicación tradicionales “están pasando por un proceso de mutación”, aseguró Ramón Salaverría, Director del Departamento de Proyectos Periodísticos y del Laboratorio de Comunicación Multimedia de la Universidad de Navarra, en España. Ayer, la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico fue sede al conversatorio del profesor Salaverría sobre el fenómeno de la convergencia mediática en todas las dimensiones que cubre: la tecnología, las empresas periodísticas, los profesionales (periodistas) y el producto final, que es el contenido.
El trabajo periodístico no es el mismo que se conocía en un principio, donde desempeñaba un trabajo para un sólo medio, que podía ser la prensa, la radio o la televisión. Con la llegada del Internet en la década de los 90 y su integración a nuevas tecnologías a partir del año 2000, éste se ha convertido en la “columna vertebral” del periodismo digital. Ahora, la red tiene la capacidad de cumplir con las funciones que ejercen estos medios porque los reúne en un espacio virtualmente infinito.
Actualmente, el periodista puede desempeñar varios roles al mismo tiempo y para distintos medios, combinando destrezas de redacción, edición, locución, fotografía, grabación, entre otros. Sin embargo, existen límites a estas capacidades. “Un periodista no lo puede hacer todo”, reconoció Salaverría.
¿Cambiar o no cambiar?
“Cada vez más, los periodistas asumen más obligaciones y destrezas más diversas”, comentó el profesor. No obstante, las empresas mediáticas son más resistentes a la hora de tomar medidas para realizar cambios fundamentales a su negocio. El profesor sugiere que crean un nuevo modelo de organización interna. Un problema que también identificó Salaverría es que la capacidad productiva de los medios de comunicación no alcanza lo que la tecnología permite hacer y que el público tiene a su disposición. Además, dijo que los periodistas deben tener “lógicas renovadas” para trabajar de acuerdo al soporte o formato en que se va a difundir la información. Por ejemplo, el esquema y el tipo de información que se utiliza para la página web de un periódico no es igual a su versión móvil.
Por otro lado, la convergencia significa la unión de varias líneas que se dirigen a un mismo punto. Para los medios, es un proceso estructural que requiere que se realicen cambios en las áreas de tecnología, empresa, profesional y contenido que, aunque su desarrollo ha sido desigual, deben dirigirse a una meta común. Salaverría concluyó que todavía no se puede hablar de multimedia porque no ha alcanzado la integración a su totalidad. Hace falta la coordinación de la empresa, la planificación estratégica para hacer rentable su contenido de calidad, y donde las salas de redacción tienen mayor comunicación.
*La autora pertenece al programa de Padrinos y Madrinas que promueve la Asociación Puertorriqueña de Estudiantes de Periodismo (APEP) de la Escuela de Comunicación de la UPR, Río Piedras.