Ya lo dijo una vez el Gabo: “lo único mejor que la música es hablar de música”. Esto se trata de esas conversaciones casi interminables repletas de recomendaciones de discos y la constante evocación de pasadas hazañas artísticas.
Y este año la plática musical en Puerto Rico está para dedicarle incontables horas. Durante todo el 2017, la escena independiente del País sudó la música como nunca. Y más, cuando en la última parte del año, el paso del huracán María resquebrajó muchas producciones discográficas y trabajos futuros.
Aun así, la música no se detuvo y durante los pasados 12 meses, Puerto Rico fue testigo del brote de producciones que, con el pasar del tiempo, merecerán un espacio en nuestros tablilleros.
Así, entre conversaciones en sofás hogareños y cafetines de poco caché pero mucha cultura, preparamos este resumen de discos enarbolados por artistas boricuas.
Nota aclaratoria: Esta lista no es una clasificación ni determina valoración alguna sobre tal o cuál disco es mejor.
ÌFÉ, III+III
Este disco es probablemente la producción más importante que salió del país durante el año. La agrupación liderada por el veterano músico Otura Mun —también conocido como Mark Underwood o DJ Nature— dejó caer un bombazo que derrocha sanación y espiritualidad por medio del tambor africano, cánticos Yoruba, reggae dancehall y música electrónica.
Este mazacote colmado de ashé y diseñado por Mun —que también cuenta con la sazón del versado Beto Torrens, Yarimir Cabán alias MIMA, Rafael Maya y Anthony Sierra—, desde su lanzamiento a finales de marzo se catapultó como uno de los proyectos más interesantes que produjo la Isla, siendo ampliamente reseñado en medios internacionales.
En temas como ‘UMBO (Come Down)’ y ‘BANGAH (Pico y Palo)’, revelan cómo los géneros se diluyen entre las pulsaciones para así bordar la insignia del colectivo. En ‘Prayer for Oduduwa (Para Merceditas)’, muestra la magnitud de la agrupación cuando la música africana y Yoruba se entremezcla con las intervenciones electrónicas.
Buscabulla, II y Buscabulla on Audiotree Live
“La música caribeña del futuro”. Así han tildado Raquel Berríos y Luis Alfredo del Valle su propuesta musical caracterizada por el pop experimental con la coquetería zalamera de la salsa ochentosa y noventosa.
En el tema ‘Tártaro’, la agrupación nos deleita con un tributo al salsero Frankie Ruiz, quien fuera uno de los exponentes más importantes de ese movimiento. En ‘Frío’ —junto al intérprete de origen ecuatoriano Helado Negro— Berríos relata las peripecias de resistir las bajas temperaturas en la ciudad de Nueva York. Y si le pica la curiosidad sobre cómo suena esta pícara propuesta en vivo, no se pierda la sesión que lanzaron bajo la plataforma Audiotree.
La Tortuga China, Fantasma
“Porque para ser demonio, hay que haber sido Dios”. Este es uno de los emblemáticos versos que habitan en la inmensamente genuina producción de Francis Pérez, exmiembro de la afamada banda independiente Superaquello.
En esta ocasión Pérez, bajo el seudónimo ‘La Tortuga China’ y la producción de Eduardo Cabra ‘Visitante’, construye un álbum conceptual que rebusca las emociones más recónditas del ser para así expulsarlas como si se tratara de una sesión psicológica. Y aunque podría parecer que Fantasma es una producción excéntrica, es más una oda a la honestidad del ser. A todas luces, es una proyección donde la realidad y nuestros miedos más entrañables son protagonistas.
Piélago, EP
Si hay un género del que los boricuas nos hemos apropiado casi a la perfección, ha sido el reggae. La banda —formada por Joseph Ojeda, Josué Deprat, Bensón Pagán y David Sánchez— se une a una extensa cosecha de exponentes del patio en esta vertiente musical. Los temas ‘El Fuego’, ‘Miss Monroe’ y ‘Apariencias’, evidencian esta apuesta intensamente melódica. La voz de Ojeda, por su parte, acentúa de manera exponencial los cortes románticos que mayormente aborda la agrupación.
Sr. Langosta, El Experimento Caribeño
El jazz hace tiempo que es poseedor de variables matices. La agrupación boricua Sr. Langosta es ejemplo de esa simbiosis musical que simplemente tiene como fin agarrarte a un viaje de notas y colores. El arranque, a cargo del tema ‘Funk You’, comienza con el sonido de un reloj, como si se tratara de un aviso, o hasta un reto, de que la captura auditiva tomará solo unos segundos. Con una base en el jazz, la banda liderada por el guitarrista Jorge Ferreras, navega entre el funk y la psicodelia para conformar un disco repleto de energía.
Índigo, Mundo a Color
Si algo logra este álbum es dibujar meticulosamente percepciones sobre nuestro entorno; cada tema es una pincelada introspectiva. En temas como, ‘Somos dueños del destino’ y ‘Carnaval’, la agrupación te transporta a la dimensión psicodélica para explorar las crudezas del mundo real y las inevitables partidas. El amor también es una fibra que Índigo toca en esta producción en los temas ‘Muerte a Apolonia’ y ‘De azul’, siendo esta última una apuesta más colorida y juguetona.
Andrea Cruz, Tejido de Laurel
Enmarcado en el desbarajuste que nos dejó María, la joven intérprete de folk lanzó su primera producción discográfica, “Tejido de Laurel”, bajo la producción de Rafa Rivera y Harold Wendell. Quizás por casualidad o cosas del destino, el álbum persigue la sanación y el apego a la naturaleza en un momento donde, como país, carecíamos de ambas. En temas como ‘No toquemos tierra’ y ‘La Promesa’, revela cómo la sutileza característica del género no es límite para explotar su voz. Mientras, en temas como ‘Canción de Amargura’, Cruz inserta toques del folclor latinoamericano para darle forma a una producción que trasciende mucho más que el consuelo.
Brenda Hopkins, Puentes
Formar un trabuco no es tarea fácil, a menos de que seas los Yanquis de Nueva York. En “Puentes”, Brenda aglutinó varios bateadores y bateadoras de poder para una fiesta musical dedicada a la música popular de nuestra isla. Fofé Abreu arranca la producción con la interpretación del legendario tema ‘Cumbanchero’. En ‘Black Coffee‘ —uno de los muchos aciertos de este álbum— la cantante Emily Gómez te transporta a un oscuro club donde se despliega con el característico feeling del jazz. Mientras, Brenda estruja las teclas de su piano incansablemente como si obviara el transcurso del tiempo. La puntería del álbum, sin embargo, no se detiene ahí. En el tema ‘Sal a caminar’, de la autoría de Roy Brown, Hopkins guía un gozo, de esos que urgen los despojos, junto a la electrizante voz de Eduardo Alegría.
Lizbeth Román y los Duendes Invisibles, La otra ruta
Grabado en la ciudad de Nueva York, la cantante esparce su bohemia bruja por los 13 temas que comprende esta producción. Y es que esta trovadora, con su voz vivaracha y la percusión ineludible de Enrique ‘El Peru’ Chávez, contempla los meollos de la vida. En ‘Quédate con to’, Lizbeth se las canta a las diabluras del amor y esos romances fugitivos que prometen mil maravillas para después salir corriendo a perseguir otros placeres. En ‘Pom Pom’, la cantante proyecta una similar diatriba amorosa en las que lamenta una aparente pichaera. Sin embargo, en ‘Bolero Saltarín’, Román tiene claro que hay más bocas dispuestas a apretujarla de cariño.
Miguel Zenón, Típico
El afamado saxofonista puertorriqueño no necesita mucha fanfarria. Amén de sus recios pulmones, Zenón fue reconocido en innumerables ocasiones este año, incluyendo una nominación a los Grammy Latino y a los Grammy como mejor álbum de jazz latino. “Típico” —su décima producción como líder— está cimentado en la amistad forjada con su cuarteto conformado por el baterista puertorriqueño Henry Cole, el pianista venezolano Luis Perdomo, el bajista austriaco Hans Glawischnig y Zenón en el saxofón alto. Uno de los ejes centrales en el jazz es esa comunicación musical entre los artistas. Zenón, junto a su banda, sostiene una conversación que evidencia una sincronía sublime con sus conciudadanos del pentagrama. En temas como ‘Ciclo’, Zenón y su conjunto demuestran que el jazz es su lenguaje principal; así se desahogan, se expresan y hacen hermandad.
Es menester, además, hacer hincapié en otras producciones discográficas que retumbaron nuestras bocinas y audífonos.
Entre ellas está la producción discográfica de la banda de pop punk Corre Forrest, ‘Nadie nos enseñó a crecer’. A pesar de ser un género que en ocasiones es caracterizado por temas juveniles, esta vibrante agrupación precisamente retuerce esa noción y examina los retos de la adultez. Apoyados en una limpia producción, no te podrás resistir de simular que tocas al ritmo de la música.
Por medio del blues y el jazz, Fernando Madera expuso su ‘Perspectiva Azul’, que hilvana mayormente composiciones amorosas. En ‘Tumbemos las cortinas’ y ‘Todo va a pasar’ —en este último acompañado por la saxofonista Janice Maisonet— precisamente se puede palpar cómo intercala ambas influencias musicales.
Entonces está la producción ‘La Venganza de la Calva’ de la banda Clarias, el singular proyecto metalero liderado por el cantante Fofé Abreu y el bajista José Ibañez. Escuchar a Fofé en esta pesaera merece que le prestes tu oído y dejes que temas como ‘Carabalí’ te inyecten un poco de adrenalina.
El chillwave y pop electrónico de Mau Lynx también se destacó este año con la producción “Next Year”. El embelesamiento con las melodías de este disco está garantizado desde el primer tema, ‘FED’, que interpreta junto a la cantante de pop Caithlin de Marrais. En el sencillo ‘Only You’ junto a la intérprete Rosamalia, el artista estremece las bocinas mientras las voces urgen una tenencia casi obsesiva del ser que aparentemente no puede arrancarse de la mente.
Y el jazz continuó un paso firme con la propuesta musical de la agrupación In the Wrong. El álbum de este conjunto es una experiencia cósmica y enigmática sujetada en la improvisación. Siguiendo un trayecto que mezcla el jazz con sintetizadores y elementos electrónicos, este álbum, ciertamente, fue una de las grandes sorpresas de este año por su calidad.
Y aunque los álbumes de Pirulo y la Tribu y Residente contaron con el mollero de sellos disqueros, no podemos concluir sin antes mencionar estas gigantescas producciones.
En “Calle Linda 2”, Pirulo guapea constantemente con su salsa de callejón y obsequia varios temas memorables. Uno de estos es el tema ‘Yo soy aparte’, donde se zarandea con ritmos de la plena boricua e invoca la memoria del maestro plenero Mon Rivera. Con este álbum, Pirulo afianza su estilo salsero delineado para comunicarse con los boricuas de a pie.
Residente, por su parte, trazó una ruta para descubrir sus raíces ancestrales tras un revelador examen genético. Este descubrimiento llevó a René Pérez a integrar ritmos como los de la vasta música china, cánticos de garganta de poblaciones de origen mongol y tambores africanos. Esta producción fue la primera del artista como solista tras 12 años con la agrupación Calle 13, que conformó junto a sus hermanos Eduardo Cabra “Visitante” e Ileana Cabra “iLe”. En este álbum, Residente visibilizó culturas insospechadas y logró aglutinar vivencias tenebrosas que experimentan día a día personas en países como Osetia del Sur y Georgia, que sostuvieron una guerra en el 2008.
Otras producciones que lanzaron este año y que no puedes dejar de escuchar fueron Ani Cordero, “Querido Mundo”; Calma Carmona, 100 Vidas; Shanti Lalita, “El Grito”; El Medio, “Laventuradeelegir”; Héctor “Coco” Barez, “El Laberinto de Coco”; Moreira, “El Fin del Deseo”; AJ Dávila, “El Futuro”; Former Astronauts, “Building Sights”; Late Night Drive, “Bloom”; International Dub Ambassadors, “International Dub Ambassadors meet Gomba Jahbari in Dub”; Almas Band, “Funk Defender”; Klaro de Luna, “Klaro de Luna”; La Experiencia de Toñitos Cabanilla$$$, “Inadaptable”; Old Songs for the New Year, “The Art of Falling”.