Una alta cantidad de colonias de coliformes fecales, la excesiva reproducción de microalgas y los efectos desfavorables de la turbidez del agua en la cuenca hidrográfica del Río Guayanilla y el Estuario de la Bahía son algunos de los hallazgos encontrados por una investigación realizada por la organización Madre Tierra Atabey (MTA) y la Pontificia Universidad Católica de Ponce.
Estos resultados demuestran que la integridad ecológica de los cuerpos de agua y la salud pública se encuentran amenazadas por la cuesionable calidad del agua.
La colaboración entre ambas instituciones surgió en el año 2010 y, desde entonces, se han estudiado diversas variables para dar a conocer la calidad del agua.
“Este junte se co-inspira ya que, según el Estudio 305 de la Junta de Calidad Ambiental, se desprende que no existen datos sobre la calidad del agua para el 78 por ciento de los tramos de la cuenca hidrográfica del río Guayanilla”, explicó Emmanuel Vázquez, cofundador y presidente de la organización MTA.
Estudios realizados
El primer estudio fue realizado por la licenciada en química Nilied Báez entre el 2010 y 2011. Su investigación reveló que hay una alta concentración de cadmio y cromo disueltos en el río. Aunque no se identificó con certeza la fuente contaminante, se presume que la causa puede ser la quema de residuos urbanos, el uso de pesticidas en la agricultura, el excremento de animales de granja y la descomposición de rocas.
“Tanto el cadmio como el cromo son metales pesados que producen efectos tóxicos en los organismos vivos. Aun en concentraciones muy pequeñas es fuertemente retenido; así que, incluso en bajas dosis de este metal, pueden constituir un nivel significativo en el organismo si la exposición se prolonga durante un largo periodo", manifestó Leishla Mercado, científica ambiental de Madre Tierra Atabey.
En el mismo período (2010 y 2011), Marisabel Rentas, bióloga y estudiante de posgrado de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, recopiló datos sobre la presencia de vertederos clandestinos a lo largo de la cuenca. Monitoreó el tipo de basura que allí se encuentra para determinar el impacto ambiental que generan.
“Marisabel Rentas nos plantea un panorama sumamente crítico. Estamos hablando de que existen decenas de vertederos clandestinos a lo largo de la cuenca. Como resultado, obtenemos, mediante la descomposición de esa basura, la constante liberación de contaminantes", lamentó Emmanuel Vázquez.
Las dos investigaciones más recientes se concentran en estudiar la calidad del agua en el Estuario de la Bahía de Guayanilla. Este trabajo comenzó a desarrollarse en el año 2010 por la bióloga Rachel Sweet, quien descubrió altos niveles de fosfato, turbidez en el agua e inestabilidad en la acidez o pH.
Actualmente, esta tarea está a cargo de las estudiantes de maestría en ciencias ambientales, Leishla Mercado y Alexandra Rodríguez.
Por el momento, las estudiantes han documentado resultados sobre los coliformes (grupo de bacterias que pueden contaminar el agua y los alimentos) fecales. La presencia de estos en el Estuario de la Bahía de Guayanilla es un indicio de que el cuerpo de agua pueda estar contaminada con aguas usadas u otro tipo de desechos en descomposición. En efecto, los resultados obtenidos así lo demuestran, ya que las siete muestras de agua colectadas entre el sector El Faro y el barrio Playa de Guayanilla reflejan cantidades altas y preocupantes de esta bacteria.
Alerta para la comunidad
Los niveles normales de calidad en este cuerpo de agua es de, aproximadamente, 200 colonias de coliformes fecales por cada cien mililitros de agua, explicó Rodríguez. Sin embargo, la muestra que menos coliformes reflejó tenía 900 colonias. Aún más alarmante, la muestra que mayor número reflejó tenía 141,400 colonias. Esta última, se obtuvo cerca de la Plaza del Pescador Desaparecido, donde se encuentran varios restaurantes.
“Dado a sendos resultados, como profesionales, tenemos la responsabilidad de hacer un llamado de precaución a los ciudadanos mientras continuamos con nuestra investigación. Y no menos importante, tenemos el compromiso de emplazar a las autoridades gubernamentales y federales a que se unan a este fuerzo y hagamos una alianza para un levantamiento de datos mucho más abarcador”, urgió Rodríguez.
Los ciudadanos que corren mayor peligro son los niños pequeños, los ancianos y otras personas con un sistema inmunológico debilitado. MTA exhortó a los habitantes que tomen medidas de precaución al momento de pescar.
Madre Tierra Atabey utilizará todos los resultados para desarrollar tácticas que reduzcan y eliminen las fuentes de contaminación.
Esta organización comenzó a promover, desde el 2010, que se designe el Estuario de la Bahía de Guayanilla, un ecosistema compuesto por varios humedales que se interconectan naturalmente a lo largo de toda la bahía, como una reserva natural.