“Number 9, number 9, number 9…”, canta John Lennon en Revolution #9, una canción del Álbum Blanco de los Beatles. Quién sabe qué significado tenía para él ese número -uno recurrente en su música-, pero ahora parece anunciar la fecha de un evento épico para los fanáticos de una de las más influyentes bandas de rock. A partir del nueve de septiembre, los beatlemaniacos no necesitarán habilidad musical para interpretar muchos de los éxitos del grupo, con la llegada de The Beatles: Rock Band. Con este vídeojuego, que estará disponible para las plataformas PS3, Xbox y Wii, podrán tomar los lugares de Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, e imaginar que los chillidos de los fanáticos virtuales son para ellos. “A diferencia de la mayoría de los juegos de música, The Beatles más que crear retos difíciles para los jugadores, trata de llevar una experiencia”, comentó Hilary Goldstein, bloguera del portal de noticias de videojuegos, IGN. Los desarrolladores del juego, MTV Games y Harmonix, imitaron detalladamente la carrera del grupo, desde la cronología hasta los lugares importantes. Las animaciones de los músicos tocan en las mismas sedes de sus interpretaciones más icónicas, como en el Cavern Club (donde todo comenzó), el Ed Sullivan Show (la llegada oficial a Estados Unidos) y el techo de las oficinas centrales de Apple Corps (donde ofrecieron su último concierto, que es simplemente llamado el “rooftop concert”).
“Básicamente, te da la experiencia de sentirte como miembro de los Beatles”, dijo Raymond Ríos Nieves, estudiante de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que tuvo la oportunidad de darle una probadita al juego. En un concierto de McCartney en el Fenway Park de Boston tocó la guitarra y la batería en I Saw Her Stading There y Here Comes the Sun, y le encantó. Las canciones irán desde el principio, desde sus días pre-LSD, con sus líricas más inocentes, como Twist and Shout, I Want to Hold Your Hand y A Hard Day’s Night. Luego hará la misma transición que hizo la banda, con música más “viajera” y más experimental, como Lucy in the Sky with Diamonds y Helter Skelter. “La gente que miraba estaba bien emocionada”, contó Raymond sobre su interpretación musical. “Había desde niños pequeños hasta personas bien mayores cantando las canciones”. Como todo un Paul McCartney.